«Las renovables pueden generar muchos más empleos que Vaca Muerta»
El presidente de la cámara sectorial critica la dependencia importadora de los parques inaugurados por Macri y propone un desarrollo de la industria nacional. «Hasta Chipre pudo hacerlo», sostiene.
Luego de tres períodos al frente de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), Marcelo Álvarez termina su último mandato con una industria estancada por la crisis financiera argentina y con la incertidumbre que despiertan las primeras señales del equipo energético del próximo gobierno.
El preocupante escenario se refleja en las caras de los participantes del Airec Week, el congreso sectorial donde el dirigente empresario recibe a LPO y propone iniciar un desarrollo de las renovables más vinculado a la industria nacional.
Es que, a pesar de que suele asociarse el boom de este tipo de energía con los primeros años de la administración Macri, el presidente de Cader es muy crítico de la apertura importadora y el bajo porcentaje de componentes locales de los parques impulsados. «Argentina podría tranquilamente desarrollar la industria metalmecánica solar», sostiene.
Termina un ciclo de gobierno que muchos asocian con el impulso de las energías renovables. ¿Usted qué balance hace de la gestión Macri?
Trato de despegar a las renovables de una gestión partidaria para verlo como una política de Estado. Hay que reconocerle a este gobierno que dio pasos en la dirección correcta en términos de fomentar la inversión externa e interna en renovables, que priorizó el cumplimiento de la ley 27.191 tratando de atraer inversiones fuertes en grandes parques que era la forma más rápida de crecer en potencia. Me parece que no le dio la importancia suficiente a la generación distribuida, pero tiene más resultados en el Haber que en el Debe. Ahora, la macro del propio gobierno conspiró contra la consolidación del sector. Los proyectos son capital intensivos y a estas tasas ridículas es imposible que alguien invierta y ser competitivos.
¿Otro de los grandes errores es el cuello de botella en redes de alta tensión que le pone un freno al desarrollo de grandes proyectos?
Así es. Citando a Maradona, yo creo que se les escapó la tortuga. Me consta que Sebastián Kind (subsecretario de energías renovables) tenía ese reclamo internamente en el gobierno hace años y a través del modelo PPP intentaron hacer las licitaciones de los cinco tramos que tenían previstos. Pero se encontraron con que el PPP no funcionó como ellos esperaban y que las multilaterales que ofrecían el crédito objetaban que las beneficiadas de las obras estaban en la causa cuadernos. Hoy tenes dos reactivos limitantes fuertes: el financiamiento y la capacidad en redes.
Teniendo en cuenta estos factores limitantes, ¿están pensando adaptarse a un modelo de desarrollo que apunte a parques más chicos o a generación distribuida (principalmente instalaciones en viviendas o edificios)?
Va a ser necesaria la adaptación por la falta de planificación que hubo. Pero son dos fases de la misma transformación. Alemania tiene la mitad de la demanda eléctrica del día de mayor radiación del año viniendo de electricidad solar. No se produjo por la militancia ambiental, la mayoría lo hizo porque le convenía en términos económicos. Lo financiaban con garantías estatales.
Al mismo tiempo, en este contexto de falta de recursos públicos que limitan el crecimiento de las renovables surge el fenómeno Vaca Muerta que se propone como una solución a la crisis. ¿Hay margen para la complementariedad o retornaremos a una hegemonía del gas por su menor costo?
La posición de la cámara es que son complementarias. Pero lo que tienen que hacer las autoridades es analizar el paisaje completo y no solo la coyuntura. Hundir activos para explotar gas no convencional puede hacer que yo tenga un capital todavía no amortizado que esté hundido y dentro de 15 años sea la barrera que no me permita descarbonizar la economía. Si yo tomo la decisión solamente pensando dónde saco los dólares para salir de la crisis de este momento, seguro que el camino es exportar el petróleo y el gas de Vaca Muerta. Pero eso es sólo mirando la foto de la coyuntura. Hay que ver lo que pasará en 15 o 20 años.
Hay una gran incertidumbre respecto a la promesa de pesificación de tarifas del presidente electo. ¿Qué cree que pasará con los contratos PPA en dólares?
