Informes: Standard & Poors advierte un renovado interés por Vaca Muerta de inversores globales
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La agencia de referencia para el sector financiero y bursátil detalló las perspectivas favorables del shale argentino en un reporte para inversores globales.
«Las empresas argentinas del sector energético están regresando de manera gradual a los mercados internacionales de deuda tras años de estar aislados, como resultado del creciente apetito de los inversores. Esto se debe a que varios participantes del sector están cada vez más activos en Vaca Muerta», resaltó en un reciente informe la calificadora de riesgo Standard & Poors.
El análisis de una de las mayores agencias internacionales del sector financiero y bursátil destacó que el número de anuncios de inversión relacionados con Vaca Muerta sigue creciendo y abarca proyectos de extracción y producción en petróleo y gas; y de transporte y distribución, los cuales podrían eliminar los cuellos de botella para el crecimiento de la producción que han afectado a la formación durante varios años.
S&P Global Ratings responde algunas preguntas frecuentes de los participantes del mercado sobre la producción no convencional de la formación de Vaca Muerta y su impacto sobre las empresas que calificamos y que operan allí. En particular, resalta que el desarrollo de Vaca Muerta es esencial para que Argentina logre la autosuficiencia energética y que es de esperar que «atraiga inversiones importantes en producción, procesamiento y transporte de hidrocarburos, y que los ingresos provenientes de Vaca Muerta fortalezcan las cuentas externas del país».
Hasta 2018, el país importaba petróleo para su demanda interna, pero desde 2019, el país se volvió autosuficiente y sus exportaciones de petróleo fueron creciendo de manera constante. Por otro lado, Argentina todavía depende de las importaciones de gas (en particular GNL), porque la producción nacional aún no alcanza a satisfacer la demanda interna durante los meses de invierno.
Sin embargo, S&P destaca que «sus importaciones de gas cayeron aproximadamente 60% entre 2020 y 2024» y a medida que se expanda la infraestructura para transportar el exceso de gas natural de Vaca Muerta durante los meses de verano a los mercados internacionales, «Argentina también podría volverse autosuficiente en gas».
Los números de producción e inversiones
En 2024, la producción de gas no convencional en Vaca Muerta promedió 64,1 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), lo que representa 49% de la producción total de gas del país, mientras que la producción de petróleo no convencional llegó a 353.000 barriles por día (bbl/d), un 55% del total.
La producción total de shale aumentó 150% desde 2020, a 740.000 barriles de petróleo equivalente por día (boepd), por lo que la calificadora espera «que la producción aumente aún más hacia el final de la década y en adelante, ya que sólo se ha desarrollado alrededor del 20% de la formación».
Además, destaca que en la década pasada, Vaca Muerta experimentó un rápido desarrollo que se tradujo en importantes reducciones en los costos de extracción y en una mayor productividad. «Vista e YPF reportan costos de extracción de u$s 4,5 a u$s 4,6 por barril de petróleo equivalente (boe) en sus principales áreas en Vaca Muerta. Además, de acuerdo con los operadores de shale, los pozos son aproximadamente 30% más productivos que los de la Cuenca Pérmica en Estados Unidos», ejemplificó.
Las obras de transporte
En este escenario auspicioso, S&P analiza cuáles son las perspectivas de crecimiento en el corto y mediano plazo: «Gracias a la expansión acelerada, la producción de Vaca Muerta podría alcanzar 1 millón de bbl/d de petróleo shale a finales de esta década. Las inversiones en midstream son necesarias, ya que las restricciones en la capacidad de transporte han estado limitando el crecimiento orgánico durante años, para lo cual actualmente están en marcha dos proyectos clave de distribución y transporte».
En ese capítulo del trabajo, se analizan los alcances del proyecto Oldelval Duplicar Plus que demanda actualmente una inversión por US$1.200 millones que aumentará la capacidad de la red de oleoductos a 540.000 boepd desde 226.000 boepd, obras que deberían estar en pleno funcionamiento a finales del primer trimestre de 2025.
Por otro lado, el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) encara una segunda fase que requerirá una inversión de US$3.000 millones para construir un ducto que conectará a Allen con el puerto de Punta Colorada en la provincia de Río Negro, junto con instalaciones de almacenamiento y dos boyas de carga en el puerto. El ducto dedicado a la exportación transportará hasta 550.000 boepd, capacidad que podría ampliarse a 700.000 boepd.
Si suponemos una puesta en marcha gradual de los proyectos de transporte y distribución anunciados, estimamos que las exportaciones de petróleo crudo podrían superar los u$s 17.000 millones y las de gas se acercarían a los u$s 1.000 millones para 2027.
El futuro: GNL
Pero también, encabezada por los planes de YPF de licuar y exportar las vastas reservas de gas no convencional de Vaca Muerta, Argentina podría convertirse en un participante en el mercado global de gas natural licuado (GNL), por lo que se considera «la gran distancia geográfica de Argentina respecto a los principales consumidores de energía del mundo, como Europa e India, es favorable desde el punto de vista del riesgo geopolítico, pero presenta desafíos logísticos».
Al respecto destaca que hay dos proyectos potenciales para exportar GNL desde Vaca Muerta. El primero del consorcio Southern Energy S.A, con un proyecto de u$s 2.900 millones que tiene como objetivo desplegar un buque licuador propiedad de Golar LNG en el Golfo San Matías
«Esperamos que el proyecto comience a operar en el segundo semestre de 2027 y podría incorporar embarcaciones e infraestructura adicionales en el futuro. Los principales patrocinadores serán PAE y Golar, mientras que YPF y Pampa Energía tendrán participaciones del 15% y 20%, respectivamente», reseñó S&P.
Finalmente, analiza el proyecto Argentina LNG, al que califica como “más grande y ambicioso” cuya primera etapa debería alcanzar 10 mtpa de GNL y desplegar dos buques de licuefacción y un gasoducto dedicado de 40 millones de m3/por día. Las dos fases adicionales del proyecto sumarían 10 mtpa de capacidad de licuefacción cada una para aumentar la capacidad total a 30 mtpa.
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Fuente: Mejor Energía.