Las inversiones de Edesur caen 52% en 2020, a pesar de que la empresa ganó $12.600 millones el año pasado
Las distribuidoras eléctricas que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Edesur y Edenor, se beneficiaron de sobremanera con la política económica ejecutada en la gestión anterior, puesto que sus ingresos aumentaron muy por encima de la inflación registrada en la administración anterior. Sin embargo, la calidad del servicio sigue siendo muy bajo.
Por ello, estas empresas son objeto de continuos reclamos por parte de la ciudadanía, a causa de los reiterados cortes de suministro eléctrico, por falta de inversiones y de mantenimiento, a pesar del exponencial incremento de tarifas. El ENRE elaboró en el mes de julio del presente año, un informe sobre la situación actual de la prestación del servicio.
En él se detalla la poca transparencia para fijar las tarifas, que no fueron justas ni razonables, a su vez, la inconsistencia que significó el nuevo esquema tarifario con la realidad social y económica de los hogares y lo nocivo que fue para la competitividad de la economía en su conjunto.
Por ende, el organismo regulador recomendó la anulación de la RTI llevada a cabo por la administración anterior, por tal motivo, los argumentos esgrimidos por el ENRE le dan la potestad al ejecutivo nacional para iniciar negociaciones con las distribuidoras del AMBA, Edenor y Edesur, a fin de dar comienzo a una nueva etapa en la prestación del servicio, con la accesibilidad del servicio a tarifas justas y teniendo presente la realidad macroeconómica por la que está atravesando el país.
Tras la última Revisión Tarifaria Integral (RTI) de mediados de 2016 se establecieron los objetivos de calidad de servicio para el periodo 2017-2021.
Las distribuidoras se comprometieron a mejorar cuestiones como la frecuencia y duración media de las interrupciones, los niveles de tensión y perturbaciones.
No obstante, se siguen registrando incumplimientos en dos de los indicadores más relevantes para analizar el cumplimiento de las metas acordadas: la frecuencia media de interrupción por usuario semestral (SAIFI) y el límite de duración media de interrupciones del sistema por usuario (SAIDI). De los 5 semestres comprendidos bajo el periodo marzo 2017 y agosto 2019, Edenor incumplió en 3 lo pactado en ambos indicadores. Edesur, por su parte, incumplió en todos los semestres el límite SAIFI mientras que en el SAIDI incumplió 2.
Con motivo de los incumplimientos, el ENRE aplicó sanciones en cada uno de los semestres que rigió la RTI representando un 1,5% del patrimonio del 2019 en el caso de Edenor y del 3,9% en el caso de Edesur.
Con respecto a la evolución que tuvieron las distribuidoras, se puede destacar que, a contramano de la mayoría de las empresas de la economía argentina en los últimos 4 años y medio, a ellas les fue bastante bien. Tanto en 2018 como en 2019, años donde comienza la última crisis y caída libre de la economía argentina, el patrimonio neto de estas empresas creció en términos reales en ambas ocasiones. En 2018, Edesur incrementó su patrimonio neto un 15,3% mientras que Edenor un 11,4%. En 2019, aumentó aún más el patrimonio de ambas, teniendo Edesur un incremento de 35,6% y Edenor un 24,2%.
Por el lado de Edenor son muy llamativos estos resultados, puesto que incrementó su patrimonio y además en los propios balances de la empresa muestra que la rentabilidad (previa al pago de impuestos) aumentó considerablemente entre 2017 y 2019. El índice pasó de 0,25 en 2017 a 0,49 en 2019.
Evidentemente, al menos por parte de Edenor, no se vio reflejado en una gran “lluvia de inversiones” lo que se pronosticaba.
Entre diciembre del 2015 y diciembre del 2019, las tarifas de consumo de electricidad de Edenor y Edesur se incrementaron un 1.925%, mientras que las tarifas de gas aumentaron un 975% y las de agua un 820%, según la DGEyC del GCBA. Sin embargo, esto no tuvo un correlato claro en la mejora del servicio que brindan las distribuidoras eléctricas.
En diciembre de 2015, el costo de consumir 400 Kwh por mes, sin adicionarle el IVA ni impuestos según la legislación vigente, era de $33,08 si la distribuidora era Edenor, a su vez, el monto a pagar alcanzaba los $33,40 para Edesur.
En diciembre de 2019, el cargo fijo y variable se mantiene en los mismos niveles desde marzo del 2019 hasta la actualidad, igual consumo significó $1290,78 para Edenor y $1281,75 para Edesur. El actual gobierno, las congeló hasta definir, mediante negociaciones con las distribuidoras, tarifas razonables y acordes a la coyuntura macroeconómica.
¿Por qué las tarifas según los cuadros tarifarios aumentaron un 3.800% mientras que según los precios al consumir, si bien exorbitante, lo hicieron en menor medida, un 1.925%? Básicamente, porque en el primer caso, en el cuadro tarifario, no están incluidos los impuestos pero fundamentalmente los subsidios.
A pesar de la mala calidad del servicio, han logrado un importante crecimiento patrimonial en los últimos años.
En 2018 el patrimonio de Edesur creció, en términos reales, un 15,3% y en 2019 un 35,6%. Por el lado de Edenor, su patrimonio neto se incrementó, en términos reales, un 11,4% en 2018 y un 24,2% en 2019. Con lo cual, en los últimos dos años Edesur tuvo un crecimiento patrimonial del 56% y Edenor del 39%. Edesur obtuvo una ganancia de $ 12.600 millones en 2019. Sin embargo, en el primer semestre del 2020 redujo a la mitad lo invertido en relación al año pasado arguyendo falta de rentabilidad.
La evolución del precio de la acción de Edenor se disparó hacia fines del 2016 y tuvo un periodo de crecimiento acelerado por encima del nivel general del Merval, que si bien tuvo un crecimiento, quedó por detrás de la empresa distribuidora de energía.
Esta diferencia alcanzó un pico en mayo/junio del 2018, justo a comienzos de la brutal crisis con devaluación del periodo 2018-2019. En esos meses la acción de la empresa Edenor llegó a más que duplicar el crecimiento del Merval, comparado contra el 1 de enero del 2015.
Fuente: La Ciudad Avellaneda.