Las regalías rendirán más que los impuestos en Neuquén
En el proyecto de presupuesto de la provincia de Neuquén se prevé una participación del 32% en los ingresos mientras que la recaudación propia llegará al 28%. La coparticipación, el 24%.
Las regalías hidrocarburíferas volverán a ser la principal fuente de recursos del presupuesto provincial en el 2020 tras diez años de participación a la baja. En el cálculo que enviará hoy el gobernador Omar Gutiérrez a la Legislatura, se prevé un crecimiento del 64% respecto de las previstas para este año, 20 puntos por encima de lo que aumentará la recaudación provincial, que lo haría en un 43%.
Los números que hasta ayer se estaban afinando en el ministerio de Economía indicaban para las regalías una participación del 32% en la “canasta” de ingresos corrientes mientras que para la recaudación de tributos provinciales quedaría un 28% y, para la coparticipación de impuestos nacionales, un 24%.
El borrador al que accedió este diario ubicaba los ingresos corrientes previstos para el 2020 en unos 157.000 millones de pesos: 50.400 millones de pesos por regalías, 44.100 millones por recaudación propia y 38.100 millones por coparticipación nacional.
Esta relación de predominancia de los recursos por la explotación hidrocarburífera (en el 2007 casi llegaban a la mitad) se había detenido en el 2011, cuando los envíos del gobierno nacional comenzaron a adquirir mayor protagonismo.
A partir de 2015, en cambio, la recaudación por impuestos provinciales quedó por encima y los ingresos por coparticipación perdieron protagonismo, algo que desde el gobierno se ha vinculado a “una muy buena performance de la actividad económica”.
Dos datos
- $ 115 000
- millones se estima que será el presupuesto ejecutado a diciembre por el gobierno provincial.
- $44.100
- millones es lo que la Dirección Provincial de Rentas planificó recaudar en 2020.
En los cálculos para el año que viene, los funcionarios estiman que los envíos del gobierno central tengan un crecimiento similar al de las regalías respecto del presupuesto actual (superior al 61%) aunque el diagnóstico es más conservador para el caso de la recaudación propia.
Junto con el presupuesto se presentará también una modificación de la ley impositiva que deberá incluir la baja de alícuotas en el impuesto a los Ingresos Brutos que previó el pacto fiscal firmado en 2017 por Gutiérrez y el presidente Mauricio Macri.
Se estima que serán alrededor de diez las actividades que verán reducido el porcentaje a pagar, entre ellas el transporte, la construcción, la electricidad y las comunicaciones. Si bien su impacto se notará en la recaudación tributaria, seguirán exentas de topes o modificaciones las vinculadas a la actividad hidrocarburífera, principal fuente de recursos.
Para el 2020 también estaba prevista una modificación en el impuesto a los Sellos que fue postergada este año y fijaría una alícuota máxima del 0,75%.
Análisis: Obra pública, un ítem marginal en los cálculos de Gutiérrez
El presupuesto que el gobernador Omar Gutiérrez presentará hoy en la Legislatura volverá a reducir el porcentaje de recursos asignados a la obra pública. Si los números quedan como los anunció el mandatario, Neuquén destinará solo un 12% de sus 158.000 millones de pesos para gastos de capital, el equivalente a unos 17.554 millones. En el 2010, el monto era del 25%.
Cuesta creer que una de las provincias más ricas del país, y una de las pocas que cuenta con ingresos dolarizados provenientes de regalías hidrocarburíferas, vuelque un número tan marginal a la construcción de obras y caminos.
Por hacer algunas comparaciones odiosas: el municipio de Neuquén presentó un presupuesto que asigna un 36% de sus recursos a obra pública (4.100 millones de pesos) y el gobierno de San Luis envió a la Legislatura una propuesta con un 50% para el mismo ítem.
La provincia puntana, cuya población es apenas menor que la de Neuquén, estimó sus recursos en poco más de 60.000 millones para el año que viene, por lo que el gasto en infraestructura llegaría a los 30.000 millones, prácticamente el doble que el previsto por Gutiérrez.
Vaca Muerta no sólo necesita buenos precios para que las inversiones se materialicen. Le urge un salto de calidad en infraestructura acorde a la riqueza que administra.
Fuente: Río Negro.