La UE dice en la COP28 que quiere el “fin” de las energías fósiles
La comunidad internacional debate en particular si debe «abandonar» lo antes posible los combustibles fósiles o «reducir» su uso para disminuir la concentración de estos gases, que retienen calor en la atmósfera. «Debemos deshacernos de las energías fósiles», enfarizó el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra.
La Unión Europea (UE) quiere que la COP28 de Dubai sea “el principio del fin” del uso de las energías fósiles, afirmó hoy el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, durante la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático.
“Debemos deshacernos de las energías fósiles”, expresó Hoekstra al arribar a Dubai para participar del segundo día de debate sobre el futuro de los combustibles fósiles, a cuyo uso atribuye la ciencia un papel central en el calentamiento del planeta.
“Quiero que esta COP marque el principio del fin de las energías fósiles”, agregó el funcionario de la UE en un comunicado.
La UE es, detrás de Estados Unidos y China, el tercer mayor emisor de gases del efecto invernadero responsables del calentamiento global. La concentración atmosférica de estos gases se disparó por la industria, sobre todo por la quema de combustibles fósiles.
En la COP28, que culmina el 12 de diciembre, la comunidad internacional debate en particular si debe “abandonar” lo antes posible los combustibles fósiles o “reducir” su uso para disminuir la concentración de estos gases, que retienen calor en la atmósfera.
La opción de una salida gradual prefigura un posible consenso que fijaría un objetivo universal, pero permitiría calendarios diferentes según el grado de desarrollo o dependencia de los hidrocarburos de cada país.
Sin embargo, esta opción se contrapone a la posibilidad de no decidir nada sobre los combustibles fósiles. Científicos dicen que esto tendrá consecuencias catastrófica para el planeta.
Hoekstra insistió sobre uno de los objetivos de los 27 miembros de la UE: dejar constancia en el texto legal negociado en la COP28 que las emisiones de gases de efecto invernadero deben empezar a reducirse antes de 2030.
“No tenemos otra alternativa que seguir lo que nos dicen los científicos”, dijo en el comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
“Nos dicen que debemos acelerar la reducción de las emisiones, y debemos hacerlo en esta década”, añadió.
Las declaraciones de Hoekstra llegaron el mismo día en que se dio a conocer un informe del sistema de monitoreo de la UE que alerta que 2023 será el año más caluroso jamás registrado, algo que ya habían advertido otros organismos climáticos.
Con una media de 14-22 ºC en la superficie terrestre, el mes pasado supera por 0,32 ºC el récord anterior, establecido en noviembre de 2020, según este estudio.
También fue 1,75 ºC más caluroso que la estimación de la media del mes de noviembre entre 1850 y 1900, periodo de referencia de la era preindustrial.
El otoño boreal 2023 -de septiembre a noviembre en el hemisferio norte- fue el más caluroso de la historia “por un amplio margen” con 15,30 ºC, es decir 0,88 ºC por encima de la media, dijo el estudio.
“El 2023 tiene ahora seis meses y dos estaciones récord. Las excepcionales temperaturas globales de noviembre, con dos días con 2 ºC por encima de los (niveles) preindustriales, significan que 2023 será el año más caluroso de los registros históricos”, afirmó en un comunicado Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático (C3S) del Programa Copernicus de Observación de la Tierra.
Desde enero, la temperatura media fue la más cálida jamás registrada en los 11 primeros meses del año: 1,46 °C por encima de la media del periodo 1850-1900.
Eso significa que el mundo está preocupantemente cerca de los 1,5 ºC de calentamiento respecto al punto de referencia preindustrial, un umbral clave establecido en el acuerdo climático de París de 2015.
No obstante, superar este límite requerirá un calentamiento a este nivel durante varias décadas.
Ya existían previsiones de que el 2023 podía arrebatarle el título de año más cálido a 2016, especialmente después de que se batieran récords en septiembre y octubre, pero hoy se confirmó.
Según Copernicus, cuyos registros comienzan en 1940, los primeros 11 meses de este año fueron 0,13 ºC más cálidos que en 2016.
“Mientras sigan aumentando las concentraciones de gases de efecto invernadero, no podemos esperar resultados diferentes de los observados este año. Las temperaturas seguirán aumentando, al igual que los efectos de las olas de calor y las sequías”, advirtió Carlo Buontempo, director del C3S, citado en el comunicado.
Los científicos afirman que los datos procedentes de núcleos de hielo, anillos de árboles y otros elementos sugieren que este año podría ser el más caluroso en más de 100.000 años.
Fuente: Energía Online
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