Están comprendidos en el polígono de Malargüe Distrito Minero Occidental. Al estudio lo hará la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael.

El director de Minería, Jerónimo Shantal, dio un paso clave para que avancen 34 proyectos mineros de exploración en Malargüe. Firmó la resolución para pedirle a la UNCuyo que haga el estudio técnico de impacto ambiental de esas iniciativas que están en el polígono de Malargüe Distrito Minero Occidental. Ese documento será el que más tarde se discuta en la Legislatura, de donde debería salir el aval que exige la ley 7.722.

Este jueves se conoció la letra de la resolución de inicio en la que figuran los 34 proyectos. El estudio de impacto ambiental iba a hacerse sobre 29 proyectos, pero en las últimas semanas se sumaron 5 más que se incluyeron en esta primera.

Los encargados de corroborar que efectivamente esas iniciativas no perjudicarán su medio ambiente serán los profesionales de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de San Rafael, que en principio deberían tomarse 15 días hábiles para dar sus opiniones.

Según consta en la resolución, dado que quien propone hacer ese estudio es la empresa estatal Impulsa, ella deberá costear el análisis técnico que está valuado en $8 millones.

Una vez que se conozcan los detalles del estudio de la FCAI de la UNCuyo, ese documento se girará a todas las entidades involucradas o que pudieran ser afectadas por alguno de esos proyectos para que den sus propios dictámenes.

En ese listado figuran la misma comuna de Malargüe, el Departamento General de Irrigación, la Dirección de Áreas Protegidas, de Hidráulica, de Patrimonio Cultural y Museos, de Transición Energética, de Ganadería y de Biodiversidad. También se notificará al Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y a la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial.

Todos ellos también tendrán 15 para dar sus dictámenes. Una vez que se cumpla esa fecha, toda la documentación que surgiera del estudio y los dictámenes deberían estar disponibles en la página de la Dirección de Minería para que cualquier interesado pueda consultarlos.

Si no hay objeciones, entonces se emite la Declaración de Impacto Ambiental, que es una especie de manual de recomendaciones sobre cómo trabajar en esos proyectos mineros, y ese documento final será el que recalará en la Casa de las Leyes.

Si ese respaldo político se concreta, entonces esos 34 proyectos mineros podrán comenzar las tareas de exploración en la zona oeste de Malargüe.

El «Dibu» y varietales de vinos, entre los nombres de proyectos mineros

Este fin de semana se conoció que entre los titulares de estos primeros 34 proyectos mineros que podrían conseguir su Declaración de Impacto Ambiental en breve hay un 80% de inversores mendocinos y en el 20% restante están extranjeros que tienen apoderados locales y que ya analizan el nivel de sus futuras inversiones.

Entre los proyectos locales aparecen las firmas Agaucu, Concina y Apeleg. Mientras, como inversores extranjeros figura la firma Hanaq (de origen chino), una multinacional con más de 50 concesiones de metales básicos y preciosos en Argentina, que habría solicitado ahora unos 20 permisos de exploración en ese polígono malargüino.

A ella se adosan también la firma de exploración minera Cóndor Prospecting (de Jason Guard, de origen australiano) y Ontario, una firma canadiense.

En la resolución de inicio, donde figuran los proyectos que buscarán la declaración de impacto ambiental, aparecen creativos nombres que van desde referentes de la Selección Nacional de Fútbol hasta varietales de vinos y costumbres argentinas.

Sólo por citar algunos, entre esos proyectos de fanáticos futboleros resaltan «Campeones», «Dibu», «Papu» y «El Toro» en referencia al arquero Emiliano «Dibu» Martínez, Alejandro «Papu» Gómez y Lautaro «El Toro» Martínez.

También hubo algunos más volcados al mundo vitivinícola que bautizaron sus proyectos como Malbec y Merlot-Sirah, y otros que prefirieron honrar una costumbre como «Mate amargo».