Parques Eólicos abandonados: “Hay responsabilidad de los intendentes”
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Así lo expresó el concejal del Frente de Todos, Carlos Morón. Dijo además que desde el 2005 se envían fondos para la reactivación del parque en Pico Truncado, pero que no hubo gestión del municipio.
El Parque Eólico Jorge Romanutti, de la localidad de Pico Truncado, donde tendría que haber sido la capital internacional de la energía eólica se terminó convirtiendo en un lugar casi abandonado.No porque los fondos no llegasen, sino por la falta de administración de décadas de gestiones municipales.
“Es un parque que desde el 2005 tenemos inaugurado. Ha recibido millones de aporte y hace 3 años venimos esperando que se reactive de nuevo” dijo en diálogo con El Mediador, programa que se emite en Tiempo FM 97.5 el concejal del Frente de Todos Carlos Morón. “Seguimos esperando y a los vecinos de Pico Truncado nos entristece”, dijo Morón. Sostuvo que había mucha esperanza puesta en estas mega obras, pero que a pesar del título de capital nacional del hidrógeno, siguen esperando.
“Más allá de mi postura ideológica y el proyecto, tenemos una situación con el intendente. El Gobierno nacional y provincial pusieron muchos recursos”, señaló en primer lugar, pero reiteró que “el intendente actual tiene una denuncia por defraudación del estado por una fundación que tenía”.
“Había muchos sueños, había doce molinos. Uno cayó y falleció un vecino. Luego trajeron otros más grandes y realmente el parque eólico no deja mucho que hablar más que cosas que no son”, lamentó, aunque espera que el sueño de una Pico Truncado impulsada por los parques sea posible. Enumeró otras cuestiones como el vivero, destruido, pese a los fondos enviados por el Gobierno provincial. Desde el 2005 y con años encima, el parque eólico sigue siendo un gran cementerio de gigantes blancos.“Hay responsabilidad de los intendentes de activar y no dejar que se caiga”, completó.
Caminar por el lugar es recorrer un predio con varios gigantes blancos detenidos en el tiempo. Pese al viento, ninguna de sus hélices gira. La energía que se esperaba producir allí sigue sin aparecer. En tanto, la cabina que se instaló en el lugar permanece deshabitada. Ingresar a ella presenta un panorama desolador, con cosas revueltas, todo dañado producto ya sea del vandalismo propio de las personas, o por el aplastante paso del tiempo.