Los intereses internacionales detrás del reconocimiento de tierras mapuches
La documentación histórica no permite considerar al pueblo mapuche como originario de Mendoza.
“Considerándose con derechos a los terrenos que hacen la confluencia de dichos ríos (Diamante y Atuel) cedieron en la posesión de ellos para el establecimiento del mismo fuerte y población por las ventajas que resultarán de asegurarlos así de sus enemigos, y fomentar su comercio con nosotros”. (AHM, Gobierno, Carp. 30, Doc. 49) Así se expresa el artículo tercero del Parlamento que el 1 de abril de 1805 se produjo en el sur mendocino entre el capitán Telles Meneses y 23 caciques y 11 capitanejos puelches o pampas y pehuenches. ¿Quiénes eran sus enemigos? Los pueblos originarios del otro lado de la cordillera que se habían establecido en el sur del Río Colorado y desde allí los atacaban por medio de malones o malocas. Estos pueblos, hoy llamados mapuches (nos remitimos a Zavala 2001), habían irrumpido en el sur de Mendoza desestabilizando la situación de cierto equilibrio y tranquilidad que se había logrado.
Los nombres Chile y Argentina
Se sostiene que no es posible hablar de Argentina y de Chile porque no existían los estados nación o repúblicas que hoy llevan estas denominaciones. Sin embargo, cualquiera que empiece a revisar la documentación histórica se encontrará que la denominación “argentina” para referirse a las tierras cercanas (abajeñas) al Río de la Plata o las más distantes (arribeñas) se empleaba al menos desde principios de 1600, luego de que Martín del Barco Centenera, que había transitado por estas tierras a fines del siglo XVI, publicara en 1602 su poema titulado La Argentina. Por otra parte, lo mismo sucede del otro lado de la cordillera donde el nombre de Chile además de ser la denominación de la Capitanía, se utilizaba con frecuencia. Por ejemplo, uno de los nombres que recibían los araucanos o mapuches era el de “pueblos de Chile”.
En el mismo Parlamento que citábamos más arriba se lee: “9. Que el señor Presidente de Chile (o sea el Capitán general) cuide de que no vayan a sus tierras personas que a pretexto de cambalachear los roban (…) 11. Que todo lo pactado se diese cuenta a este Superior Gobierno (o sea al Virrey) y a dicho señor Presidente de Chile para que lo hagan saber y cumplir en sus respectivos distritos: e igualmente al Rey de quien se reconocieron fieles vasallos”. Años más tarde, en 1867, el Cacique Calfucurá escribe en carta a Mitre “Estaba en Chile y soy chileno y ahora hace como treinta años que estoy en estas tierras”. (Archivo y Museo Mitre)
Son los mapuches del siglo XXI los que reniegan de ser chilenos o argentinos.
¿Todos mapuches?
También se ha escuchado por estos días que todos los pueblos originarios de la región se volvieron mapuches. Sin embargo, como ha expuesto con solvencia el arqueólogo Toro Bardeci, la idea de “tomar” elementos de otras culturas permite subrayar el carácter de sujetos activos de las sociedades receptoras. O sea que puelches y pehuenches hayan adoptado la lengua de los mapuches, el mapudungún, no significa que dejaran de existir como sociedades o grupos étnicos diferenciados. Si así fuera, todos los actuales descendientes de pueblos originarios que hablan a diario en español ya no serían, por esa sola razón, pueblos originarios. Toro Bardeci sostiene, al hablar de las relaciones de los pehuenches tanto con los mapuches como con los hispanos, que la estrategia de los pehuenches “fue aprovechar su acabado conocimiento de las rutas y pasos transcordilleranos, manteniendo un modo de vida móvil que les permitía explotar recursos tales como sal y ganado, los que se encontraban dentro de sus circuitos de circulación” (2018). De tal modo tuvieron relaciones con ambos grupos pero mantuvieron sus diferencias conductuales. Pero, además, salta a la vista la contradicción: ¿podrían los descendientes de puelches y pehuenches sentirse parte del pueblo que combatió a sus antepasados?
