Paro y conciliación. La estrategia de las empresas de servicios
La decisión de Oliver Le Peuch, CEO de Schlumberger, comenzó a sentirse en Neuquén. La medida afectará a 300 trabajadores. Si bien las empresas de servicios necesitan una reestructuración operativa, la implementación actual no deja de tener connotaciones políticas.
Durante el mes de septiembre el CEO de Schlumberger, Oliver Le Peuch, describió el escenario de las empresas de servicios como “una especie de recesión”, indicando que la empresa que dirige debía iniciar un proceso de reestructuración que “involucra vender participaciones de proyectos que a la fecha no han rendido lo suficiente para la nueva gestión, entre ellos Canadá y Argentina”
La frase comenzó a tener sentido con la posibilidad que la empresa despida a partir de mañana a 300 trabajadores. El rumor circuló toda la tarde por las distintas operadoras y el riesgo de ejecutar los 300 telegramas pone en jaque nuevamente a la industria.
Desde algunas operadoras confían que la medida se concentrará solo en la empresa que “sacó los pies del plato”, mientras que otros consideran que “podría existir la intervención del Ministerio de Trabajo dictando la conciliación obligatoria”.
Aún así, los delegados gremiales no dejaron pasar por alto los rumores y mantuvieron reuniones con los trabajadores en el campo, las bases operativas y las propias delegaciones. Por la tarde, desde el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa se informó que “aún no hay motivos para una medida de fuerza” pero advirtieron que, de existir despidos, “estamos preparados para la batalla”.
El tema es que al rumor sobre Schlumberger se suma San Antonio y H&P. El cuadro de rendimiento del OIH, un fondo de compañías de servicios petroleros, es inferior al rendimiento del índice S&P 500 (Standard & Poor´s).
El comportamiento recesivo que tiene el fondo obligó a los inversores a comunicar a mediado de año que las empresas “debían modificar sus estructuras organizativas y el modelo operativo de gestión”. Al parecer, los ejecutivos con asiento en el país decidieron especular con la incertidumbre que genera el cambio de gobierno y volcar la responsabilidad en el contexto nacional.
La decisión de reestructurar fue en septiembre. El tema trae ruido por que se esperó el último mes de la gestión Macri para efectivizar los despidos. Esta decisión no deja de tener una lectura política teniendo en cuenta que genera un clima adverso para los primeros días del nuevo gobierno.
Mientras tanto, Guillermo Pereyra aclaró que solo “Halliburton confirmó que priorizará los acuerdos de partes” lo que hace suponer, que el resto de las empresas están en las mismas condiciones que los azules; preparando telegramas y sumando mayor riesgo a la cuenca neuquina.
Fuente: Mejor Informado.