Septiembre cerró con apenas 19 etapas de fractura completadas en el segmento del tight. Una sola empresa tiene en marcha una campaña de perforación y conexión de nuevos pozos.

Mientras en Vaca Muerta la cantidad de etapas de fracturas tuvo un repunte en septiembre, la realización de nuevos pozos con destino a arenas compactas atravesó este año su peor momento con solo actividad en cuatro de los primeros nueve meses del año.

La crisis en el segmento comenzó antes de la llegada de la pandemia al país, pues respondió en realidad a la crítica situación que enfrenta la producción de gas natural en Argentina, que consigue precios de mercado por debajo de los márgenes de rentabilidad.

Es por esto que ya en febrero el segmento no tuvo ni una sola etapa de fractura. Ese fue el primer mes de un fenómeno que luego se vería afectado por la cuarentena obligatoria ya que en marzo, cuando se dictó el aislamiento, la actividad de fractura de pozos hacia arenas compactas se había reanudado.

Pero el inicio de la cuarentena marco que en abril, mayo, junio y julio el segmento no tuviera ninguna etapa de fractura realizada.

Recién en agosto se dieron las primeras punciones gracias al trabajo que la Compañía General de Combustibles lleva adelante en Santa Cruz, como parte de un plan de 15 pozos respaldado por los incentivos de la Resolución 46.

El mes pasado la compañía sumó 19 etapas de fracturas en sus pozos no convencionales del sur del país, elevando el nivel que habían tenido en agosto, cuando fueron 15 las etapas de fractura realizadas.

El nivel de actividad podría haber sido mayor durante el mes pasado, pero un foco de contagios de covid -19 entre operarios de la firma obligó a CGCa frenar por un par de semanas su trabajo en los nuevos pozos, que se espera sean retomados en una semana más.

Fuente: Río negro.