Unas 19 operadoras locales están en una situación crítica, ante la decisión de la empresa estatal de parar las compras de petróleo.

La situación del mercado de hidrocarburos en la provincia no escapa a la crisis económica que manifiestan la mayoría de las actividades económicas, como daño colateral del “aislamiento social, preventivo y obligatorio”. Muchas empresas del sector temen que el parate de la producción signifique para las más pequeñas dificultades para ponerse en marcha cuando la demanda se reactive o en algunos casos podría significar la quibra.

Es que desde principios de abril que YPF, le comunicó a las operadoras independientes que se dedicaría a refinar su propia producción, y eso dejó a alrededor de 19 operadoras locales sin posibilidades de vender. 

Ante esta situación, el Gobierno le envió una solicitud a la petrolera para que “en el término de 72 horas” -desde el 14 de mayo- busque “un acuerdo con las demás operadoras de la Provincia de Mendoza, que tenga como objeto prorratear entre todos los productores del mercado de petróleo crudo de la refinería de Luján de Cuyo, de modo proporcional a las compras de petróleo crudo realizadas en el mes de diciembre de 2019 (…), a los efectos de que todas las operadoras de la Provincia de Mendoza puedan mantener el volumen mínimo de producción requerido para continuar operando mientras dure la situación excepcional generada por la pandemia COVID-19”.

El pedido se encuentra en estudio por parte de YPF, y señalaron a Los Andes, que por el momento no pueden comunicar ninguna decisión al respecto.

Los activos petroleros

Según explicó Emilio Guiñazú Fader, subsecretario de Energía y Minería de la provincia, la solicitud a YPF es para que la empresa “altere su comportamiento, que hasta ahora es autoabastecerse de petróleo” en pos de cuidar los activos petroleros.

El funcionario destacó que Mendoza tiene como activos sus yacimientos, pero también los contratos de concesión, y el entramado de servicios petroleros, y estos dos últimos factores se están viendo afectados por la decisión de la petrolera de participación mayoritaria estatal.

“Cuando analizamos el daño que se está produciendo, vemos que hay pozos que están parando o que ya pararon,y cuando se quiera reiniciar la actividad, se requerirán operaciones caras. Sin actividad, las tuberías se llenan de parafina, los equipos se dañan, y cuando la demanda se active, esperamos que las operadoras pequeñas puedan arrancar”, agregó.

Guiñazú explicó que en los últimos cinco años se trabajó para sumar actores a la explotación de petróleo local, evitar la concentración de empresas, y permitir que pequeñas y medianas compañías exploten “yacimientos maduros”, que no llaman el interés de las grandes compañías por su potencial de extracción. “Esas pequeñas empresas que estuvimos atrayendo, es probable que desaparezcan, o se fundan, si no intentamos mantenerlas a flote”, destacó.

En cuanto a YPF, Guiñazú señaló que no es deseable reclamarle a la empresa que compre, se trata de una intervención del Estado que prefieren evitar en circunstancias habituales, pero “dada la situación de excepcionalidad”, se apela a la buena voluntad de la compañía.

La petrolera trabaja cerca del 70% de su capacidad, pero llegó a operar al 50%, por lo que desde la subsecretaría de Energía entienden que se ve una recomposición de la situación que le permitiría repartir las cargas, y evitar que las pymes locales quiebren.

“Vemos que ya está repuntando la actividad, de a cuerdo a los volúmenes de petróleo que están entrando a la refinería, cuya capacidad es de alrededor de 17.000 m³, y estaría en el orden de los 13.000 m³ diarios, cuando cayó la demanda no sabíamos cuál iba a ser el punto más crítico de la crisis, hoy sabemos que se ha superado el peor momento”, indicó el subsecretario.

Otra alternativa, sería la de buscar recursos legales, dada la posición dominante en el mercado de YPF, pero el funcionario señaló que apuestan a conversar entre las partes, dado que “a YPF también le conviene mantener proveedores, y tener una cartera diversificada de ellos”.

Producción petroleras

Si se analizan los actores de la producción provincial, surge que, del total de la producción de Mendoza, aproximadamente, el 65% lo produce YPF SA, 23% Pluspetrol SA y el resto de las operadoras que suman once empresas, se reparten el 12% de la producción total. En materia de refinación, Mendoza cuenta con la refinería de Luján de Cuyo, de propiedad de la misma YPF SA, que tiene una capacidad de procesamiento de petróleo crudo de más de 16.700m3 /día. Y a la misma se destina el 90% de la producción.

En este marco, Hugo D’Agostino, presidente de la Cámara Mendocina de Empresas de Servicios Petroleros, explicó que se han mantenido conversaciones con el Gobierno provincial para solicitarle que se les permita al resto de las operadoras “tener un mínimo de actividad, de manera que algunos servicios puedan normalizarse”.

“Existe un protocolo que se venía utilizando, generalmente se le compraba a todas la producción porque entre todas se reunía el 12% de lo que se produce en total, y el resto del cupo lo cubrían YPF y Pluspetrol. Pero si no se compra, va a llegar un momento en que las operadoras pequeñas van a tener que cerrar pozos y eso trae aparejado costos altos para su posterior puesta en servicio”, indicó el empresario.

Por otro lado, D’Agostino señaló que YPF “tiene un problema de caja importante”, y no está pudiendo hacer frente a las erogaciones con la frecuencia con que lo venía haciendo. “Ocurrió lo mismo con los pagos de abril, y está sucediendo en mayo, cuando normalmente, en general, la empresa respetaba los pagos a 30 días”, agregó.

Finalmente, Javier Basso, director financiero de la petrolera Aconcagua Energía señaló que a principios de abril, cuando se les comunicó desde YPF que pasarían a autoabastecerse y, por lo tanto, dejarían de comprarles la producción, debieron “minimizar el paro de los yacimientos y hacer acopio”, porque parar tendría un costo muy alto que luego les significaría sumar otros tres meses más de trabajo, sin obtener petróleo.

Fuente: Los Andes.