¿La desregulación del mercado de los combustibles en Uruguay, haría bajar su precio?
Ante esta hipótesis, surge la pregunta sobre si esta modificación al artículo 1 de la ley de creación de ANCAP, de 1931 logrará los fines por los que fue concebida: bajar el precio de los combustibles.
Recuérdese que el artículo 192 del ante proyecto de ley, termina con el monopolio de refinación de crudo por parte de ANCAP, y por consiguiente liberando la importación de combustible.
PAÍSES DIVIDIDOS EN DOS
Esta actividad en el mundo divide a los países, entre refinadores e importadores. Para el caso de los primeros compran crudo y lo refinan (como es el caso actual de Uruguay desde la creación de ANCAP) mientras que, para el caso de los segundos, lo importan de los que sí refinan.
Las dos modalidades tienen un costo en común: el petróleo, cuyo precio es internacional y similar para todo el mundo.
Si la opción es refinar, el componente económico del crudo determinará en definitiva la oscilación del precio de venta del combustible. Para el caso de los países que importan, ocurriría algo similar, los sellos (distribuidoras) marcarían su margen de acuerdo al costo de importación del combustible.
Para el caso de importar, también depende de las subas y bajas del crudo en el mundo, oscilaciones que influyen en los precios de comercialización internacional, lo que no siempre asegura un mejor valor del combustible por sobre el refinado en el país.
Si bien podría haber “ventanas” en las que el precio estaría levemente por debajo del actual, la realidad de otros países que han liberado la importación, muestra que, con este sistema, surgen diferencias en la operación del combustible con detalles como por ejemplo su almacenamiento una vez que este es trasegado de los buques cisterna a depósitos o tanques en tierra, que podrían llevar su precio (sin impuestos) por encima del costo que por ejemplo tiene Uruguay.
DOS BIBLIOTECAS
Otro punto sobre el que hay dos bibliotecas, tiene que ver con que si la libre competencia y por ende la desregulación de los precios de los productos, fomentará su baja.
Si bien naturalmente las economías en el mundo funcionan mejor en competencia, en el caso de los combustibles la situación es algo diferente por lo ya dicho del costo del petróleo, un componente igual para cualquier refinador.
A esto debe sumársele la calidad de refinación, que por ejemplo en el caso de ANCAP, se destaca por la pureza y calidad de los diferentes productos, algo que escaparía al control “en puerta de refinería” en caso de importar.
En los países donde los combustibles están desregulados, cada sello marca su propio precio por litro, de acuerdo a riesgos comerciales y determinación de los porcentajes de los márgenes de ganancia propios, no siempre concatenados a los aspectos sociales de los países y con regulaciones que moderan los posibles abusos.
¿POR QUÉ EN URUGUAY ES TAN CARO EL COMBUSTIBLE?
Más allá de la discusión de si refinar o importar, en la medida de que el costo asociado por este procedimiento es casi el mismo en cualquier refinería del mundo, la gran diferencia en Uruguay tiene que ver con los impuestos que pesan sobre el combustible.
Para el caso de las naftas un solo impuesto, el IMESI representa un 43 por ciento de su costo (25 pesos), mientras que al Gas Oil se le suma el IVA (por considerarlo “productivo”) y el fideicomiso al boleto capitalino de $ 3.43 por litro.
Ante la hipótesis de importar combustible, en Uruguay al que se le agregarían estos impuestos y fideicomisos, entonces volvemos al principio: ¿La importación de combustible le aseguraría a Uruguay, que estos bajaran de precio? En rigor la respuesta es no.
Fuente: Surtidores.com