Para surfear la crisis energética, los ceos abogan por el fin de las internas
A contramano del optimismo del presidente Alberto Fernández, que desmintió faltantes en la oferta de gas para el invierno argentino, las empresas energéticas alertan por lo bajo que el desabastecimiento podría llegar incluso antes. «Este año ya está perdido. Hay que pensar y actuar para que en el 2023 estén las inversiones que permitan utilizar el potencial de Vaca Muerta», se lamentó ante Letra P un directivo de una empresa nacional que recala en la Unión Industrial Argentina (UIA). La preocupación es que la dura interna en el oficialismo retrase decisiones clave en el escenario inmediato.
Los empresarios piden financiamiento para invertir pero, también, «reglas claras» en los negocios para endeudarse de manera redituable. La refinanciación de la deuda externa que tiene la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generó expectativas para el sector privado, que ahora espera señales de acuerdo en el propio Frente de Todos, que cruje con las diferencias entre el Presidente y su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Sin energía asegurada, las fábricas dependientes de gas y petróleo deberán alterar sus planes productivos, y aclaran que la expectativa de crecimiento será golpeada por la crisis energética. Ya hay cola en la Secretaría de Energía para tener previsiones, porque en el medio hay planes de inversión y de empleo. «Sin efecto pandemia, ahora es la energía lo que va a limitar la creación de puestos de trabajo», se lamentó un directivo de una empresa vinculada con la provisión de insumos para el sector energético.
Una de las preocupaciones del mundo empresario es la combinación de factores externos con la «pérdida de poder del Gobierno nacional, que se desgasta en las peleas internas en la coalición gobernante», se quejó ante Letra P un empresario industrial. Sucede que el poder económico ve que las medidas económicas para acomodar la macro, como el plan antiinflación o los controles financieros, «se diluyen con la inestabilidad del poder político presidencial».
Para buscar certidumbres, un grupo de empresarios industriales del norte argentino, que integran la Unión Industrial del NOA y NEA (Uninoa), visitarán al secretario de Energía, Darío Martínez. La reunión aún no tiene fecha y hora determinada, según pudo saber este medio. La cumbre estaba prevista antes de que estalle en público la crisis energética, ya que las fábricas del norte grande fueron las primeras en alertar por los cortes programados.
«Las fábricas estamos preocupadas por la falta de insumos energéticos en general. Algunas provincias son dependientes del gas, otras de recursos energéticos clave, como el gasoil y los derivados del petróleo. Sabemos que es lógico que ante la escasez, la industria es la que primera se quedará sin abastecimiento, y por eso queremos planificar con proyecciones concretas», admitió a Letra P el presidente de la Unión Industrial del Chaco (UICh), Andrés Irigoyen.
Los ceos sentenciaron: «Este año ya está perdido»
En la cumbre Oil & Gas (AOG) que se realizó la semana pasada en Buenos Aires, los ceos confirmaron el peor escenario. «Que el Gobierno lo niegue, genera una situación contrafáctica. Apenas empiece el desabastecimiento, la credibilidad presidencial será más afectada todavía», le dijo a este medio uno de los integrantes del mundo privado que participó del evento en La Rural.
Por caso, el director general de Total Austral y director general de Cono Sur de Total Energies, Javier Rielo, reclamó «garantizar» el abastecimiento de gas par el invierno del 2023 al señalar que «este año ya está perdido». «Definitivamente, antes de exportar tenemos que garantizar lo local”, indicó y añadió: “Tenemos todo para seguir creciendo. Vaca Muerta se complementa perfectamente con todo lo que tenemos por hacer con el offshore, y en eso tenemos un potencial y una historia que nos permite demostrar que se puede producir y realizar sin riesgo. No hay razón para que este desarrollo no se dé en Argentina”.
La clave, según los empresarios, será el nivel de financiamiento. Sucede que la demanda será alta, con presencia de recurso natural, pero sin medios para transportarlo y venderlo, ni al país ni al mundo. Marcos Bulgheroni, de Pan American Energy, sostuvo que el contexto mundial de los precios obligó a «reorganizar las prioridades y encontrar un equilibrio», al señalar que las reservas que existen en Vaca Muerta «alcanzan para cubrir seis veces el consumo de Argentina los próximos 30 años».
Por eso la apuesta está en el desarrollo del gasoducto Néstor Kirchner que podrá enviar gas a los centros productivos y a los más poblados del país, como Santa Fe y Buenos Aires. La obra finalizada evitará la importación de Gas Natural Licuado (GNL), hoy con precios en alza por la guerra de Rusia con Ucrania, que limitó la oferta mundial.
El gasoducto tendrá capacidad de transportar hasta 44 millones de metros cúbicos diarios que darán gas a hogares y fábricas. Para ese desarrollo, la fabricación de tubos de acero para cubrir los más de 650 kilómetros de distancia será uno de los puntos que empujará hacia arriba a la actividad industrial. Paradójicamente, un alto en el abastecimiento de gas para la producción será un problema que atente contra los planes del sector.
Bulgheroni alertó que el contexto anterior a la invasión de Rusia a Ucrania «ya era complicado». “Venimos de un marco complicado en el que las empresas estamos restringidas financieramente para hacer inversiones e incrementar la producción. Por eso, si bien es una oportunidad para el país, no se sabe quién va a suplir esa demanda que se presenta tras el conflicto”, agregó.
Teófilo Lacroze, presidente de Raízen Argentina, aclaró que «a mediano y largo plazo» es necesario contar con «reglas claras acerca de cómo se moverá ese sendero de precios para poder hacer inversiones”, como también apuntó contra los cepos cambiarios y la falta de acceso libre a las divisas: “algunas refinerías hoy tienen ociosidad”, disparó.
En tanto, el director ejecutivo de Exploración y Producción de Pampa Energía, Horacio Turri, se sumó al pedido de inversiones, tanto privada como del Estado: “Si pensamos que la transición energética va a durar 50 años, sería necesario multiplicar por diez lo que necesitamos para que los recursos de Vaca Muerta se agoten. Por eso, tenemos que pensar en más transporte para poder industrializar ese gas y exportar”.
Fuente: Memo