José Ignacio de Mendiguren le asignó un rol clave a Bahía Blanca en la futura recuperación del país y abogó por la construcción de un gasoducto que conecte el yacimiento neuquino con nuestra región.

«Lamentablemente Argentina siempre en los periodos de crisis demuestra que no puede anticiparse. Es como que llega y recién ahí sale una solución, entonces deberíamos trabajar para evitarla».

La frase pertenece al presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), José Ignacio de Mendiguren, quien analizó la actualidad argentina y puso énfasis en el rol de Bahía Blanca.

«Hay que pensar qué es lo que nos pasó para volver a estar en crisis, porque la Argentina sistemáticamente cada 5 o 7 años vuelve a caer con las mismas crisis. Por eso hay que entender que el problema no es financiero, es económico. Los número del país, de su estructura productiva, no cierran. Argentina le vende al mundo lo que vale poco y le compra al mundo lo que vale mucho».

El ex titular de la Unión Industrial Argentins, agregó: «El trigo que sale de Bahía, sale a 180 dólares la tonelada, y en harina sale 400 y en pastas y galletitas sale 1.800. El 85 % del trigo que exporta Argentina lo hace a granel, por eso digo que no cierran los números».

Y continuó con su análisis: «Pensemos en el hidrocarburo transformado en un paragolpes de un auto. Pasás de tener 300/400 dólares la tonelada a 6.000 en un paragolpe. Entonces este es el proyecto de desarrollo que debe proyectar Argentina, a partir de esta crisis».

De Mendiguren sostuvo que para la salida definitiva de los colapsos económicos el país tiene que duplicar sus exportaciones, llevarlas a 100 mil millones de dólares. «Ahí podés resolver los problemas estructurales».

Respecto de Bahía Blanca, le asignó un rol clave.

«En el aspecto exportador es clave y me refiero a la exportación de lo que ya tenemos, pero además de lo que viene. Uno de los polos que tiene Bahía es Vaca Muerta. La Argentina tiene dos grandes proyectos: Vaca Muerta y Vaca Viva. Vaca Viva es todo lo que el agro le puede agregar a lo que hoy tiene. El agro puede pegar ese salto importante. Si todo el maíz que hoy exportás lo transformás en proteína, triplicás el precio. Argentina no está exportando comida para humanos, está exportando comida para animales, maíz a granel, soja a granel. Tenemos que exportar la proteína».

Prosiguió: «Bahía tiene el ser la puerta de Vaca Muerta. El futuro de Vaca Muerta tiene dos etapas: una es que como necesitas los dólares rápido tenés que exportar el gas, el petróleo. Total es mucho el que vos tenés. El gasoducto a Bahía es muy importante, lo veo bien para exportación de gas, pero como segunda etapa quiero poner el Polo Petroquímico más importante de Sudamérica, ahí es donde pongo el valor agregado. Eso es lo que te diferenciaría de Nigeria».

De esa manera, De Mendiguren se refirió al gasoducto cuya obra viene largamente demorada y por el cual la Unión Industrial Bahía Blanca le solicitó una reunión al gobernador Axel Kicillof, con el objetivo de obtener certezas respecto de los planes a futuro.

También hizo mención a que la Argentina no debe aspirar a exportar un barril de petróleo sin refinar. «No se puede hacer los extremos, no es todo refinado o todo crudo. Cuando vos tenés una primera etapa como con el gas, podés hacer convivir el corto plazo con el mediano y largo. Y ahí Bahía tiene una presencia única, porque ya tiene las bases del Polo Petroquímico, porque entiende la cultura industrial, que lleva tiempo construir.

Amplió: «El mundo de los países desarrollados quiere que la Argentina sea un país proveedor de materia primas y recursos naturales, el mundo desarrollado quiere que Vaca Muerta le dé el gas para que ese país desarrollado tenga la petroquímica. No quiere una destilería, quiere el petróleo para tener su propia destilería. Es lo que pasa con Nigeria y otros países exportadores de petróleo. Y esos exportadores crecen pero no se desarrollan. Nosotros aspiramos a que esa ventaja de tener petróleo o gas, en una parte importante, se procese internamente, como Estados Unidos. Es lo mismo con el sector agropecuario, no queremos exportar trigo a 180 dólares, queremos exportar harina a 400 o pastas a 1.800».

Acerca del futuro cercano, consideró: «Nosotros ya veníamos mal y después nos cayó la pandemia con una crisis inédita donde todo el mundo sabe cuándo empezó pero no cuándo termina. En una crisis así es muy difícil tener un plan, hay que ir día a día tomando decisiones. Lo alentador es que hay un gobierno que toma decisiones,aunque con semejante crisis no hay medida que alcance. Yo no conozco en la historia de la agroindustria un rescate de esta magnitud. Este gobierno tuvo que salir en dos meses a rescatar la salud, porque estaba todo desmantelado. Tuvieron que salir a rescatar a las pymes, a los monotributistas, a los autónomos. A 9 millones que no tenían nada. Hay que aprovechar esta crisis para repensar a la Argentina con respecto a las exportaciones, si no lo hacemos vamos a volver a repetir los errores del pasado».

Fuente: La Nueva.