Los subsidios para pagar la factura de electricidad crecen más que el promedio del gasto público
El congelamiento de las tarifas de luz y gas está teniendo impacto en las cuentas públicas. Los subsidios a la electricidad están creciendo entre dos y tres veces más rápido que el resto del gasto público.
El Gobierno dispuso un congelamiento tarifario hasta fin de año. No subirán las boletas de luz y gas. El Estado se hará cargo de los mayores costos.
El gasto público creció más de un 73% internanual este año: de $ 1,74 billones en el primer semestre del 2019 a más de $ 3 billones. Pero la trayectoria de los subsidios energéticos muestra una aceleración mayor. Las transferencias a Cammesa, la empresa mayorista del sistema eléctrico, escalaron más de 240%. En la primera mitad de 2019, eran de $ 36.000 millones y ahora saltaron a $ 125.746 millones.
Cammesa le paga a las generadoras eléctricas. Estas le entregan a las distribuidoras, que llevan el despacho a domicilios y comercios. Los costos de generación eléctrica están en dólares. La suba de tarifas -de 2016 hasta febrero de 2019- permitió que las facturas cubrieran una mayor parte del costo. Desde el congelamiento, que arrancó en febrero de 2019, ese proceso se comenzó a revertir.
En febrero de 2019, la administración anterior calculaba que las facturas podían llegar a pagar cerca de un 70% del costo eléctrico. Pero eso fue cuando el dólar estaba a menos de $ 41. Con la depreciación del peso, lo que están pagando los clientes con sus boletas estaría llegando a cubrir la mitad de los costos.
Las subvenciones a las tarifas eléctricas no solo suben en pesos. También son hasta un 19% más altas mensuales que en 2019 en dólares.
“Los subsidios eléctricos representan un 85% del total. Crecen los costos de generación, pero no crece el precio que paga la demanda, por las tarifas congeladas. Además, hay baja cobrabilidad de las distribuidoras”, advierte Julián Rojo, economista del IAE General Mosconi, especializado en temas de energía.
Cammesa ya requirió financiamiento por US$ 2.320 millones, lo que representa un incremento del 19% en esa moneda. “Esta dinámica en el comportamiento de los subsidios a Cammesa, desde abril, responde a las crecientes necesidades financieras derivadas de tres factores: la brecha entre costos y precios de la energía; la baja cobrabilidad de las distribuidoras por el aislamiento social que derivan en deudas con CAMMESA y el pago de deudas de CAMMESA con generadoras durante el periodo”, puntualiza el especialista.
Como no hay presupuesto 2020, la asignación de subvenciones para las tarifas no tiene una cifra fija.
“Hay mayores subsidios por $ 85.781 millones en los acumulados de enero a junio de 2020 respecto a igual periodo de 2019. Tomando la cotización del dólar mayorista promedio del periodo, los subsidios energéticos sumaron aproximadamente US$ 2.620 millones en el primer semestre de 2020”, detalla Rojo.
En contrapartida, hay ahorro fiscal por el lado del gas. Ieasa, la empresa estatal que compra el gas importado, se está beneficiando de una caída de precios de ese insumo a nivel internacional. Hay un menor desembolso por ese concepto.
“Todo lo que se decida en subsidios no está incorporado en el presupuesto y por lo tanto es excesivamente discrecional al menos para este año”, analiza Rojo.
El Gobierno estudia un plan de estímulo al gas. El esquema también demandaría subsidios estatales, ya que el Poder Ejecutivo no quiere aumentos en las boletas de gas. Los productores de gas reciben US$ 2 por millón de BTU (la unidad de referencia del sector). En el sector dicen que necesitan US$ 3,5 por millón para encarar inversiones. La diferencia entre lo que cobran ahora y lo que quieren percibir la cubriría el Tesoro.
Fuente: Clarín.