La economía de Texas repuntó un 8,2% gracias al gas y el petróleo
De esta manera, Texas queda en el segundo lugar entre los estados con más crecimiento, en un contexto donde las sanciones a Rusia promovieron el crecimiento local de las industrias de petróleo y gas.
Greg Abbott mira los números y encuentra razones para el optimismo que no muchos tienen. El gobernador de Texas advirtió en las últimas horas que los efectos recesivos que golpean a la economía estadounidense no impactan sobre su territorio. O por lo menos, no lo hacen con la misma intensidad que en la mayor parte del país. Las cifras del tercer trimestre muestran que la desaceleración no entra al Estado de la Estrella Solitaria: el crecimiento del PBI de Texas aumenta un 8,2%, impulsado por los motores del petróleo y el gas en el contexto de la guerra en Ucrania.
Los nuevos datos de la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos indican que el PBI de Texas retomó muy fuerte la senda del crecimiento económico y llegó al 8,2 % en el tercer trimestre. El salto en la economía sorprende porque Texas también venía sufriendo el golpe de la política de la Reserva Federal y la prueba está en que tasa anualizada de actividad se ubicó en el 1,8 % en el segundo trimestre.
Así, el informe de la Oficina de Análisis Económico muestra que Texas está muy por encima de la tasa de crecimiento de la economía de Joe Biden, que creció en el tercer trimestre a un ritmo del 3,2%. Según publicó Dallas Morning, los números están ajustados por inflación y colocan a Texas en segundo lugar entre todos los estados en tasa de crecimiento, solo detrás de Alaska.
¿Cómo se explica la potencia de la economía de Abbott? El informe es muy claro. La industria del petróleo y el gas fue la que más contribuyó al crecimiento del 8,2 % del producto interno bruto de Texas. Además, generó 42,000 puestos de trabajo en el año montada a la recuperación de los precios internacionales que siguió a la invasión rusa sobre Ucrania, una suba superior en un 23% al que se generó en cualquier otro campo de la economía local. Debido a la flexibilidad laboral y la baja de impuestos en beneficio de las empresas, Texas duplica el ritmo de generación de empleo que tiene la economía nacional.
Los datos confirman que, con un barril que oscila entre los 70 y los 80 dólares, la actividad hidrocarburífera está entre las más dinámicas del país. No solo no decae como sucede en algunos rubros de la economía sino que crece mucho más que en cualquier otro sector laboral.
El impulso económico de Texas sintió el freno después de que Jerome Powell subió varias veces las tasas de interés este año con el objetivo de atenuar el impacto de los niveles de inflación más altos de las últimas cuatro décadas. Los inicios de viviendas y las ventas cayeron en forma pronunciada y la Reserva Federal de Dallas redujo las estimaciones para el crecimiento del empleo para todo el año.
Pero los nuevos resultados del PIB muestran que Texas seguía creciendo con fuerza a fines de septiembre, gracias a la industria de los hidrocarburos. No se trató de una completa excepción. El sector minero, que incluye petróleo y gas, fue el que más contribuyó al crecimiento del PBI en los seis estados de más rápido crecimiento a nivel nacional: Alaska, Texas, Oklahoma, Wyoming, Dakota del Norte y Nuevo México.
Según las cifras del gobierno, en Texas, el petróleo y el gas representaron alrededor del 44% del aumento del PBI. El comercio al por mayor y al por menor, la información y la fabricación fueron los siguientes mayores contribuyentes al aumento de la actividad en Texas.
Al panorama de la actividad económica se le suma otro indicador que, tal como anticipó LPO, arrojó el último censo. Texas lideró a todos los estados en crecimiento demográfico este año y llegó a 30,029,572 millones de habitantes el 1 de julio. Es el segundo estado en cruzar esa barrera después de California pero mientras el distrito gobernado por Gavin Newsom decrece en población, Texas aumenta de manera constante. En el último año, agregó 470,708 residentes, casi 54,000 más que el subcampeón en el ranking, Florida, y más de 300,000 más que el número 3, Carolina del Norte.
Con esas cifras, el republicano Abbott cuenta con ventaja para lograr que su tercer mandato sea el mejor de los tres para los que fue electo y hasta puede soñar con romper el récord estatal que hoy comparte con el ex gobernador Rick Perry y ensayar una nueva candidatura en 2024. Abbott figura en la danza de eventuales postulantes presidenciales, pero como informó LPO, prefiere no desafiar a Donald Trump y concentrarse en su distrito. Por lo menos, hasta hoy.
Fuente: Nuevo Diario Web