La «shale revolution» de EE.UU. se frena y la OPEP aprovecha
La producción de petróleo y gas de rocas de esquisto en América del Norte no se repondrá a los niveles vistos antes de la crisis sanitaria.
Después del “boom” de la producción de petróleo y gas no convencional en Estados Unidos, aquella «shale revolution» habría sufrido una estocada dolorosa por la pandemia y la caída de los precios en 2020.
Occidental Petroleum considera que será difícil volver a los niveles prepandemia, mientras tanto los integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reposicionan en el mercado global.
La industria petrolera se recupera de las sacudidas del COVID-19, que provocó la caída de la demanda y derrumbó los precios del barril.
«La recuperación se ve muy bien para nosotros. Si vemos en lo que está sucediendo en India y en Estados Unidos, creo que la industria petrolera pareciera que las cosas nos irán bastante bien en los próximos años», dijo Hollub en la conferencia CERAWeek.
Si bien la industria hidrocarburífera tuvo un repunte sorprendente en Estados Unidos gracias al fracking y las rocas de esquisto, incluso transformándose de importador a uno de los mayores exportadores de crudo y de GNL, las compañías tuvieron enormes gastos para ganar su lugar en el mercado. Ahora, y luego de varias quiebras por la pandemia, se están concentrando en conservar el efectivo.
Esta situación pone a las petroleras estadounidenses en desventaja frente a los productores que ya tienen «amortizados» sus costos, como lo son los países que integran la OPEP.
Poco a poco la economía global se acomoda y son muchos los Estados que consideran que este 2021 podría ser de estabilización e incluso piensan en acelerar sus motores industriales y comerciales.
La pandemia sacudió al mundo y tendrá consecuencias en la industria hidrocarburífera, con nuevos actores tomando la posta y otros retrocediendo para analizar fríamente el panorama.