“La actividad se va a recuperar si hay una ventana permanente a la exportación»
El consultor trazó un panorama muy sombrío para la industria y consideró que la recuperación más dinámica podría darse a partir de políticas que incentiven la venta al exterior.
En una videoconferencia organizada por el Club del Petróleo, el consultor Daniel Gerold trazó un panorama muy sombrío acerca del momento que atraviesa la industria del oil & gas. Con indicadores en picada sin precedentes en la inversión y la producción, consideró que la recuperación más dinámica en el sector podría darse a partir de políticas que incentiven la exportación. “La Argentina se enfrenta con inversiones de u$s 2600 millones en el upstream, para todo el 2020. Son valores muy inferiores a los del año pasado. Esto marca caídas de producción y de ofertas de todo tipo hacia el futuro. La actividad de perforación se va a reactivar muy de a poco, a menos que haya una ventana permanente para poder exportar y creo que eso es el tipo de cosas que hay que pensar”, afirmó.
El titular de G&G Consultants Energy señaló que luego de la paralización casi absoluta de la inversión como consecuencia del aislamiento obligatorio decretado en marzo, desde fines de mayo y comienzo de junio comenzó a generarse cierta reactivación, desde el momento que la recuperación de los precios internacionales incentivó la venta de crudo al exterior. “Las exportaciones crecen porque no hay demanda local. No es que haya una exportación genuina por sobre abastecimiento de la demanda local. Porque en cualquier momento, se va recuperar la demanda local y habrá que redirigir aquellas exportaciones al mercado local a un precio que desconocemos, que lo fija un funcionario. Por lo tanto, si se pensara en algunas modificaciones, donde se permitiera una exportación plurianual de ciertos volúmenes y se permitiera retener el 30% de los dólares en el exterior para el repago, podrían surgir inversiones, dada la productividad de alguno de los players de la Argentina, como Vaca Muerta”, señaló.
Números
A partir de cálculos propios, Gerold estimó que la deuda de todo el sector gasífero alcanza a los u$s 17.000 millones. Sostuvo que este escenario está vinculado no sólo a la abrupta caída de la demanda que se produjo a partir del aislamiento obligatorio sino también con el congelamiento de precios de los combustibles, que redunda en una caída de ingresos para las empresas. “En los balances públicos de YPF se observa que en el segundo trimestre de este año, los ingresos en el downstream fueron 64% menores a los que alcanzó en el tercer trimestre del 2014, cuando los precios de los combustibles, después de una devaluación muy importante que hubo en enero de ese año, eran un 1,40 dólar por litro.
Los máximos niveles de la historia. Sin embargo, no había medios de comunicación alterados por esto ni protestas de los automovilistas o de los camioneros. Quiero resaltar que la empresa que tiene el 55% del mercado de combustibles, en el último trimestre tuvo un ingreso por ventas de u$s 2780 millones menos que en aquel momento. Esto quiere decir que toda la cadena de valor del petróleo está teniendo reducciones de ingresos extraordinarias. Y eso lleva a lo que está sucediendo, que es una reducción de inversiones muy fuertes”, sostuvo.
Gas
Con respecto a la producción de gas, el consultor se mostró moderadamente optimista acerca de los efectos que puede tener en la inversión y la producción el Esquema de Oferta y Demanda de Gas Natural 2020-2024 que lanzará el gobierno a partir del mes que viene. “Van a tratar de armar esquemas para que se mantenga la producción de gas disponible que hubo en este último trimestre. Cuando analizo la perspectiva para algunos clientes, un escenario de inversión moderada tampoco alcanza para recuperar los niveles del año pasado. A lo sumo, se mantendrá el nivel actual. Si el programa tiene éxito, creo que para fin de año va a empezar a haber alguna inversión y obviamente eso va a traer más producción para el año que viene, desde el punto de vista de los recursos y hasta de la infraestructura para alcanzar niveles del año pasado. En la cuenca neuquina es donde se van a dirigir las inversiones, con algún efecto también en la cuenca Austral, para el desarrollo del taight gas”, estimó.
Por último, el consultor trazó un escenario global de restricción de financiamiento para el sector hidrocarburífero debido a dos factores: la amenaza de que Rusia y Arabia vuelvan a llevar el precio del crudo a valores insostenibles y la decisión de muchos bancos de privilegiar la inversión en energías renovables. “Frente a esa realidad, lo que estoy viendo es que hay un mayor apetito hacia el sector petrolero de inversores más sofisticados que están dispuestos a prestar a proyectos rentables. Esto va a generar cambios en las empresas para captar esos fondos, porque los rendimientos y los retornos requeridos por estos nuevos tipos de inversores van a ser mayores que los de los tradicionales”, concluyó.
Fuente: Econojournal.