Paneles solares: cuánto le cuesta a un argentino que su casa no dependa de la energía eléctrica
Sustentabilidad y rentabilidad deberían ser sinónimos, aunque por el momento no van de la mano. Si bien elegir paneles solares para el hogar es un tanto costoso, ya son muchas las personas que deciden implementarlo.
La energía renovable y la posibilidad de contribuir con el medio ambiente son sin dudas decisiones que todos los seres humanos deberían incluir en su cotidianidad.
Ahora bien, la generación de electricidad a partir de la energía solar es cada vez más conveniente desde diversos puntos de vista, ¿pero es factible realizarlo? ¿Cuánto me puede costar?
El precio promedio de los paneles fotovoltaicos disminuyó en los últimos 15 años por la demanda y porque cada vez es más común realizarlos. De todas maneras, sigue siendo algo muy costoso, sobre todo porque es en dólares.
Según confirmó La Nación, el costo de la compra e instalación de paneles fotovoltaicos varía considerablemente según los que se elijan. Por ejemplo, “para casas de consumo bajo suelo instalar entre 3 y 6 paneles, lo que demanda una inversión de US$2.500. A eso se le agrega el IVA. Los hogares de consumo medio necesitan como mínimo 6 paneles, y suele ser un monto de US$4.000 más IVA. Si la casa es de consumo alto, pueden instalarse también 6 paneles o algo más grande, en el orden de los us$5.500”.
Cabe destacar, sin embargo, que todos los montos son a dólar oficial. Si se desea contar con baterías, para tener un backup en el caso de un corte de luz, se necesitan unos us$2.500 adicionales.
El sistema tiene una vida útil de aproximadamente 25 años, y apuntando a los beneficios, el tiempo que se tarda en recuperar la inversión depende de lo que se ahorra en la factura de electricidad.
Otra buena noticia para todos los interesados en modificar el consumo de luz, es que en 2018 se aprobó la Ley Nacional de Energía Distribuida, en donde los usuarios les otorgan a las empresas distribuidoras la energía eléctrica que generan a partir de fuentes renovables y no utilizaron.
Es decir, “si un hogar con paneles no hace uso de la energía que genera, puede inyectar el sobrante a la red y la empresa distribuidora compra el excedente y descuenta ese valor de la tarifa bimensual”.
Fuente: Gente.