El Poder Ejecutivo “entiende que necesita un vínculo” con Estados Unidos y cambió su postura en relación a 2011-2015, dicen en la AMCHAM. Este jueves habrá un evento con fuerte presencia oficial.

El embajador Jorge Arguello y el diputado Sergio Massa en el seminario organizado por la AmCham

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el canciller Felipe Solá, el ministro de Economía, Martín Guzmán; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y la asesora Cecilia Nicolini, encargada de las vacunas para el Covid-19. Esos cinco funcionarios del Poder Ejecutivo estarán presentes el jueves en una disertación virtual del «Council of Americas» un encuentro organizado por empresas que tienen intereses en Argentina y Estados Unidos. Será una exhibición más del fluido diálogo entre las compañías norteamericanas y el gobierno de Alberto Fernàndez.

La cámara de comercio estadounidense en Argentina (Amcham, por sus siglas en inglés) viene manteniendo charlas con los funcionarios más altos del Poder Ejecutivo, a la vez que organiza seminarios sobre temas que le interesan (energía) o se expresa sobre cuestiones donde puso el foco, como seguridad jurídica. Esta situación marca un contraste con la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (la de 2011 a 2015), donde el diálogo entre los representantes locales de las estadounidenses y el Gobierno estaba roto.

El ministro del Interior. Eduardo «Wado» de Pedro, estuvo con representantes de Amcham hace poco. Con esa delegación también dialogaron los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Si bien estos funcionarios también conversan con empresarios nacionales, a la relación con Estados Unidos se le está poniendo cierta dedicación.

Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la administración de Joe Biden, estuvo en Buenos Aires con presidentes locales de compañías estadounidenses de energía, tecnología, sector automotriz y laboratorios hace 15 días. Fue antes de la caótica salida de los Estados Unidos de Afganistán.

«Estamos buscando un rol mucho más activo para mejorar nuestro abordaje con el Gobierno. Para los socios (de la cámara), la participación con el sector público es compleja», define Alejandro Díaz, titular de la Amcham. «Probablemente también, a partir de ese recorrido que venimos realizando desde hace varios años, el Gobierno también tiene interés», agrega.

«Creo que hay una combinación de interés nuestro para ser muy activos y un Gobierno que -a diferencia de 2011-2015- entiende que necesita de los Estados Unidos y nosotros somos un actor clave en ese vínculo bilateral», destaca Díaz.

Entre los empresarios nacionales, se suele enfatizar que la embajada de Estados Unidos en Argentina es cuidadosa de sus compañías. Y que Amcham sabe que cuenta con ese respaldo político.

Sergio Massa, presidente del Congreso, siempre corteja a las empresas de ese país. También estará en el «Council of Américas» del jueves. El canciller Felipe Solá es otro de los oradores previstos.

También estará presente Horacio Rodríguez Larreta. María Eugenia Vidal y Facundo Manes. Estos son precandidatos a diputados nacionales por la oposición.

En su paso por Buenos Aires, Sullivan se vio con directivos de Pfizer, Accenture, IBM, Bristol- Myers Squibb), General Motors, Exxon y AES. Allí parecen concentrarse las prioridades de Estados Unidos en el frente exterior: energía, telecomunicaciones, laboratorios y autos.

Sullivan parecía estar muy informado en esos sectores, según varios asistentes que pidieron no ser identificados. A la economía del conocimiento le reconoció que hay un polo de talento, también elogió los activos energéticos locales y enfatizó la necesidad de la colaboración público-privada en las vacunas.  Estados Unidos donó vacunas de Moderna y el país finalmente rubricó la adquisición de vacunas de Pfizer.

Amcham viene realizando seminarios de energía con ministros de las provincias petroleras. Esto demuestra que sus empresas (como Exxon o Chevron) ven atractivo en Vaca Muerta y potencial para crecer en esa formación. La experiencia estadounidense en «shale» sirvió para bajar los costos argentinos en esa clase de explotación no convencional.

Fuente: Clarín