Pesificar los contratos ya celebrados a 20 años es suicida. Lo más probable es que esas empresas terminen en quebranto y se destruirá lo que se generó de mercado. Pesificar hacia adelante va a ser poco seductor para el inversor. El desafío es ver cómo hacemos un sistema que esté menos expuesto a las fluctuaciones cambiarias para no trasladarlo a las tarifas. El cepo vino para quedarse y puede funcionar como una oportunidad a corto plazo. Va a haber muchos activos de empresas que no tienen cómo guardar valor de sus activos en pesos al no poder cambiarlos a dólares y van a buscar invertir en bienes de capital. Ahí hay una oportunidad para que muchas empresas compren energía renovable para autogenerarse. Esto es un proceso de transición, no es un modelo, pero puede ser un win-win para el gobierno y empresas. Eso sí, va a tener que incentivarse de algún modo que le permita a las empresas invertir en eso, como un bono por ejemplo. Igualmente con generación distribuida y con Mater (sistema de contratos privados entre generadoras y grandes usuarios consumidores) no alcanza para cumplir la ley 27.191 que impone llegar a una cobertura del 20% de la matriz con renovables en 2025.
¿Desde la cámara tuvieron contacto con el equipo de Alberto Fernández?
Tuvimos contactos con gente integrante del espacio, todavía no se conoce formalmente cuál será el equipo. Les contamos el diagnóstico del sector, hicimos un decálogo de puntos que no deberían ser ignorados por la próxima política. Por ejemplo, hay un sector importante de economías regionales que tienen problemas para ser competitivos a nivel exportación. Tienen un problema de tarifas y de eficiencia, dos cuestiones que se pueden resolver parcialmente con energías renovables. De todos modos, la etapa que viene será una discusión más provincia por provincia hasta que el gobierno nacional haya normalizado la situación macroeconómica, lo que va a llevar como mínimo un par de años.
¿Qué respuesta tuvieron de aquellos integrantes del espacio político de Fernández?
Dicen que vamos a tener que competir contra el precio marginal de generación del gas licuado, sin considerar la generación de empleo, la baja de emisiones, la descentralización, la segmentación eléctrica, todo eso no lo pusieron en la cuenta en las primeras conversaciones. Pero hay que tomarlo con pinzas porque me da la sensación que todavía están discutiendo internamente. Y lo que hemos escuchado son opiniones personales de algunos jugadores, no es la postura oficial del próximo gobierno.
Por lo pronto se observan manifestaciones públicas muy críticas con el sector por parte de varios integrantes de ese espacio.
No sería útil volver a discutir el ABC de cosas que ya se consensuaron en su momento. La ley 27.191 es una ley que salió con unanimidad en el gobierno del kirchnerismo. Toda la clase política estuvo de acuerdo. Y hay cierto consenso global que la forma de estimular las renovables es con políticas activas. Yo discutiría cómo lo implemento para generar más trabajo local, discutiría cómo lo financio. Pero no voy a discutir de vuelta si renovables es o no es el camino. Nuestra aspiración es que la discusión no sea tan pobre. Y la discusión más elevada es la diversificación de la matriz eléctrica y de energía primaria para no tener sobrecostos en un par de años. Porque además del punto de vista de responsabilidad transgeneracional climática de dejarle un mejor mundo a nuestros hijos -que parecería que no alcanza y suena demasiado romántico para la clase política y empresaria- tenes un conflicto económico. Cuanto más tardemos en hacer la transición energética hacia renovables, mayor será el costo futuro de la adaptación. Está a la vuelta de la esquina que el mundo obligue a pagar impuestos a las exportaciones en función de tu huella de carbono. Si yo quiero exportar un producto, me lo van a comparar contra cuánta energía consumió otro país para fabricar el mismo producto y cuántos gases de efecto invernadero emitió. Argentina se muestra como un país limpio en términos de emisiones al compararse con China y Estados Unidos. Eso es verdad, contra ellos somos limpísimos. Pero tenemos el doble de emisiones per cápita que el resto de la región.
¿Hacen falta cambios en términos legislativos?
El marco regulatorio no es el mejor, pero es lo suficientemente bueno para arrancar. La ley de generación distribuida quedó renga en dejar afuera a todo el universo de generación de energía térmica como biomasa o biogás que no están estimulados. Otra ley que falta es una que incentive la fabricación local de captadores solares térmicos, calefones solares para decirlo vulgarmente. Con un modelo de cuota con incentivos fiscales que obligue a cada construcción nueva a tener una fracción determinada de agua caliente solar. Es más, si queres hacerlo en etapas podes empezar por construcciones públicas nuevas, luego avanzar hacia construcciones privadas nuevas y finalmente que se adecuen a lo preexistente luego de un horizonte de tantos años. Eso generó industria metalmecánica liviana solar térmica hasta en Chipre y en Grecia. Te estoy hablando de economías que no son muy competitivas. Brasil y Uruguay también desarrollaron industria local de captadores térmicos. Argentina lo podría hacer tranquilamente con toda la industria metalmecánica que tiene.
