Minería: ¿por qué el cobre, y no el litio, es la principal promesa generadora de divisas de la Argentina?
Cerca de 2.000 empresarios, profesionales, proveedores y funcionarios ligados a la minería se dieron cita en el encuentro anual Oro-Plata que cierra el año de eventos mineros y al que en su edición 17 se sumó el Cobre, mineral que -más allá del “boom” del litio- apunta a ser el principal filón de inversiones, empleo, producción y exportación minera de la Argentina en los próximos años.
El país hoy cuenta con 8 proyectos cupríferos que hacia 2030 podrían aportar USD 10.000 millones de exportaciones anuales, proyectó Michael Meding, director de McEwen Copper y a cargo del emprendimiento “Los Azules”, de la canadiense McEwen Mining, en San Juan.
Pese a las desventajas económicas que hoy tiene la Argentina (inestabilidad macro, controles cambiarios y de capital, trabas para importar, inseguridad jurídica, etc.) Meding contó que en los últimos 2 años logró levantar USD 397 millones en financiamiento para Los Azules, señal del interés que despiertan la geología y las oportunidades mineras del país.
Del triángulo del litio al cobre sanjuanino
Así como Catamarca, Salta y Jujuy conforman el “triángulo” argentino del litio, que este año aportará cera de USD 1.000 millones de exportaciones (cerca de un cuarto de las exportaciones mineras totales) San Juan alberga 5 de los 8 proyectos de cobre que, en distintas fases, hay actualmente en el país: amén de Los Azules están El Altar y El Pachón, en el sur, y Josemaría y Filo del Sol, en el norte provincial. A ellos se suman los proyectos Mara en Catamarca (cercano a lo que fue La Alumbrera), Taca Taca en Salta y, en escala más reducida, San Jorge en Mendoza.
El mundo demanda actualmente 25 millones de toneladas de cobre, de los que unos 5 millones provienen del reciclado y otros 5 a 6 millones anuales provee Chile, el principal productor mundial del mineral más requerido de la transición energética, pues está en las baterías y en todas las etapas de la electrificación. Le siguen Perú, el Congo, China, EEUU y Rusia, todos con producciones superiores al millón de toneladas anuales, más una miríada de países por debajo de esa marca anual.
Meding, quien subrayó que Los Azules no apunta a exportar concentrado, sino placas de cobre, de mayor valor agregado, estimó que para 2050 se necesitarán 40 millones de toneladas del mineral y que en conjunto, 7 u 8 operaciones cupríferas en la Argentina podrían proveer entre 800.000 y 1,2 millones anuales, que hasta podrían superar la producción anual de La Escondida, el principal yacimiento cuprífero del mundo, aunque todavía muy lejos de la producción total de Chile.
Mucho antes, la aceleración de las inversiones supondría un ingreso de dólares y una movilización de empleo, actividad y construcción de infraestructura de alto impacto en las economías provinciales.
Palabra de gobernador
“Cuenten conmigo; nuestro destino no lo sabemos, pero nuestro futuro podemos hacerlo”, fue el mensaje del gobernador electo de San Juan, Marcelo Orrego, a los empresarios y asistentes al evento, organizado por Panorama Minero en el Golden Center de Parque Norte y en el que Roberto Cacciola, nuevo presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y distinguido como empresario minero del año, resumió el desafío del sector: “transformar el potencial en realidad”.
“Para conseguir todas las inversiones que necesitamos te tienen que creer”, explicó a Infobae Miguel Soler, ministro de Energía de Jujuy y presidente del Consejo Federal de Minería (Cofemin). El desafío abarca a las empresas, pero arranca con el gobierno nacional y se extiende a provincias y municipios e involucra, por cierto, al trabajo. Héctor Laplace, secretario de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), dijo que el sindicato “no pondrá palos en la rueda”, pero “no está dispuesto a resignar conquistas”.
A lo largo del evento, se reiteró el énfasis en seguridad jurídica, estabilidad macro, fin a las restricciones cambiarias y de capital y respeto a la legislación de base (leyes de minería y de inversiones mineras) que Manuel Benítez, presidente de la Cámara de Proveedores Mineros (Capmin), consideró buena, aunque haya incumplimientos ocasionales.
Quién estará a cargo de la Secretaría de Minería fue una incógnita que permeó el ambiente, en el que no solo empresarios sino también embajadores extranjeros identificaron varias cuestiones a resolver.
Cacciola, de CAEM; que trabajo 30 años en Minera Aguilar y los últimos 12 en Minera Santa Cruz, reseñó un 2023 “atravesado por la coyuntura” en el que igualmente la minería alcanzó los 100.000 empleos (entre directos e indirectos), pagó impuestos por $340.000 millones y generó exportaciones por USD 4.000 millones, 10 veces lo que importa en equipos, insumos y servicios.
En los últimos años, subrayó a su vez Fernanda Ávila, saliente secretaria de Minería, se anunciaron inversiones por USD 17.300 millones, el empleo directo pasó de 30.807 personas en julio de 2020 a 39.662 en julio de 2023 y 1.540 empresas se inscribieron en el registro federal de proveedores mineros.