¿Intereses extranjeros ocultos?
Si hablamos de intereses parece relevante, al menos, hacer una observación, que podría considerarse continuación del trabajo realizado por Gloria Godoy (2003), visitando los sitios en internet que reivindican pertenencia a la cultura Mapuche.
El de mayor permanencia en la web es el MIL Mapuche international link, con sede en el 6 de Lodge Street en Bristol, Inglaterra. Fue fundado en 1996 y reúne mapuches de Chile y Argentina que viven en Europa y pertenecen al Mapuche Inter‐Regional Council (Consejo Interregional Mapuche CIM). Esta nueva organización vino a reemplazar al Comité Exterior Mapuche (CEM), organización que venía operando internacionalmente desde enero de 1978 desde su base en la ciudad de Bristol.
La Fundación Rehue (que ya no existe) con sede en Amsterdam, Holanda, permitía leer sus contenidos en inglés, castellano y holandés. El sitio Comunicaciones mapuche xeg-xeg (que ya no existe) recibía, en su momento, aportes financieros de Austria y Cataluña. El Proyecto Ñuke Mapu pertenecía a “un programa de investigación e información académico del departamento de Sociología de la Universidad de Uppsala, Suecia”. Desde el año 2000 cambió su nombre por el de Centro de Documentación Mapuche Ñuke Mapu, afirma que debe su funcionamiento institucional al Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y a su sostenimiento, mediante aportaciones al capital social y concesión de subvenciones.
Además de otros siete sitios con finalidades sociales o culturales de diferentes regiones de Chile y ofrecidas en español (Azkintuwe; Academia de la lengua Mapuche en Chile; Asociación Mapuche de Temuco Kona Pewman; Comunidad Mapuche Autónoma Temucuicui; Coordinadora de comunidades Mapuche en Conflicto Arauko-Malleko Weftun; Coordinadora de hogares mapuche del sur; Centro de Estudios y Documentación Mapuche Liwen), llama la atención la existencia de varios sitios web en idiomas extranjeros.
Le Royaume d’Araucanie et de Patagonie es un sitio que se ofrece en francés, inglés y alemán. Asociaciones Mapuche “Ad Malen y Kaxawaiñ” remite a una página en alemán que actualmente no funciona. El Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas, ONG chilena de promoción, documentación y defensa de los derechos de los pueblos indígenas, se ofrece en español e inglés. La Organización de Naciones y Pueblos No-representados (UNPO), una organización de pueblos que no están representados en organismos internacionales como la ONU, se presenta en inglés y ruso. El Reseau d’information et de soutien au people Mapuche es un grupo de solidaridad con el pueblo Mapuche con base en Paris, Francia (francés). The Mapuche tokiUNiT Page, que ofrece informaciones de actualidad y sobre la cultura Mapuche, tiene sede en Holanda (español e inglés).
Esta observación nos permite inferir que podría haber importantes intereses internacionales detrás del reconocimiento de tierras mapuches en el sur mendocino (tierras que incluyen riquezas petroleras y minerales). Nos preguntamos: ¿serán esos grandes intereses los que están detrás de las cesiones de tierras a mapuches?Probablemente a esto respondan las siete nuevas resoluciones del INAI que se conocieron el 8 de febrero, en las que se reconocen comunidades wichis, ranqueles, kollas y qom de diferentes provincias. Sin embargo en ninguna de estas resoluciones se les reconoce la ocupación de tierras, tal como sucede cuando el INAI resuelve sobre reclamos del pueblo mapuche.
Conclusión
La documentación histórica no permite considerar al pueblo mapuche como originario de Mendoza. También en los documentos encontramos las denominaciones Chile y Argentina mucho antes de la constitución de los estados nacionales. Los pueblos Puelche y Pehuenche mantuvieron rasgos identitarios a pesar de la imposición de la lengua mapudungun. Finalmente, pareciera haber intereses extranjeros ocultos detrás de las demandas y reclamos mapuches.
Fuente: Infobae