¿Qué combustibles proporcionan el mayor retorno de inversión, el mayor nivel de servicio y los menores valores de emisiones y contaminación? Esto es lo que buscó determinar un grupo de ingenieros y estudiantes del ITBA, a través de un modelo predictivo de desarrollo propio.

En este marco y para darlo a conocer, el Observatorio de Logística Sustentable del Instituto Tecnológico de Buenos Aires realizó el primer encuentro del ciclo de eventos virtuales de 2021, el pasado 8 de abril.

Durante la jornada participaron como panelistas: Lucas Woinilowicz (Scania), Pablo Princich (Iveco) y Gabriel Casajus (YPF). Además, el evento contó con la presencia del ex profesor de la universidad, Alberto Garibaldi.

Desde el Observatorio del ITBA, los profesionales elaboraron el siguiente documento, que reúne los principales puntos abordados durante el evento:

Un 14% de los gases de efecto invernadero (GEI) es producido por el transporte. Por lo tanto, no es sorpresa que las empresas, con las crecientes restricciones, cargas impositivas y concientización alrededor de las emisiones, busquen alternativas para mejorar sus rendimientos. A tal caso, surgen opciones como el biodiésel, HVO o el etanol. Sin embargo, a nivel practicidad, el gas natural es la mejor alternativa para la implementación de combustibles más sustentables y es la tendencia mundial para el reemplazo del diésel, concluyen los presentadores.

El GNC, además de funcionar más que aceptablemente en motores de ciclo Otto (nafteros), ofrece importantes mejoras en los niveles de GEI (CO2 y NOx especialmente) y de contaminación sonora, haciendo a estos vehículos más amigables para la circulación nocturna y en ciudades, que se vuelven cada vez más estrictas.

Argentina es pionera en desarrollo de GNC. Desde la década de los 80 empezó a desarrollar tecnologías para su aplicación, esto significa que hay disponibilidad de infraestructura y mano de obra capacitada para el mantenimiento de las unidades de transporte, haciendo posible para las empresas la implementación de vehículos que utilizan este tipo de combustible. Sin embargo, el GNC es una solución para cortas distancias. La mira a mediano plazo de la industria está puesta en el GNL, cuya red de suministro en el país no se encuentra tan desarrollada como la de su hermano, pero busca abrirse paso con el objetivo de ser la primera opción para medias y largas distancias con autonomías de más de 1500 kilómetros. ¿Y qué se puede esperar a largo plazo? La electrificación.

Como país gasífero (53% de la matriz energética es de gas natural), Argentina tiene la oportunidad de convertirse en el principal proveedor de gases para el mundo. Según un estudio realizado por BP (ex. British Petroleum), es el segundo país con mayor disponibilidad potencial de gas no convencional, solo detrás de China. La carrera por abastecer este mercado de muchos millones ya arrancó y no aprovechar la oportunidad, como dijo Garibaldi, sería una “picardía”.