La resistencia local aleja a Gendarmería de los pozos
Neuquén planteó formalmente su rechazo a militarizar Vaca Muerta.
El macrismo terminará el mandato sin llegar a ejecutar una obsesión que acompañó desde un principio a sus funcionarios del Ministerio de Seguridad: desplegar pelotones de gendarmes en los yacimientos de Vaca Muerta. La Provincia rechazó el modo elegido por la Nación para concretar el desembarco de los gendarmes. “No se va a efectivizar sin un trabajo de articulación con las fuerzas provinciales”, le dijo a este diario la ministra de Seguridad neuquina, Vanina Merlo.
“Es una medida que no se puede efectivizar si no hay una delegación de jurisdicción expresa por parte de la Provincia”, agregó Merlo, quien confirmó que ya se concretaron algunas reuniones entre funcionarios nacionales y provinciales para acotar las diferencias que existen entre las partes.
La movida es auspiciada por las empresas petroleras, a la vez que es resistida por el Gobierno de Neuquén y los sindicatos que representan a los trabajadores del sector petrolero. La resistencia ha sido clave para evitar el despliegue.
Funcionarios del área de Seguridad de la provincia expresaron el rechazo del Gobierno al avance de los gendarmes sobre los territorios explotados por las petroleras. “No hay hipótesis de conflicto que justifiquen la presencia de Gendarmería más allá de las rutas nacionales”, sostuvo Merlo.
El mismo argumento defendió el secretario general del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra.
Los empresarios del petróleo y el gobierno nacional no lo dicen, pero su principal hipótesis de conflicto es encarnada por los trabajadores sindicalizados. Y no solo los representados por los gremios petroleros, también juegan fuerte la Uocra y Camioneros.
El gremio de la construcción tiene en su historial cercano un cúmulo de hechos de violencia que puede servir de excusa para reforzar la seguridad, aunque por ahora ni siquiera los funcionarios nacionales citaron esa situación como justificativo de la intención de militarizar el territorio neuquino más rico en recursos naturales.
Bullrich y su segundo, Eugenio Burzaco, militaron la cuestión mapuche como causa para atender con fuerzas armadas propias, por más que todos los conflictos por la propiedad de la tierra petrolera que tuvieron o tienen como protagonistas a las comunidades nunca se salieron de los carriles institucionales. Cuando hubo tomas o piquetes intervino la Justicia.
El Ministerio Público neuquino les dio argumentos a Bullrich y Burzaco para llevar al terreno del terrorismo a las comunidades originarias. Armó una causa contra la presunta pata local de la Resistencia Ancestral Mapuche, grupo sobre el que Bullrich levantó cargos por terrorismo y la Confederación Mapuche de Neuquén niega su existencia. Finalmente, los presuntos terroristas integrantes de la RAM en las inmediaciones de Vaca Muerta fueron absueltos de los cargos que les habían formulado.
Bullrich avanzó en la ampliación de la jurisdicción de Gendarmería conociendo esa absolución. No obstante, en ninguna parte del plan oficial se mencionan las hipótesis de conflicto que justifican el destino de gendarmes al control de la seguridad en las zonas petroleras.
El gobierno nacional expuso como justificación formal la necesidad de proteger la explotación de los recursos naturales con alto valor económico y estratégico.
No hay casos que muestren la efectividad
Por Javier Polvani – Editor sección Neuquén
Mientras la resistencia del gobierno neuquino frenó el envío de Gendarmería a Vaca Muerta, la fuerza nacional aprovechó la coyuntura para desplegar tropa propia en los alrededores de los yacimientos de la formación no convencional. Plottier y Cutral Co serán teatro de operaciones de los gendarmes. Se ocuparán de lo que la policía provincial fue incapaz por sus propios medios.
Cualquier sucesión de robos o ataques en una localidad de la provincia exacerba los temores de los vecinos. Y esa situación altera los ánimos en el campo de la política. La respuesta inmediata suele ser más policías. O la Gendarmería, una fuerza surgida para custodiar las fronteras que gracias a su buena prensa aparece como comodín salvador en cualquier situación de conflicto social. No hay casos que hayan saltado a la opinión pública que demuestren la efectividad de volcar gendarmes en las calles para terminar con el delito, o al menos mermarlo. En Plottier y Cutral Co urge un plan con impacto socioeconómico para actuar sobre la realidad cuando pase el furor del inicio de las operaciones directas de Gendarmería.
Fuente: LMNeuquen.