Nuevo gasoducto desde Vaca Muerta es insuficiente para ambicioso plan argentino de gnl: expertos
El gasoducto que recientemente inauguró Argentina de Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires es clave para reducir importaciones de gas y exportar a países vecinos, pero todavía faltan millonarias inversiones para convertir al país en proveedor mundial del combustible, dijeron expertos.
La obra que une la segunda reserva de gas no convencional del mundo -en la provincia de Neuquén- con Buenos Aires es esencial para reducir el déficit energético del país, que ha generado una escasez de divisas que acabó profundizando la crisis financiera doméstica.
Con la puesta en marcha del primer tramo del gasoducto de 570 kilómetros de extensión se sumará capacidad para 22 millones de metros cúbicos por día, una vez que se instalen dos plantas compresoras.
Cuando en 2024 se termine la segunda etapa del ducto, que se extenderá hasta el sur de la provincia de Santa Fe, se incrementará su capacidad de transporte a 44 millones de metros cúbicos por día, lo que representa casi lo mismo que produce actualmente la formación Vaca Muerta, dijo a Reuters Emilio Apud, exsecretario de Energía del país austral.
Sin embargo, esa capacidad de evacuación es mínima en relación con los recursos que hay en Vaca Muerta, que se estiman en 300 trillones de pies cúbicos (TCF), equivalentes a 150 años de consumo del país.
Javier Iguacel, exministro de Energía de Argentina, dijo a Reuters que estima que el país podría exportar en gas lo mismo que consume por año, unos 2 TCF, pero eso requiere de inversiones que rondan los 40.000 millones de dólares.
«En materia de infraestructura de gas, yo computo que este primer tramo del gasoducto es apenas el 5% de todo lo que hay que hacer», explicó Iguacel, que mencionó la construcción de nuevos ductos, la reversión de un gasoducto hacia el norte del país, la infraestructura portuaria y las plantas de licuefacción.
Los expertos consideran que Argentina tiene que aprovechar sus recursos gasíferos para la transición energética y la descarbonización de Europa, dado que el gas tiene un efecto contaminante menor. Según la secretaría de Energía, la demanda global de gas natural licuado se duplicaría hasta el 2050.
«El impacto que este gasoducto desde Vaca Muerta puede tener en las plantas de GNL es que estamos afianzando la seguridad energética en el mercado interno, garantizando su abastecimiento», explicó José Luis Sureda, exsecretario de recursos hidrocarburíferos.
Balanza positiva
La tercera economía de América Latina, que tendrá elecciones presidenciales en octubre, está atravesando una fuerte crisis económica con una inflación anual de más del 100%, déficit fiscal y caída de sus reservas de divisas internacionales, por lo que necesita revertir el déficit de balanza comercial energética de 5.000 millones de dólares que registró en 2022.
«Entre que habrá más exportaciones de petróleo y menos importaciones de gas, puede ser que se esté entre cero y 500 millones o 1.000 millones de dólares de déficit (en 2024), pero ya en el 2025 tiene que haber una balanza energética positiva», sostuvo Apud.
«Es difícil saber cuánto será pero habrá una balanza positiva arriba de 3.000 millones de dólares en el 2025 seguro», agregó.
El Gobierno busca que el Congreso apruebe una ley para dar beneficios fiscales y cambiarios a proyectos que garanticen una inversión mínima de 1.000 millones de dólares en seis años para producir al menos 1 millón de toneladas de GNL por año.
El proyecto de ley, actualmente bajo análisis del Congreso, plantea que las empresas que realicen inversiones en transporte de GNL, almacenaje y licuefacción de gas tendrán beneficios impositivos por 30 años y pagarán aranceles a la exportación que se establecerán según el valor del gas.
Además, pese al fuerte control de capitales que rige en el país, podrán tener acceso por 30 años al 50% de las divisas obtenidas de la exportación.
La petrolera estatal YPF y la malaya Petronas esperan tomar una decisión final en 2024 sobre una inversión de 40.000 millones de dólares para producción, almacenamiento, transporte y licuefacción de gas de Vaca Muerta. El plan proyecta la construcción de la infraestructura capaz de producir hasta 5 millones de toneladas métricas de GNL por año.
«Se necesita un marco regulatorio para un posible proyecto con la empresa Petronas», dijo el presidente de YPF, Pablo González, en un comunicado. «Esta es una de las posibilidades de Argentina: monetizar el gas, exportar el gas licuado y podríamos generar 20.000 millones de dólares».
Excelerate Energy, una empresa estadounidense que brinda servicios de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado en el mundo, proyecta su primera planta de licuefacción en Argentina junto a Transportadora de Gas del Sur (TGS) para 2025. Inicialmente se proyectan dos módulos que tendrán capacidad de 8 millones de metros cúbicos por día.
Además, empresas chinas y de Rusia han mostrado interés en inversiones en el sector, dijo este mes la secretaria de Energía, Flavia Royon, a legisladores.
«En los próximos 10 años tiene que haber por lo menos seis nuevos gasoductos, no para el mercado local sino para el mercado de exportación a través de plantas (de licuefacción) en la costa», sostuvo Apud.
Fuente: La Naciòn