La CNEA insistió al gobierno de Neuquén que gestione gas barato para la PIAP
El gerente Daniel Bianchi reiteró que la prioridad del organismo nuclear es que pueda volver a producir agua pesada. Dijo que con el refuerzo presupuestario podrían comenzar las tareas de acondicionamiento en el segundo semestre.
El gerente general de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEA), Daniel Bianchi, insistió con el pedido al gobierno de Neuquén para que gestione con las productoras un gas más barato para la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), uno de los principales costos que demanda el complejo de Arroyito junto con el pago de salarios y la electricidad. El funcionario reiteró que la prioridad del organismo es volver a producir agua pesada e indicó que con el refuerzo presupuestario obtenido la semana pasada esperan comenzar las tareas de acondicionamiento antes de fin de año.
Bianchi se refirió a la polémica que se generó en la provincia tras su intervención en la comisión de Energía de la Legislatura y volvió a aclarar que no descartan desarrollar proyectos paralelos como la producción de hidrógeno o fertilizantes, pero remarcó: «lo que nosotros no queremos es que no se produzca agua pesada».
“Es nuestra prioridad. La planta fue construida para eso, acá hubo una inversión de 1.400 millones de dólares, la Argentina tiene que comprar agua pesada hasta el final de la vida útil de sus plantas”, describió el funcionario.
Dijo que eso no implica deja de lado otras propuestas, pero evaluó que “de los proyectos en danza, el más ‘fácil’ es el de producir agua pesada”. El gobierno nacional ya firmó la semana pasada el decreto con el refuerzo presupuestario para la administración pública y a la ENSI, la empresa estatal que administra la planta, le tocó una partida de 1.400 millones de pesos.
“Ustedes saben la dinámica de la inflación cómo funciona y cómo va carcomiendo los recursos, por lo tanto estamos evaluando, con los recursos que hemos recibido, si podemos iniciar lo que se denomina la etapa de acondicionamiento. Porque la planta necesita durante dos años las tareas de acondicionamiento mientras se incorpora el personal extra que se necesita para la operación”, explicó.
Según las previsiones de la ENSI, la planta necesitaría unos 224 trabajadores aproximadamente, pero hoy son 105. Bianchi anticipó que entre 20 y 30 personas que actualmente pasaron a formar parte de la otra unidad de negocios de la empresa (servicios petroleros) volverían a la PIAP, mientras que otros deben salir a buscarlos afuera.
“La planta ha perdido recursos humanos muy importantes, así que hay que tomar ingenieros y otros especialistas universitarios y también operarios calificados”, sostuvo el funcionario de la CNEA, quien dijo que deberían recomponer los planteles para principios del 2025 o finales del 2024, si es que las tareas de puesta a punto comienzan en el segundo semestre.
Reclamo de “apoyo” a la provincia
Bianchi reconoció que “hay contactos con potenciales proyectos” para diversificar la PIAP y afirmó que “la provincia hizo en su momento hizo un trabajo interesante haciendo una consulta a nivel internacional que lamentablemente no dio resultados, pero estuvo muy bien planteado”.
Evaluó que “para producir urea se necesita una fuerte inversión, del orden de 600 o 650 millones de dólares y eso no anularía la posición de producir agua pesada”, mientras que consideró algo similar para el caso del hidrógeno.
“Es una discusión que no tiene sentido, estéril. Acá tenemos que usar la planta al 100%, desarrollar todo proyecto que se pueda desarrollar. Lo que no queremos es desguazar o dejar que se muera el agua pesada porque es una necesidad para el país”, reiteró.
Al igual que había planteado la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, durante su recorrida por la planta de Arroyito, el gerente volvió a plantear que la provincia debe ayudar a gestionar gas barato para el complejo industrial y eximirla de impuestos.
Son 490 las toneladas de agua pesada necesitarán las tres centrales nucleares hasta el fin de su vida útil.
“Cuando la planta funcionó, la Legislatura de Neuquén la eximió de pagar los impuestos provinciales. Ahora desde la planta está parada tiene que pagar. La CNEA tiene un contrato con ENSI por el mantenimiento de la planta y por ese contrato paga impuestos, además del IVA”, dijo Bianchi. Desde el gobierno provincial habían salido a decir que estaba eximida de Ingresos Brutos.
“La provincia podría ayudar mucho, si bien no es un monto sustancial, para el gobierno nacional es un gran esfuerzo seguir invirtiendo desde el 2017 para que la planta se mantuviera en buen estado. Creo que sería un gesto de la provincia eximir a la ENSI de este impuesto”, reclamó Bianchi.
También recordó que “uno de los principales insumos de la PIAP es el gas” y que Neuquén, como productora, “tiene mucho para colaborar para que logremos gas a un precio competitivo”. “Todo eso sería una colaboración activa que haría posible este proyecto de producción de agua pesada y cualquier otro”, insistió.
Los proyectos posibles para la PIAP
Agua pesada: es el fin por el cual fue construida, como parte del plan nuclear argentino. Es el refrigerante que utilizan las centrales nucleares de tipo Candu, con uranio natural, para enfriar los reactores. Si se concretara la construcción de la cuarta central de este tipo, la PIAP tendría un horizonte de vida útil de 14 años.
Fertilizantes nitrogenados: demandaría una inversión de alrededor de 650 millones de dólares, según Daniel Bianchi. Se podrían usar las instalaciones actuales para generar amoníaco y sumar una planta de producción de urea.
Hidrógeno: otra propuesta de diversificación a partir del amoníaco, pero para producir hidrógeno azul, a partir del gas. Sería de menos capacidad del proyecto de Río Negro.
Fuente: Rio Negro