Los planes de Pampa Energía: acuerdo con Gazprom por Vaca Muerta y más M&A en carpeta
El grupo que lidera Marcelo Mindlin busca más oportunidades en generación eléctrica e industria petroquímica. Es una de las opciones a las que destinaría su caja durante este año. Tras la venta de Edenor, quiere concentrarse en sus core: sus 15 centrales y la producción de gas
Mientras avanza en su acuerdo de entendimiento con la rusa Gazprom, Pampa Energía, el grupo energético que lidera Marcelo Mindlin, sigue al acecho de oportunidades de M&A.
Su mira está puesta en dos sectores: activos de generación eléctrica, un mercado en el que el holding es el principal operador del país, y la industria petroquímica, sector que mostró dinámica ascendente en su portfolio de negocios, según reflejó en sus resultados del primer trimestre del año, difundidos un par de semanas atrás.
«Seguiremos reduciendo nuestra deuda corta en pesos, a menos que encontremos otras oportunidades para capitalizar, ya sea a través de M&A o más recompras de títulos», anticipó Gustavo Mariani, CEO de Pampa, en conferencia con inversores, sobre el uso que hará el grupo de su caja este año.
El ejecutivo -mano derecha y socio de Mindlin en las últimas dos décadas- agregó: «Estamos iniciando unos pocos potenciales M&A pero están en una etapa muy temprana. Todos relacionados, obviamente, con la energía. Mayormente, en inversiones vinculadas con la generación eléctrica y con la industria petroquímica».
Aclaró que no hay nada concreto aún. «Hasta ahora, es lo único por decir en eso», concluyó Mariani, quien sucedió a Mindlin como CEO de Pampa a fines de 2018. Mindlin continúa siendo el presidente del grupo. Mariani, antes, era su CFO.
Pampa es dueño de las centrales Nihuiles, Diamante, Pichi Picún Leufú, Loma de la Lata, Güemes, Piquirenda, Piedra Buena (eléctricas), Parque Pilar, Ingeniero White, Genelba, Ecoenergía y Barragán (térmicas). Además, posee los parques eólicos Cebreiro, Pampa Energía II y Pampa Energía III. Sus 15 generadoras le dan una capacidad instalada de 4955 megawatts (Mw), a los que se suman 295 Mw proyectados por sus expansiones, actualmente en ejecución.
En 2020, Pampa se posicionó, por tercer año consecutivo, como el mayor operador eléctrico privado del país, con un 12% de la generación total de la Argentina. A mediados del año pasado, se habilitó el segundo ciclo combinado de Genelba, que demandó una inversión de u$s 320 millones.
En 2020, su negocio de generación facturó u$s 559 millones, cerca de la mitad de los u$s 1071 millones que recaudó Pampa durante el ejercicio. Tuvo un ebitda ajustado de u$s 462 millones y una ganancia final de u$s 139 millones, para un balance en el que el grupo perdió u$s 468 millones.
En tres meses de 2021, aportó u$s 161 millones, con un ebitda ajustado de u$s 115 millones y un resultado neto de u$s 47 millones. Al 31 de marzo, Pampa Energía registró ingresos por u$s 321 millones, 11% superior a los de igual período de 2020, y una ganancia de u$s 39 millones, 2,5 veces más, en dólares, que un año antes.
Además del ingreso en operación del nuevo ciclo combinado de Genelba -y las mayores ventas de gas propio para abastecerla -, una de las razones de la mejora fueron «mayores volúmenes y precios realizados en petroquímica», cosa que también ocurrió con precios de petróleo y gas, informó.
En petroquímica, la facturación sumó u$s 103 millones, contra u$s 73 millones de un año antes. El ebitda ajustado fue de u$s 18 millones, en contraste con una pérdida de u$s 2 millones a marzo del año pasado.
Además de los incrementos de despachos y valores de estireno y poliestireno, la división tuvo costos más bajos de la nafta virgen como materia prima «gracias a la mayor disponibilidad en el mercado local y, en menor medida, a la dilución de gastos operativos nominados en pesos, producto de la devaluación».
Su volumen comercializado creció 13%, empujado por mayor demanda en las industrias de la construcción, resina poliéster, refrigeración y envases, además de mayor exportación de productos derivados de la planta de reforma, caucho sintético y poliestireno.
En diciembre, a cambio de u$s 100 millones, Pampa le vendió el 51% que tenía en la distribuidora eléctrica Edenor a un grupo liderado por Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti. Justificó la operación en su objetivo de concentrarse en sus negocios core: generación de energía y producción de gas. Tiene u$s 200 millones en ejecución en el cierre del ciclo combinado de la central Barragán (Ensenada) y, por su participación en el Plan Gas.Ar., comprometió u$s 250 millones en cuatro años para elevar la producción de sus yacimientos en Vaca Muerta.
En abril, Horacio Turri, director ejecutivo de Exploración y Producción (E&P) de Pampa, firmó un memorándum de entendimiento con Sergey Derkach, encargado de negocios de la embajada de la Federación Rusa en la Argentina, para analizar oportunidades de negocios y alternativas de inversión con Gazprom International, filial de Gazprom, la mayor productora de gas del mundo.
«Es muy temprano para dar detalles porque estamos en una etapa inicial. La excelente noticia es que una compañía internacional como Gazprom desea dedicarle tiempo a analizar oportunidades de inversión en la Argentina», le explicó Mariani a sus accionistas.
«Por eso es que estamos trabajando con ellos. Estamos compartiendo información; ayudándolos a entender las nuevas oportunidades que vemos en el mercado argentino del gas natural. Pero estamos en una fase inicial de la conversación. Hasta ahora, sólo se firmó un acuerdo de confidencialidad», amplió.
«¿Ven un mayor apetito de inversores extranjeros por el sector de oil & gas de la Argentina», le preguntó un analista de Morgan Stanley.
«No realmente», respondió Mariani.
«Pero Gazprom es la primera compañía internacional que se acercó a nosotros. No puedo decir que haya un crecimiento del apetito de los inversores internacionales. Definitivamente, hay interés de Gazprom. Pero no puedo afirmar que sea una situación generalizada entre los inversores internacionales», remarcó.