El país comenzó a importar más energía en 2011 en comparación con su exportación, excepto un corte de tiempo durante la pandemia.

Finalmente, el proyecto Vaca Muerta avanza hacia revertir el déficit comercial relacionado con la energía y devolver a Argentina al estado superavitario que tenía antes de 2011.

Después de 12 años en los que se importó más energía de la que se exportó, el año 2023 terminó casi exactamente en un estado de equilibrio.

El año pasado, el déficit de 4.312 millones de dólares del 2022 fue reducido por 47 millones de dólares en la balanza de dólares de la energía.

El resultado final es consecuencia de un importante diciembre que arrojó un saldo positivo de 371 millones. Con cinco meses consecutivos de superávit, es evidente que 2024 será sin duda recordado como el año en el que de vuelta el balance energético comercial.

Este es un punto crucial en la economía argentina que renunció a su fuerte motor generador de divisas extranjeras, que lamentablemente se convirtió en una muleta que exacerbó la necesidad de dólares.