Israel, un modelo a seguir para elaborar el Plan País argentino
Gracias a grandes esfuerzos en investigación y en capacitación, Israel exporta agricultura por el equivalente a 275 mil millones de dólares, casi 7 veces más que Argentina.
Israel, un modelo a seguir para elaborar el Plan País argentino
El Mar Muerto, en Israel. Mekorot, la empresa nacional de servicios de agua utiliza agua de mar desalinizada. (Photo by Menahem KAHANA / AFP)
Participó en diversos grupos donde hay interés creciente en generar ideas que puedan ser parte de un plan nacional de desarrollo. Los hay enfocados en temas como bioeconomía, ganadería o de desarrollo integral del territorio como Bioeconomía, Antropoceno, Gurú Ganadero, Lado Ar o Plan País. Los abordajes son diversos y muy ricos en diversidad. No recuerdo otro momento histórico que sea semejante.
Es una gran oportunidad para aportar ideas y que el próximo presidente tenga una agenda marcada por una sociedad civil presente que haya elaborado ideas e instrumentos. En esas conversaciones aparece la necesidad de entender cómo otros o nosotros mismos lograron avanzar. Luis Rappoport está armado grupos para ver cómo aprender de destacados ejemplos como Israel o el Campo Argentino. O Gabriela Tomasini desde PLAN PAIS trabajando en un plan integral nos dice que cada provincia puede ser una Israel y que ya en Mendoza transformó un desierto en un gran oasis de vida y una boutique de alimentos.
También sabemos que con mejor disponibilidad de recursos se desarrolló el valle del Rio Negro, aunque junto a colegas y Osvaldo Schvartzer he visto la cara de técnicos israelíes de la Universidad Ben Gurion del Neguev viendo el caudal del Rio Negro, sin comprender cómo esa agua sin sales se deposita por millones de litros en el mar sin un aprovechamiento integral
¿Por qué Israel es un ejemplo?
Veamos algunos datos, es un país ínfimo en tamaño, solo el 0,8% de nuestro territorio continental. Su población es cinco veces menor con 9 millones de personas, es decir que su densidad es 417 habitantes por km2 versus nuestros 16, unas 26 veces más.
Ese desierto casi sin agua y en guerra permanente exporta en total más bienes que Argentina, ni hablar de su fuerte inserción en servicios o desarrollos informáticos. También exporta productos sofisticados de su agricultura. Más de 2200 millones de dólares, de los cuales son productos frescos más de la mitad. Argentina continental tiene dos tercios de su territorio árido y semiárido, y un tercio húmedo con suelos de excelente calidad. Sin embargo, por unidad de territorio Israel exporta agricultura por el equivalente a 275 mil millones de dólares, casi 7 veces más que Argentina.
Estoy seguro de que la clave es que invierten en sus recursos humanos, por ejemplo, la inversión total en educación es mayor que en Argentina, siendo entonces la per cápita es 5 veces mayor. En investigación y tecnología se invierte el 4,5% del PBI contra nuestro misero 0,6 %, originado casi todo en el sector público. El producto es que en alta tecnología el 2021 fue el mejor año de Israel, con 25.000 millones de dólares recaudados por las empresas emergentes y un número récord de unicornios. Según un informe de Start-Up Nation Central esto representa un crecimiento del 136 por ciento en inversiones de capital respecto del 2020. Este año en Israel hay 33 empresas que se convirtieron en unicornios (empresas tecnológicas que valen más de 1000 millones de dólares) solamente en este año, ya tiene un total de 79 con un valor combinado de 228.000 millones de dólares.
Algunos datos agrícolas de Israel, registra la mayor productividad media de leche de vaca en el mundo a 13.000 litros por vaca en comparación con 10.000 litros en Norteamérica, 7000 de Argentina y 6.000 litros en Europa o el rendimiento de tomate que es de 300 toneladas por hectárea, frente a una media mundial de 50 toneladas y 67 de Argentina. En 2018 Israel exportó $ 350 millones en verduras, 250 millones de dólares en dátiles, aguacates y mangos, jugos de frutas por valor de 215 millones de dólares, 193 millones de dólares en cítricos, 188 millones de dólares en alimentos procesados y semillas por valor de 151 millones de dólares.
Es relevante saber que Israel tiene solo 90 metros cúbicos de agua per cápita al año, en comparación con 1300 en Alemania, 2200 en Reino Unido y 8700 en los Estados Unidos. Sin embargo, Israel es ahora un mundo líder en gestión de agua para uso doméstico, agrícola y fines industriales. Mekorot, la empresa nacional de servicios de agua utiliza agua de mar desalinizada para proporcionar entre 60 y 85 por ciento de agua para uso doméstico y usos industriales. Entre 1950 y 2006 se cuadruplicó el uso de agua para la agricultura mientras que la producción agrícola aumentó 21,2 veces.
El reciclaje de aguas residuales es otro ejemplo único de Gestión innovadora del agua de Israel. Israel fue el primer país en convertir el reciclaje de efluentes en una componente de su estrategia de gestión del agua hoy trata el 93 por ciento de sus aguas residuales y el 86 por ciento de las aguas residuales se reutiliza con fines agrícolas. Esto se compara con el 34 por ciento en Singapur, 18 por ciento en Australia y 9% en Estados Unidos. Con ella se puede irrigar 200.000 hectáreas. Aproximadamente el 55 por ciento del agua utilizada en La agricultura israelí es agua reciclada y el 80 por ciento de los huertos en el desierto de Neguev. También su servicio de extensión agrícola es muy bueno los 15.000 agricultores disponen de un extensionista cada aproximadamente cada 110 agricultores.
Lo esperanzador es que su capacidad agrícola, su capacidad institucional y su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita fue en niveles similares a donde muchos países en desarrollo hasta hace pocos años lograron el cambio con mucho estudio y trabajo de toda la comunidad y dirigencia a todos los niveles.
En la Argentina de hoy no hay espacio para que nuevamente haya una improvisación irresponsable, con iluminados de cualquier especie que crean, aunque tengan buena presencia, que con alguna medida mágica se arreglaran las cosas y que llegaran las inversiones imprescindibles para salir de la mediocridad en que estamos hace años. Hace falta mucho trabajo. Hace falta un Plan País. ¡Allá vamos!
Fuente: Clarín