Martín Guzmán estudia cambios para que las petroleras puedan disponer de los dólares de sus exportaciones
Habló de “adaptar regulaciones”. Las petroleras quieren invertir en Vaca Muerta, pero reclaman más libertad para las divisas que generan por sus ventas al exterior. Hoy están obligadas a liquidarlas en el mercado local al tipo de cambio oficial.
Martín Guzmán estudia cambios para que las petroleras puedan disponer de los dólares de sus exportaciones
En un viaje inesperado, el ministro de Economía Martín Guzmán participó entre el miércoles y ayer de un encuentro energético en Houston (Estados Unidos). Con el precio del petróleo tocando máximos no vistos desde 2008, el funcionario pareció hacerle un guiño a las petroleras. «Se pueden hacer cosas y esperamos hacerlas en las próximas semanas, en términos de adaptar algunas regulaciones de la cuenta de capital de un modo que se adapte a las características del sector energético», expresó.
Las petroleras miran con apetito a Vaca Muerta y sus inmensos recursos. Sin embargo, no están dispuestas a hundir inversiones si no tienen asegurado un acceso al mercado de cambios (MULC), del dólar oficial. O disponer libremente de los dólares que consiguen por sus exportaciones, sin verse obligadas a liquidarlos al cambio oficial en un lapso que no puede superar los 10 días desde que se hacen de las divisas. Las palabras de Guzmán parecen hacerse eco de esa inquietud. Básicamente, el sector quiere tener seguridad de que puede disponer de las divisas que genera.
Durante 2021, el Gobierno trabajó un proyecto de ley de inversiones en el sector hidrocarburÍfero. Allí prometía cierta disponibilidad al mercado cambiario a las petroleras que exportan. La secretaría de Energía podía asignar libertad sobre un rango del 20% al 50% de los dólares de exportación. Pero esa disponibilidad estaba atada a la producción «incremental», es decir que solo se podía asignar si la petrolera ya venía con una base de producción.
Algunas petroleras locales discrepaban con ese proyecto. Pero mayor fue el desacuerdo de las internacionales, en especial de aquellas que miran Vaca Muerta pero aún no hundieron los miles de millones de dólares que podrían hundir con mejores condiciones. «Que nos permitan libre disponibilidad por un 35% de lo que producimos», dicen en off the record.
En las compañías internacionales fueron más concretas. Aquellas que tienen sede en Houston -la capital energética de Estados Unidos- le hicieron llegar a Guzmán que quieren que les permitan disponer libremente de al menos el 50% de los dólares que facturan.
En las empresas no prendió la idea de «producción incremental». Es decir, que les dejen exportar si superan los volúmenes de años anteriores. «A una empresa nueva eso no le sirve. Y tampoco a una compañía que no le cerraba el barril a US $60 pero que si quiere perforar con un barril a US$ 120», detalla una fuente del sector.
El proyecto anterior dejaba en manos de la secretaría de Energía la posibilidad de exportar. Algo que no comulga con los inversores, que solicitan libre disponibilidad de su petróleo y las divisas que eso genera.
El viaje de Guzmán y su comitiva a Houston sorprendió al sector. Delegaciones de petroleras que estaban allí se enteraron un día antes de la visita.
«La crisis internacional golpeó en el corto plazo es a través del aumento en el precio del gas, lo que eso significa para las importaciones y para la balanza comercial», expresó Guzmán a través de un comunicado. La salida de divisas que puede provocar el encarecimiento del gas podría poner en jaque todo el entendimiento con el FMI (ver recuadro).
«Estamos avanzando con la normalización de la situación balanza de pagos, y vamos estar en una posición más sólida en lo que respecta a reservas de divisas. Se pueden hacer cosas y esperamos hacerlas en las próximas semanas, en términos de adaptar algunas regulaciones de la cuenta de capital de un modo que se adapte a las características del sector energético. Estamos trabajando en eso», enfatizó.
Fueron las palabras que el sector esperaba. Acceso al dólar, sin «producción incremental» y otros requisitos es lo que piden las petroleras internacionales en diálogo con las locales. YPF posee la mayor participación en Vaca Muerta. Las grandes internacionales suelen conversar con la compañía de mayoría estatal sobre posibles asociaciones.
«Tenemos enormes oportunidades en lo que respecta al desarrollo del sector energético, tenemos a Vaca Muerta en Argentina y esto nos hace más conscientes de la importancia de desarrollar el sector energético a mayor escala. Vemos oportunidades importantes para el mediano plazo y ahí es donde queremos poner los esfuerzos en un momento singular para la economía», remarcó Guzmán.
La situación internacional «es un problema en el corto plazo, porque nosotros importamos gas, pero es verdad que tenemos el potencial para aumentar significativamente la producción de gas en el país y convertirnos en exportadores, y es algo que debemos hacer», destacó el ministro.
Argentina posee gas sin explotar en Vaca Muerta que supera largamente sus necesidades de consumo. El problema es que no hay cómo evacuarlo del yacimiento. Hay un cuello de botella en el transporte de ese gas a las principales ciudades y los puertos. Las compañías no desembolsan dinero, porque después no pueden despachar el gas que extraen.
«Estamos avanzando en la construcción de un nuevo gasoducto que conectará el sur del país con el norte. Y esto aumentará la capacidad de transporte. Como resultado, esto le permitirá al país mejorar la escala de producción, específicamente en Vaca Muerta», marcó Guzmán. «El otro objetivo estratégico es el desarrollo de GNL. Y nos preguntamos qué sucedería si ahora Argentina produjese GNL en este contexto particular, y tenemos Vaca Muerta, entonces, necesitamos de infraestructura»,
«Lo que está pasando a nivel geopolítico está provocando un shock de términos de intercambio positivo, en el sentido de que los commodities que exporta nuestra región, que exporta Argentina en particular, aumentaron sus precios relativos. Ese es el caso de la soja, el trigo, el maíz, y eso es bueno para la estabilidad de la balanza de pagos, pero también ejerce presión sobre la inflación», señaló Guzmán.