La Corporación Financiera Internacional sale del capital de la petrolera local Medanito
El organismo del Banco Mundial tenía el 30,61% de la empresa desde 2016. Lo recompraron sus actuales dueños, las familias Carosio y Grimaldi, que ahora tendrán más del 90% de las acciones. Explican que, con la transacción, buscan más agilidad en la toma de decisiones para resolver su crisis financiera
La petrolera Medanito anunció que comprará la participación del 30,61% que la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla inglesa) tenía en la empresa. Las partes no dieron a conocer el montode la operación.
La IFC, organismo del Banco Mundial para el sector privado, había realizado aportes de capital en 2011 y 2016, por un total de u$s 70 millones. En ese momento, la empresa destinó el dinero al desarrollo de sus reservas de petróleo y gas, ampliar sus instalaciones de procesamiento y almacenamiento, y realizar nuevas actividades de exploración en el sudoeste de Argentina.
«Después de casi 10 años de trabajar juntos, Exmed SA y Exmed Inversiones, socios locales de la empresa, le ofrecieron al IFC comprar su parte. Entendemos que el organismo multilateral tiene otras compañías para apoyar en el mundo y podrá hacerlo con el dinero de esta transacción», explicó Alejandro Carosio, presidente de Medanito.
Exmed es la sociedad controlante de Medanito. La firma, perteneciente a las familias Carosio y Grimaldi, tiene el 65,81% de las acciones. Tras esta transacción, sumará más del 96% de participación.
Con esta operación, la petrolera busca tener una mayor agilidad y rapidez en la toma de decisiones. Según indicó Carosio, hasta ahora, cada medida debía ser consultada con la IFC, que, por la magnitud del organismo, tiene sus propias complejidades y tiempos.
La empresa se encuentra atravesando una delicada situación desde hace casi dos años. Para los primeros nueve meses del año, reportó una pérdida de $ 2158,8 millones, superior al 15% del patrimonio.
Reestructuración
«La sociedad y sus accionistas están analizando distintas alternativas entre las que se incluyen la venta de ciertos activos estratégicos que mejoren su estructura financiera y patrimonial», habían indicado en la compañía a principios de mes, cuando se informaron los estados financieros de los tres primeros trimestres de 2020.
Además, la empresa se encuentra con problemas financieros. Por un lado, no pudo cumplir con los pagos de capital e interés del préstamo sindicado por un monto de u$s 80 millones con Credit Suisse International. Las partes habían firmado 11 acuerdos de espera desde enero de 2019, pero la última prórroga tuvo vigencia hasta el 31 de marzo de 2020 y no fue renovada.
«El préstamo está en condición de espera no formal. Estamos trabajando para intentar resolver los problemas de fondo. Y vemos que los bancos, bonistas y demás acreedores valoran lo que estámos haciendo«, agregó Carosio.
Además, la empresa busca canjear obligaciones negociables (ON) por u$s 20 millones emitidas en diciembre de 2019. En junio, se hizo una asamblea de bonistas, que quedaron a la espera de una propuesta. Sin embargo, todavía está trabajando para ofrecerles la mejor opción posible.
A los problemas que arrastraba la empresa, este año se sumaron los efectos de la pandemia y la fuerte baja en el precio internacional del crudo. Sin embargo, en la compañía ven que pudieron atravesar el momento sin afectar la operación.
«En 2020, tuvimos una guerra por el precio del petróleo, pandemia y caída de compra de petróleo por YPF. Fue una situación muy complicada que impactó en los resultados. Entendemos que el año próximo va a ser difícil. Pero, si el barril de petróleo se mantiene en torno a los u$s 50, vamos a poder conservar la estabilidad«, agregó Carosio
Asimismo, la empresa espera que el revalúo técnico de sus activos le permitirá mostrar una mejora en el balance. A eso se le suma la revisión de activos que están realizando, con el objetivo darle una resolución más veloz y eficiente a la crisis financiera que atraviesan.
Fuente: El Cronista.