Los barcos buscan usar combustibles más sustentables
La Organización Marítima Internacional (OMI) quiere reducir en un 70% las emisiones de gases contaminantes en la industria del transporte por agua hacia 2050. El ingeniero marítimo SM Moshiur Rahman, miembro de la Facultad de Ingeniería Marina en Glasgow, Reino Unido, relevó las alternativas existentes para reemplazar la combustión de combustibles fósiles en el transporte marítimo, y desarrolló el siguiente listado:Energía nuclear,Baterías, Viento, Hidrógeno, Amoníaco “La energía nuclear se puede utilizar para producir vapor en la caldera nuclear que hará funcionar una turbina para poner en marcha la propulsión y darle potencia al barco.
Pero tiene la posibilidad de un tremendo impacto ambiental en caso de que este reactor nuclear falle. La energía producida por baterías se puede utilizar para operar un barco por propulsión de motor eléctrico. Pero todavía no es adecuado para los grandes buques que requieren mucha potencia. El hidrógeno es el combustible más limpio y seguro para quemar en el motor marino para propulsión y potencia en lugar de combustible fósil. Pero no está disponible gratuitamente en la naturaleza, por lo tanto, debe producirse de varias maneras. El Hidrógeno gris por ejemplo es un proceso que también produce CO2 como subproducto durante la fabricación de H2. Pero esto es muy rentable, ya que el precio promedio de H2 será de US$ 1 a $ 2 por kilo.
El Hidrógeno azul: se trata del mismo proceso del “hidrógeno gris” pero la diferencia es que el subproducto de la fabricación (CO2) se captura y almacena antes de ser liberado a la atmósfera de esta manera, el costo de producción de H2 es más alto que el del hidrógeno gris, y asciende a entre US$ 1,5 y 2,5 por kilo. El hidrógeno verde: se obtiene a partir del proceso de electrólisis del agua con la electricidad producida por energías renovables como la eólica o la solar. Este también es un proceso muy costoso, con un costo estimado de entre 3 a 8 dólares por kilo” apuntó.
Rahman citó al profesor Douglas MacFarlane, químico de la Universidad de Monash, Australia, quien advirtió que el amoníaco es el combustible “más verde” que se puede lograr. “El amoníaco líquido es energía líquida, es la tecnología sostenible que necesitamos”, destacó el químico. “El amoniaco como combustible será una de las soluciones de descarbonización más populares para el transporte futuro porque su densidad de energía en volumen es casi el doble que la del hidrógeno y su transporte también es más fácil que el del hidrógeno” existen dos tipos de amoníaco según comentó Rahman “Amoníaco industrial: se obtiene a partir del GNL (CH4), tal como el que se usa para producir fertilizantes. En este proceso, durante la conversión, se produce una enorme cantidad de CO2 como subproducto, que necesita ser capturado y almacenado para evitar la contaminación ambiental. Y amoníaco verde: en este proceso, la energía renovable del viento o la energía solar se utiliza para producir amoníaco a partir del aire y el agua. Este es un proceso respetuoso con el medio ambiente y no se produce CO2 como subproducto. Para el amoníaco verde, la electricidad renovable se utiliza para una reacción química que produce amoníaco” Además de esto a diferencia del hidrógeno que requiere un transporte que lleve la carga a -253°, toma más relevancia el amoníaco, que precisa de una temperatura de -10° bajo un poco de presión. “Por lo tanto, considerando la alternativa de un gran consumo de combustible libre de carbono en el transporte marítimo, el NH3 será la solución rentable y conveniente en el futuro”, dijo.
Con respecto a la energía eólica, manifestó la viabilidad de usar grandes velas de viento para producir energía renovable y dar propulsión eléctrica a un buque. “Pero aún no es comercialmente viable”, indicó, tras agregar que “el barco Maersk Pelican ya ha realizado la prueba y no encontró mucha eficacia según el nivel objetivo de emisiones de CO2″. De hecho, el ahorro en el consumo de combustible fue de apenas 8,2% cerro Rahman.