Lanzan oportunidad de inversión en energía nuclear para extender Atucha I
Nucleoeléctrica Argentina licitará este martes el segundo tramo del fideicomiso para obras clave en el sector nuclear. Buscan captar unos u$s80 millones.
Nucleoeléctrica Argentina (NaSa) licitará este martes el segundo tramo del fideicomiso Financiero Solidario de Infraestructura Pública NASA IV, destinado a la recolección fondos para el financiamiento de dos obras de infraestructura energética para extender la vida útil de Atucha I y la construcción del segundo almacenamiento en seco de elementos combustibles gastados de la central nuclear.
Las obras son dos proyectos estratégicos para ampliar la matriz energética, potenciar el desarrollo de la industria nacional y las capacidades tecnológicas del país, así como contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la generación de energía nuclear es libre de emisiones de CO2.
En esta oportunidad, la licitación estará abierta únicamente para inversores calificados. El primer tramo del fideicomiso ya fue licitado y se recibieron ofertas por más de u$s30 millones. Según pudo saber Ámbito, en esa segunda ronda esperan alzarse con al menos u$s80 millones adicionales.
Esta no es la primera vez que Nucleoeléctrica Argentina sale a captar fondos. En otras ocasiones instrumentó elementos financiamientos similares, como los fideicomisos para la finalización de la Central Nuclear Atucha II y la extensión de vida de Embalse, la otra central nuclear que también opera NaSa.
En esta oportunidad, el fideicomiso se encuentra respaldado por el contrato de remuneración que Nucleoeléctrica mantiene con CAMMESA por la venta de la energía generada, y representa la posibilidad de invertir en un proyecto de infraestructura estratégico para el país.
¿Cómo es el Fideicomiso para Atucha I?
El fideicomiso está compuesto por títulos en pesos emitidos bajo la modalidad “dólar linked”, que se ajustan de acuerdo a los movimientos del tipo de cambio oficial, y cuenta con una tasa de interés fija del 5%.
La licitación tiene un límite mínimo de inversión de u$s100, pero la integración y los pagos de interés y capital serán en pesos al tipo de cambio aplicable, y su instrumentación se encuentra sujeta a aprobación de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Desde NaSa aclararon que los títulos fueron calificados como “Bonos Vinculados a la Sostenibilidad”, por sus características financieras y estructurales, que se ajustan según Nucleoeléctrica consiga alcanzar los objetivos de sostenibilidad definidos.
¿Quiénes pueden invertir en energía nuclear argentina?
La posibilidad de invertir en el financiamiento es abierta a todo el público. Para hacerlo es necesario contar con una cuenta comitente que permita operar valores negociables en una de las entidades emisoras colocadoras: Banco Nación Bursátil, Banco Provincia o Banco Macro.
¿Qué es Atucha I?
La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina, al ser conectada al Sistema Eléctrico Nacional en marzo de 1974.
Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales.
En la actualidad, la energía eléctrica que produce cubre el consumo de casi un millón de personas.
¿Para qué es la extensión de vida de Atucha I?
La licencia de operación para Atucha I emitida por la Autoridad Regulatoria Nuclear finalizará en 2024, marcando el final de su primer ciclo de vida útil. Por este motivo, se realizaron los estudios para evaluar el proyecto de extensión de vida que concluyeron que Atucha I podría generar energía limpia y segura por dos décadas más.
La parada de reacondicionamiento tendrá una duración de dos años a desarrollarse entre 2024 y 2026 e implicará la creación de 2.000 puestos de trabajo directos y 1.000 indirectos, así como la generación de oportunidades para proveedores nacionales para las tareas de construcción y fabricación de componentes.
Esta obra permitirá mantener la potencia nuclear instalada, incluso aumentándola de 362 MW a 370 MW, y evitar de esta manera la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 al año.
¿De qué se trata es el Proyecto de Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados (ASECG II)?
La operación continua de las centrales nucleares requiere aumentar la capacidad de almacenamiento de elementos combustibles gastados, para lo cual se planifica la construcción de un nuevo repositorio. Por ese motivo existente los Almacenamientos en Seco de Elementos Combustibles Gastados para las centras nucleares.
En este caso, la obra iniciará en 2023 y finalizará en 2026 con un costo estimado de u$s137 millones.
El desarrollo de la ingeniería completa del proyecto es 100% argentina y el 90% de los bienes y servicios serán nacionales. Esta obra incrementará el desarrollo de capacidades tecnológicas e industriales del país con la potencialidad de ser exportables en un futuro cercano.
A mediados de 2022, Nucleoeléctrica concluyó la obra del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados en la Central Nuclear Atucha I (ASECG I) un proyecto de ingeniería clave para la continuidad de operación de esta instalación. Ahora se viene la segunda parte.
¿Qué es Nucleoeléctrica Argentina S.A.?
Es la empresa que produce energía eléctrica mediante la operación de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. La potencia instalada total de sus tres plantas es de 1.763 MW.
Además de operar las plantas y comercializar la energía producida en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), NaSa está a cargo del gerenciamiento de proyectos que aseguren la operación segura y confiable de sus instalaciones, así como también de aquellos que tengan por objetivo la eventual construcción de futuras centrales nucleares en territorio nacional.
Las actividades de Nucleoeléctrica están sujetas a los más altos estándares de seguridad y se encuentran fiscalizadas a través de rigurosos controles tanto nacionales como internacionales. La energía nuclear contribuye al cuidado del medioambiente por su competitividad y reducción de emisiones de CO2. Esta fuente de energía no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero en su proceso productivo, lo que ayuda a combatir uno de los principales responsables del cambio climático
Fuente: Ambito