La paritaria petrolera se realizará cada 60 días
Debido al aumento de la inflación, se redujo la cantidad de tiempo que los representantes de la industria petrolera y los consejos empresariales dedicaban a negociar.
Todos los meses, los índices inflacionarios caen y los salarios de los trabajadores se resienten como consecuencia de los aumentos indiscriminados de precios de diversos bienes y servicios. Esto motivó la decisión de los grupos de la industria petrolera y las cámaras empresariales de acortar el período necesario para negociar acuerdos de paridad. La frecuencia de las reuniones disminuyó de 90 a 60 días. El objetivo es mantener el poder adquisitivo.
La semana anterior, todos los líderes gremiales del país se reunieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para revisar los puntos del acuerdo firmado el 18 de abril. Allí se establecieron los primeros puntos que se pondrán sobre la mesa en busca de una compensación salarial acorde a la situación económica actual del país.
A pesar de un aumento del 11% para mayo y del 14% para junio en el contexto del período 2023-2024, los líderes sindicales creen que los salarios volverán a estar por debajo de la inflación.
El hecho de que las negociaciones concluyan cada dos meses se considera una victoria, pero los sindicalistas creen que sería imposible dedicar todos los meses a las negociaciones. Para evitar que la inflación siga dando problemas, se trazan muchas aproximaciones para llegar a julio con bases fundamentales.
Nos reunimos para discutir la situación y ver cómo podríamos abordar problemas específicos. Inexplicablemente, el período de prueba expira después de 90 días. No podemos pedir el 50% cada tres meses porque no tenemos idea de lo que sucederá mañana. No podemos discutir mes a mes ya que es imposible. Como afirmó Jorge Vila, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros del Chubut, “Lo más típico es que hablamos cada 60 días.
La paritaria 2022/2023 fue complicada, pero los gremios lograron llegar a un 104% de incremento y establecieron que la revisión de la cláusula debía hacerse cada dos meses para evitar la pérdida del poder adquisitivo.
“Estamos en una situación difícil. Ojalá ese 25% vaya sobre ruedas y sea una pequeña porción de lo que necesitamos restituir, pero si uno realmente pone atención a lo que está pasando, se va a preocupar porque, indudablemente, si la inflación está entre el 6% y el 8%, habrá una discusión mucho más contenciosa, dijo el dirigente gremial.
Los gremios ya saben que las próximas negociaciones serán más difíciles que en el pasado por el ambiente político incierto que han creado las elecciones presidenciales.
«Cuando uno mira el mundo, puede ver que el trabajador promedio de combustible gana suficiente dinero para al menos mantenerse al día con la inflación. La situación ideal sería ganar algún día, pero no conozco a nadie que haya tenido éxito en ganar contra inflación. Así que siempre peleamos desde atrás», dijo.
«Nos comprometimos hasta julio, cuando terminamos con el 25%. Ahora que se acerca el 25% en julio, cuando se debe pagar el 7% final del impuesto, si la inflación está en el 8%, entonces estamos atrasados y se necesitan nuevas negociaciones». Empezar, pensó el director gremial.
Otro tema que vuelven a plantear los sindicatos es el impuesto a las ganancias. Los gremios han reiterado su pedido de eliminación del impuesto y actualmente están analizando cada decreto del gobierno nacional para ver cómo afecta los beneficios tradicionales adicionales que reciben los empleados en su salario.
Es importante tener en cuenta que Sergio Massa, ministro de Economía de la Nación, prometió a Catheda (Confederación de Trabajadores y Empleados de la Industria de Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines de la Argentina) que pronto se reunirían nuevamente para encontrar una solución al problema.