Offshore: Shell finalizó la campaña sísmica en dos áreas y avanza en el análisis para decidir la perforación de un pozo en el Mar Argentino

El buque sísmico operó unos 120 días en los bloques CAN107 y CAN109, a más de 200 kilómetros de las costas de Mar del Plata. Esto le permitió a Shell completar los compromisos de la fase inicial de la exploración asumidos con la Secretaría de Energía y ahora se abre una etapa de análisis de datos que debería determinar la conveniencia o no de avanzar con la perforación de un pozo para confirmar la existencia de hidrocarburos.
La empresa Shell Argentina finalizó las tareas de prospección sismica en dos áreas de la Cuenca Argentina Norte identificadas como CAN107 y CAN109, luego de 120 días de operación del buque PXGEO 2, las que les habían sido adjudicados en 2019 junto a su socio QatarEnergy. Shell también está presente en la Cuenca Norte en el bloque CAN 100, en el cual es socia de YPF y Equinor, esta última la operadora a cargo que hace un año completó la perforación del pozo Argerich, el cual arrojó resultados negativos en cuanto a la presencia de hidrocarburos.
Fuentes de la compañía angloholandesa informaron que el buque explorador cumplió su tarea sin inconvenientes y ya se retiró de la zona delimitada en el Mar Argentino, cuyo punto de adquisición sísmica más cercano se encontraba a 213 kilómetros de distancia de la ciudad de Mar del Plata. Se estima que todas las tareas tuvieron un costo cercano a los US$ 100 millones.
A partir de ahora comienza una etapa de al menos de tres a seis meses -aunque puede extenderse a un año-, en la cual se realizará el análisis detallado de los datos recogidos en la prospección y que, a la larga, aportarán a tomar la decisión de avanzar en una nueva instancia exploratoria que incluya al menos la perforación de un pozo.
Fase inicial
Con esta actividad, Shell cumplió con los compromisos de la fase inicial de la exploración, y en el caso de querer renovar la licencia a partir del resultado del análisis de la información que da los indicios necesarios sobre si un área es prospectiva y si hay chances de que un petróleo o gas estén acumulados y en qué parte exactamente.
La empresa, en ese caso, tendrá que planificar y proponer a la Secretaría de Energía un nuevo plan de trabajo y se planea un pozo para confirmar de manera directa la presencia de hidrocarburos. Se estima que en el Mar Argentino se han perforado más de 400 pozos hasta la fecha. Si se logra determinar con certeza si la zona contiene gas o petróleo, se perfora en pozos de evaluación y finalmente se diseñan y construyen plataformas petrolíferas y oleoductos para extraer y transportar el hidrocarburo, lo que podrían demandar los próximos cinco años en condiciones normales.
La actividad sísmica es un ejemplo de un método indirecto utilizado tempranamente en la exploración de un área para visualizar las estructuras del subsuelo. Este estudio se realiza en conjunto con otros estudios indirectos, como entender la geología de la superficie y métodos potenciales, como la gravimetría y la magnetometría.
Para esta tarea, el puerto marplatense fue la terminal utilizada como base desde la cual se dio apoyo a las operaciones, y mientras el buque sísmico se mantuvo aguas adentro los últimos cuatro meses trabajando las 24 horas, otro navío logístico de menor porte fue el encargado de asistirlo cada seis semanas promedio para abastecer de combustible, comida e insumos. Otro buque escolta fue el encargado de que las operaciones y la navegación del buque sísmico sean seguras, operando en cercanía y en constante comunicación con otros navíos que estén en la zona operativa para que no haya interferencias ni riesgos.
Sísmica
El PXGEO 2 llevó a bordo 6 observadores marinos y también operadores de monitoreo acústico pasivo, que es personal externo a Shell y que fueron capacitados en la Argentina. Ellos son los expertos que monitorearon los animales marinos que entran dentro del área operativa, especialmente los mamíferos, y los responsables de parar la operación en caso de ser necesario.
Esta nave está equipada con las fuentes acústicas, remolca los hidrófonos, que son los cables de muestreo de aproximadamente 8 kilómetros de largo, y también recolecta los datos geofísicos. Su navegación se diseñó de tal manera que el buque sísmico no adquiera datos ni maniobre dentro de la zona común de pesca entre la Argentina y Uruguay.
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Fuente: EconoJournal