Internacional: Los empresarios se oponen al gasoducto en el Chaco porque aumenta la dependencia de Vaca Muerta

Los privados consideran inviable la inversión que estima el Gobierno y aluden a la soberanía energética. El MOPC quiere aprovechar el gas argentino que irá a Brasil.
Los empresarios consideran que el gasoducto que el Gobierno quiere construir en el Chaco paraguayo requiere una evaluación cuidadosa de los costos y beneficios, sobre todo porque el Ejecutivo de Santiago Peña parece decidido a avanzar con el plan y busca que el sector privado ponga alrededor de USD 1.000 millones.
El principal argumento es la incertidumbre en cuanto a la rentabilidad. Desde la Asociación Paraguaya de Energías Renovables (APER) mostraron su preocupación tras conocerse la propuesta del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), que plantea la construcción de un gasoducto que lleve el gas de Vaca Muerta, en Argentina, hasta Brasil y que pase por Paraguay, en un intento por remediar el déficit energético del país.
Pero las dudas también vienen del sector de las energías fósiles. “Los costos de inversión son muy altos, ya que se requieren caños de acero al carbono con alta seguridad. Además, la falta de prolijidad en la infraestructura actual, como la red de agua y las instalaciones telefónicas, es un tema preocupante”, apuntó Pedro Balotta, expresidente de la Cámara Paraguaya del Gas (Capagas), a LPO.
Balotta aseguró que la instalación requeriría una nueva red de gas y la participación de los hogares, lo que implica un número muy alto para el país. Capagas estima que la recuperación de la inversión tomará alrededor de 10 años, aunque este plazo es aproximado porque depende de varios factores, como el costo del producto, el margen de ganancia y la demanda de gas natural.
Por su parte, el presidente de APER, Eduardo Viedma, sostuvo que la posible dependencia de Paraguay del gas argentino, en caso de concretarse el proyecto, implicaría una pérdida de soberanía energética. “Esta iniciativa representa un retroceso en la consolidación de nuestra soberanía energética y promueve una dependencia innecesaria de fuentes fósiles altamente contaminantes, en detrimento de las vastas capacidades de generación de energías limpias y renovables con las que cuenta Paraguay”, señaló.
De acuerdo al titular de APER, Paraguay no necesita gasoductos, sino visión, ya que posee una “abundante capacidad hidroeléctrica, un inmenso potencial en fuentes solares, eólicas y de biomasa sustentable”. Además, el gremio argumenta que estas condiciones posicionan al país para liderar “un futuro energético limpio, autónomo y resiliente”, como hizo en los últimos 50 años gracias a las dos grandes hidroeléctricas que comparte con Brasil (Itaipú) y Argentina (Yacyretá).
El Gobierno promueve el transporte del gas natural de Vaca Muerta, en la Patagonia argentina, hacia Brasil a través del gasoducto que atravesaría el Chaco paraguayo, aprovechando la infraestructura del Corredor Vial Bioceánico. El trazado total es de 1050 kilómetros, de los cuales 110 corresponden a Argentina, 410 a Brasil, y los 530 kilómetros restantes al territorio paraguayo.
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Fuente: La Política Online.