“No podemos mover la silla cada 6 meses”
Daniel Kokogian, director de CGC, es una voz de referencia en el sector hidrocarburífero. Aboga por políticas energéticas de mediano y largo plazo, sin cambios abruptos como en los últimos años. Advierte que la referencia para atraer inversiones no puede prescindir de los valores internacionales. Pide la continuidad de precios de incentivo para tight gas de la Cuenca Austral.
El director de la Compañía General de Combustibles, Daniel Kokogian, analiza en esta entrevista exclusiva con SCP los desafíos del país en materia energética, abogando por hallar un punto medio entre la necesidad de seguir perforando y produciendo, pero al mismo tiempo sin restringir el acceso al consumo energético de la sociedad. “El problema no es la referencia del dólar, sino lo que pasa con el dólar”, afirma el ejecutivo que conduce una de las operadoras que adquirió un fuerte protagonismo en la provincia de Santa Cruz. También admite la necesidad de que continúen los incentivos para el gas de áreas No Convencionales (NOC).
– ¿Qué espera de la política energética que comenzará el 10 de diciembre?
– Uno esperaría que gradualmente se salga del congelamiento e ir buscando un nivel de equilibrio… Hay dos puntas a trabajar. Una es la necesidad de seguir perforando y produciendo para no perder el autoabastecimiento en petróleo, además de no perder lo que se alcanzó en materia de gas. Como segundo objetivo, a mediano y largo plazo, está toda la posibilidad de terminar exportando hidrocarburos a gran escala. Son dos etapas. Hoy lo primero es encontrar una estabilidad que permita retomar la actividad, ya que en el último trimestre hubo un stand by para ver cuál era el escenario, una incertidumbre política que se debe despejar. Ahora, ¿cómo se saldrá? La regla de oro, si queremos atraer inversiones, es que la referencia es el valor internacional. Podemos discutir si nos gusta o no, pero si queremos ser jugadores globales en petróleo y gas, la moneda de cambio es el dólar.
– ¿No es posible desdolarizar el mercado, como se comenta entre los supuestos objetivos del nuevo gobierno?
– Se plantea desdolarizar tarifas, pero también mantener la actividad, eso es lo que yo escucho, o no transferir todo el peso de ese costo a las tarifas. Hay una realidad: se demostró que si transferimos el 100% de dolarización de los costos, se generan conflictos porque las tarifas se van a un nivel en que mucha gente no puede pagar, aunque los niveles de morosidad son bajos. Lo mismo pasa con los combustibles, que en 2017, cuando empezaron a subir con el dólar, extrañamente aumentó el consumo de naftas Premium. Ahora lo que genera el descalce no es el dólar, sino lo que ocurre con el dólar. Si en un año varía 30 a 60 pesos, ¿cómo hacemos para manejar eso? Todos los países se manejan con el dólar como referencia, no habría nada de raro, salvo que no todos tienen devaluaciones del 100% en un mismo año, ni tampoco la sufren cada dos o tres años como nosotros.
– Analistas cercanos a Alberto Fernández cuestionan que los precios energéticos en el país, como los combustibles, se fijan siguiendo parámetros internacionales como si hubiera que importarlos, como el caso de Uruguay, que no tiene petróleo.
– Bueno, sí, es una posición, Venezuela seguro también se maneja de esa forma: tienen los combustibles más baratos de un ranking de 30 países (nosotros hoy estamos en el puesto 25), pero ellos implosionaron en su producción de petróleo. Yo lo entiendo, parecería lógico: ‘por qué voy a tener aquí precio internacional, si yo lo estoy produciendo’ (al petróleo o al gas). Analizado así, parecería que es un escenario correcto, no debería costar lo mismo que un país que no tiene nada. Con esas reglas, la otra cuenta a realizar es cómo va la inversión… ¿va a venir de afuera la inversión? Ahí ya no sé cuál es la respuesta. No digo que no, a lo mejor sí, pero yo a priori diría que si alguien que va a invertir, supongamos, 1.000 millones de dólares en un país que le dicen hoy se maneja con la referencia internacional, estos son los impuestos y estos los costos. El inversor evaluará sus riesgos y decidirá. Ahora, si le movemos la silla cada seis meses… ¿vienen a invertir? Ojo, no es sólo por el gobierno que vaya a venir. El gobierno actual también movió la silla cada seis meses, son varios años de inestabilidad.
Hallar el equilibrio
Para Kokogian, el desafío es encontrar el equilibrio entre las dos metas, tanto para garantizar un escenario estable para atraer inversores como para asegurar que los productos energéticos puedan resultar accesibles en el mercado interno, sin que esto implique una política de subsidios indiscriminados.
“Si queremos desarrollar a full nuestros recursos, habrá que encontrar de qué manera se mantienen los valores en dólares para los productores y de qué forma impacta eso en el bolsillo interno. Yo no tengo la respuesta, pero estoy dispuesto a escuchar todas las propuestas. Como alguien que trabajó toda la vida en el sector, puedo decir que será muy difícil el desarrollo de los recursos transformados en reservas si no hay una referencia clara como el valor internacional. Tal vez podemos pensar alternativas, por ejemplo, tomemos el 80% del WTI o el 80% del Brent, con una diferencia que represente el beneficio de poseer recursos. Pero la referencia internacional debe estar, de lo contrario, el parámetro para el mercado se transforma en el humor del ministro de Economía de turno”.
Además, recuerda el ejecutivo, si bien es cierto que una parte de los costos de producción del petróleo se fija en pesos, como los salarios, “todo el resto se maneja en dólares: los equipos de perforación, los servicios, etc.”.
Precios para los NOC en la cuenca Austral
– De cara a la Resolución Nº 46 (NDR: un sistema de incentivos de precios para el gas extraído con técnicas no convencionales), ¿es indispensable que continúe vigente para seguir el desarrollo de los NOC en la cuenca Austral?
– La medida fue absolutamente positiva para la actividad en la cuenca Austral. Nosotros teníamos los planes y cuando salió la resolución, nos permitió arrancar. Es necesario que continúe un sistema que asegure un precio competitivo. Ahora bien: si no es de 6 o 7 dólares por millón de BTU, ese precio tampoco es de 2 o 3 dólares. Se tiene que discutir y hallar ese valor, que debe estar en el medio. Yo siempre digo que la diferencia entre recurso y reservas es que el primero es un volumen medible, pero no permite ganar plata. Se transforma en reserva cuando se puede explotar y generar renta. De lo contrario, no hay producción. El precio para los NOC debe adecuarse a esa condición. Si no, no se puede perforar, algo que en las áreas NOC no es posible, porque la declinación es abrupta si no se perfora. Si dejaste de perforar, de un año a otro la producción cae un 60%.
– ¿No cabe, en el caso del gas, aplicar la referencia de precio internacional (que en este momento está por debajo de 2 dólares en algunos mercados de referencia)?
-En el gas es distinto, no es tan claro como en el petróleo. En el gas hay un valor regional, pese a que en los últimos años, con el LNG (gas natural licuado) que se transporta en los barcos tanques, hay un valor internacional. De todos modos, habría que discutir qué porcentaje del gas se mueve en LNG.
– ¿Será posible exportar gas?
– Acá se habla de Vaca Muerta, de que vamos a exportar grandes cantidades, pero hoy estamos importando gas en el invierno y sobra en verano. La verdad es que los deseos de transformarnos en un jugador global son magníficos, pero todavía no veo la luz al final del túnel, al menos yo no la veo. Es bueno tener estrategias de largo plazo, pero necesitamos resolver los problemas que enfrentamos a la vuelta de la esquina.
Fuente: La Opinión Austral.