La velocidad del viento aumenta e impulsa las energías renovables
El viento está aumentando su velocidad en todo el mundo, al mismo tiempo que los desarrolladores están instalando más turbinas para generar electricidad a partir de la brisa.
El viento está aumentando su velocidad en todo el mundo, al mismo tiempo que los desarrolladores están instalando más turbinas para generar electricidad a partir de la brisa. La velocidad promedio del viento aumentó aproximadamente 7% desde 2010 en las regiones del norte de latitudes medias, revirtiendo una tendencia de desaceleración de los vientos en las décadas anteriores, según un grupo de investigadores de instituciones como la Universidad de Princeton. Los hallazgos, publicados el lunes en Nature Climate Change, pronostican que los parques eólicos producirán significativamente más energía de la anticipada como resultado del cambio en los próximos años. “Este rápido aumento en la velocidad del viento global es ciertamente una buena noticia para la industria energética”, asegura Adrian Chappell, coautor del informe de la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Océano de la Universidad de Cardiff. “La reversión en la quietud terrestre global es un buen augurio para la expansión de sistemas de generación de energía eólica a gran escala y eficientes en estos países de latitudes medias en el futuro cercano”. El viento se había ralentizado desde fines de la década de 1970, según mostraron los datos analizados en el estudio. Todo eso cambió en 2010, cuando las velocidades del viento comenzaron a aumentar. Si la tendencia continúa, la generación de energía eólica podría aumentar 37%, según el estudio. Pequeños cambios en la cantidad de viento registrada durante un año pueden hacer una gran diferencia en la probabilidad de instalar turbinas. El mes pasado, la mayor desarrolladora mundial de parques eólicos marinos informó haber sobrestimado el rendimiento de sus instalaciones en hasta 2 puntos porcentuales. Eso redujo 10% del valor de las acciones de la compañía y llevó a los analistas a decir que el error de cálculo puede costar decenas de millones de dólares al año. El estudio para Nature asevera que la desaceleración anterior en las velocidades del viento se explicaba por interrupciones físicas al viento de las ciudades y la vegetación. La investigación encontró que los fenómenos se debieron en realidad a cambios en los patrones de circulación de los océanos y la atmósfera. Esos cambios tardan décadas en ocurrir, por lo que el aumento de la velocidad del viento resultante debería continuar durante al menos otra década.
Fuente: Perfil.