Justamente una de las críticas hacia el sector es el escaso desarrollo de tecnología nacional y la gran dependencia a la importación. ¿Hay posibilidades efectuar otra política?
Ese es un mote injusto. Hay carreras que ya perdimos en las que no vamos a poder competir con China. Las celdas fotovoltaicas por ejemplo. Pero podes competir en todo el resto de la cadena de valor de la fotovoltaica como trackers, seccionadores, transformadores, puesta a tierra, todo eso se puede hacer localmente. Ahora, si no haces política de incentivo no va a pasar solo. Si yo estoy dispuesto a comprarle un parque solar a China con el moñito puesto arriba, me lo financia todo el Exim Bank. Si quiero hacer sustitución de importaciones, no. Entonces tengo que tener políticas activas que nos ayuden a ser competitivos.
Hay una senda de renovables para ricos y hay una senda de renovables inclusiva. Si queres crecer con renovables rápido y no te importa el trabajo local, abrís la tranquera y haces una licitación lo más grande posible para hacer parques grandes que tengan que buscar financiamiento afuera sin contratar a ninguna pyme.
Parecería que está describiendo la política del actual gobierno.
Es una parte de la situación que se dio hasta ahora. El gobierno «pro renovable» hizo todo para que ganen los grandes y reduzcan la rentabilidad de todos los demás actores de la cadena. Al igual que sucedió con la cartelización del cable, que hizo que los cable operadores tengan todo el negocio y los instaladores la vean pasar, lo mismo pasó en renovables. Yo tengo una pyme fotovoltaica y me fue mucho mejor con el gobierno anterior «no renovable» que con este «pro renovable» en términos de flujos.
¿La construcción de viviendas sociales puede ser útil en este sentido?
Bajar el costo de operación y mantenimiento de la vivienda social es un win-win. Yo tengo que tratar de abaratar todo el costo operativo posterior. Si yo le pongo agua caliente y además electricidad con cualquiera de las renovables posibles, no solamente tiene el rol de bajarle el costo operativo al sector de más bajos ingresos, sino de réplica. Las constructoras cuando vean que el costo de inversión del metro cuadrado construido es despreciable respecto del costo convencional, ellas mismas lo van a ofrecer como instrumento de marketing para las clases más acomodadas. Si construis un edificio desde cero, no mueve casi nada la aguja ponerle o no energía renovable. Y en términos de marketing y baja de costo operativo es un argumento de venta. La forma de perderle el miedo a eso es empezar a construir viviendas en escala, y para eso la vivienda social es un anillo al dedo.
¿Qué impacto tendría en términos de empleo?
Irena (Agencia Internacional de las Energías Renovables) te publica la generación de empleo por fuentes. Fotovoltaica distribuida es la que más empleo genera de todas. Igualmente hay que analizar dónde se generan esos empleos. La mayor parte se genera en la cadena de valor de la producción de bienes. Si soy productor de la tecnología, genero empleo en cantidad. Lo comparas contra todas las renovables y sobre todo contra el carbón y fósiles en general y genera muchísimo más empleo por unidad de potencia instalada que las otras.
¿Más que Vaca Muerta?
Mucho más. Pero si yo te quiero vender la idea sin analizarlo con profundidad te digo «pone renovables», sin distinguir si es producción local o extranjera. Y si es extranjera la revolución del empleo la haces en China. El modelo que tenía en la cabeza el gobierno de Cristina Kirchner era que no valía la pena invertir en renovables porque es un lujo europeo y todos los subsidios terminan en China. Si yo hago las cosas mal, eso es cierto. Lo que no es cierto es que sea la única alternativa. Siempre pongo el ejemplo de la cuenca del mediterráneo con el modelo de cuota con incentivos fiscales de solar térmica en metalmecánica y liviana. Algunos modelos se hicieron en el sur de Europa y otros en el norte de África. El sur de Europa desarrolló metalmecánica hasta en Chipre, mientras que el norte de África le compró todo a China. Por lo tanto, no sólo hay posibilidad de hacer una política de renovables distinta sino que hay una necesidad de ello. Lo que me entristecería es que tengamos que volver a discutir cosas zanjadas. Me parece que sería una oportunidad perdida volver a discutir si renovables es o no un lujo burgués después del aprendizaje de cuatro años, con los aciertos y errores que hubo.
Fuente: LPO.