Los casos de Australia y Canadá
¿Cómo hizo su país para ser potencia minera y agroindustrial a la vez?, le preguntaron a Simon Twisk, embajador de Australia en la Argentina. “La minería y el sector agropecuario conviven hace 150 años y se desarrollaron en paralelo, no hay conflicto. Nuestra producción agrícola es similar a la de ustedes”, respondió el diplomático.
En minería, en cambio, la diferencia es abismal: en Australia el sector genera 300.000 empleos directos, exporta casi USD 300.000 millones anuales, paga USD 30.000 millones al año en impuestos federales, en los últimos 10 años generó USD 75.000 millones en royalties a los estados mineros y tiene un sector METS (siglas en inglés de equipos, servicios y tecnología minera) global, que “juega” en todo el mundo.
“Para que la minería progrese -amplió Twisk- Argentina debe mejorar su macroeconomía, remover controles cambiarios y de capital, tener una tributación estable y competitiva, licencia social, altos estándares ambientales y laborales e invertir mucho en transporte y energía”.
Parecido fue el mensaje de Reid Sirrs, embajador de Canadá, otra potencia minera, cuando se le preguntó cómo atraer inversión. Hasta hizo un punteo: base legal, buena macro, flujo libre de monedas, acceso a capital y mercados (Canadá tiene 51 Acuerdos de Libre Comercio, precisó), calidad de la fuerza de trabajo, buena infraestructura y, corolario de todo lo anterior, costos competitivos.
Matthew Stokes, agregado comercial de la Embajada de EEUU en la Argentina, en representación del embajador Marc Stanley, que organizó el tramo político de la reciente gira de Javier Milei por el país del norte, destacó el interés de las empresas norteamericanas en la minería argentina. “EEUU es un socio natural para la Argentina en los sectores energético y minero; queremos traer proveedores y hay fabricantes de baterías y automotrices muy interesados en la Argentina y en trabajar en el agregado de valor”, destacó.
Según Stokes, la demanda global de cobre y litio se mantendrá en los próximos años “y la Argentina está bien posicionada para aprovecharla, pero se requiere un esfuerzo sostenido en años y mucho capital”.
La clave, subrayó, es un marco regulatorio atractivo y estable, buscar socios de largo plazo y tener en mente que en 15 años los “minerales críticos” de la actual transición pueden ser desplazados por el Hidrógeno. “Ahora es el momento de actuar”, remató.
En su presentación sobre el contexto geoestratégico y de economía internacional, Felipe de la Balze había reseñado la competencia entre China y EEUU para concluir que Argentina, aunque pertenece política y culturalmente a Occidente, es un “mini-trader global”, pero no debe cruzar “líneas rojas”.
No es problema, dijo De la Balze, proveer litio o cobre a China, pero sí involucrarse con ella en temas de seguridad o facilitamiento militar, construcción de puertos, sistemas de comunicación y cables transoceánicos.
Santa Cruz, en problemas
Así como el cobre concentra gran atención, preocupa el corto horizonte de las operaciones activas de oro y plata, en particular en Santa Cruz, la principal exportadora de oro y plata del país. Si no se desarrollan nuevos proyectos y no se extiende la vida de las operaciones existentes, hacia 2030 la provincia patagónica podría perder uno de los principales sostenes de su economía.
La aparente angurria por regalías del entrante gobierno de Santa Cruz, a cargo de Claudio Vidal, secretario del sindicato de petroleros de la provincia y exaliado del kirchnerismo, que estaba agendado, pero no concurrió al evento, fue parte de los corrillos. Un dirigente y empresario minero dijo a Infobae que el problema no es Vidal, sino uno de los funcionarios que designó para el área.
Meding, de McEwen, dijo que pese a sus desventajas macroeconómicas, la minería argentina es atractiva, porque en relación a países como Chile y Perú tiene menos brechas sociales. Estas, dijo, son más difíciles de resolver.
Corredor bioceánico
Rolando Dávila, presidente de la Cámara Chileno-Argentina de Comercio, resaltó a Infobae la decisión del presidente chileno, Gabriel Boric, de enviar nuevamente como embajador a Buenos Aires a Antonio Viera-Gallo, que ya ocupó la legación entre 2015 y 2018.
Viera-Gallo asumirá este martes con la idea de activar el proyecto del Túnel de Agua Negra, entre San Juan y la región y el puerto de Coquimbo, en Chile, que podría darle a la producción local salida al Pacífico y, con otras inversiones, ser el extremo occidental de un “corredor bioceánico” de largo paso por territorio argentino y la otra punta en Porto Alegre (Brasil), sobre el Atlántico.
El proyecto ya tiene el visto técnico y un crédito de USD 1.500 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Es una obra clave para San Juan y para la Argentina y podría contribuir al “desafío” que planteó Roberto Cacciola: transformar tanto potencial en realidad.
Fuente: Infobae
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