Patagonia decidida a ganar protagonismo
Federalismo, esa es la palabra que volvió al vocabulario de la dirigencia política gobernante cuando Alberto Fernández restituyó la igualdad de condiciones de todos los distritos del país.
En esa aventura se encauzaron gobernadores oficialistas y opositores, quienes probablemente más por la pandemia que por las coincidencias ideológicas, afrontaron el compromiso de acompañar una gestión que orientó todos sus esfuerzos en la lucha contra el coronavirus.
Las regiones también buscan coincidencias y avanzar en bloque: es el caso de la Patagonia, que este año, habiendo atravesado los momentos más virulentos de la pandemia, quiere retomar aquellas iniciativas que les permitan crecer de forma armónica.
Ya no es como hace algunos años, cuando desde Tierra del Fuego a La Pampa convocaban a encuentros esporádicos y por lo general de urgencia porque las decisiones del poder central -nunca más centralista- les quitaban beneficios.
Las provincias del sur tienen mucho de qué hablar: fueron años de demandas, de golpear las puertas de la mismísima Corte para denunciar factos fiscales, adendas y acuerdos que se desvanecieron con el primer desencuentro.
El escenario es distinto, por eso fue oportuna la reunión que tuvo lugar semanas atrás en la ciudad de Viedma, Río Negro, donde los gobernadores y gobernadoras patagónicos trazaron un mapa para llegar a la Rosada con pedidos certeros y la fuerza del sur.
La Región Patagónica es la única región de la República Argentina que tiene reconocimiento como tal de parte del Gobierno Nacional, en tanto se constituyó dentro de las previsiones de la Constitución Nacional que habilita a las provincias a conformar regiones.
Los gobernadores saben que esta es una oportunidad histórica que vuelva a darse. De nuevo el sur está en el poder y la agenda los tiene en cuenta. De nuevo pueden planificar políticas públicas para terminar con las distancias, pero, sobre todo, con las asimetrías.
En Viedma, definieron que en lo que hace a conectividad digital coordinarán medidas con La Pampa; en conectividad aérea y terrestre, coordinarán Neuquén y Chubut, y en conectividad ferroviaria, estará Río Negro. En tanto que Santa Cruz y Tierra del Fuego se sumarán a estos equipos y asumirán coordinaciones a partir de futuros encuentros.
La Región Patagónica es la única región de la República Argentina que tiene reconocimiento como tal de parte del Gobierno Nacional, en tanto se constituyó dentro de las previsiones de la Constitución Nacional que habilita a las provincias a conformar regiones. La Región Patagónica se conformó en 1996, año en que se desarrolló en Viedma la primera reunión de gobernadores.
También que la Región tiene tres ámbitos de deliberación: la Asamblea de Gobernadores; el Parlamento Patagónico, que es el ámbito de encuentro de las Legislaturas, y el Foro de Superiores Tribunales de Justicia, ámbito de integración de los Poderes Judiciales.
Pero dentro de ese bloque patagónico, hay un subgrupo de mayor cercanía todavía, que son aquellas provincias productoras de hidrocarburos. Por eso no es un dato menor que se hubiera reactivado la OFEPHI, una mesa clave durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
La gobernadora Alicia Kirchner estuvo en el encuentro virtual y pidió que rápidamente se marque un rumbo. La mandataria, que fue la voz cantante del reclamo por el precio sostén para la actividad (barril criollo) y de medidas urgentes ante la escalada del dólar y las amenazas de empresas de “levantar campamento” e irse, dijo que es necesario que esa mesa “tenga un eje importante dentro de la agenda del Gobierno Nacional”.
La asamblea de Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos tiene una buena noticia, y esa es hoy YPF, que desde finales de 2019 volvió a mirar a los distritos donde explora y explota recursos, trasladó sus oficinas y reabrió espacios de cercanía para resolver problemas.
La empresa, que atraviesa un intenso proceso de reestructuración de sus créditos, anunció este jueves que invertirá unos 2.700 millones durante este año.
En la reunión de la OFEPHI (Organización de Estados Productores de Hidrocarburos) estuvieron además el jefe de Gabinete de Ministros, Leonardo Álvarez; el ministro de Economía, Finanzas e Infraestructura, Ignacio Perincioli, y el presidente del Instituto de Energía de Santa Cruz (IESC), Matías Kalmus.
Las nuevas autoridades de esa mesa son Omar Gutiérrez, como presidente y Gustavo Melella, como vice. Dos distritos con los que Santa Cruz tiene sintonía fina, sobre todo el último, por su cercanía. La propia Kirchner los felicitó, y advirtió ahí mismo que en el sur “necesitamos tener mucha más voz que la que hemos tenido al momento”.
Hay dos datos que completan este panorama que marca el tiempo del viento sur; por un lado, la reunión llevada a cabo este viernes en Puerto Deseado, donde el año de trabajo del Consejo Federal Pesquero se inaugura en Santa Cruz, con la presencia de su presidente, Carlos Liberman, un hombre que previamente se desempeñó en Pesca de la provincia junto a la propia Kirchner.
La ministra de la Producción, Comercio e Industria, Silvina Córdoba, habló del valor simbólico de aquella decisión, un guiño hacia una provincia que tiene demasiados proyectos en materia pesquera, para una industria que tiene muchísimo potencial, pero que sin ayuda de la Nación, tendrá una tarea cuesta arriba.
El segundo dato que mantiene a las provincias expectantes es que el Gobierno federal sostiene -a más de un año de la rúbrica- los compromisos asumidos para ejecutar las obras claves. En el caso de Santa Cruz y sólo por mencionar dos, están la autovía entre Chubut y Santa Cruz, que lleva años de virtual paralización y el acueducto del lago Buenos Aires, para garantizar la provisión de agua a Caleta Olivia.
Hay que aclarar que esto se mantiene en pie porque se ocupó el ministro Gabriel Katopodis, cuando visitó Comodoro Rivadavia para el aniversario de la ciudad.
Y es que las visitas son importantes. Durante los años de macrismo, el presidente pisó sólo una vez suelo santacruceño. Fue en las represas, donde dijo que la electrificación del río Santa Cruz era prioridad. Luego se supo que la obra llevaba años sin moverse.
En estos meses, visitaron Casa de Gobierno los ministros de Educación, Nicolás Trota; de Ambiente, Juan Cabandié y la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, en un contexto de firmas de acuerdos y desarrollo de proyectos.
Son gestos que provienen de hacer del federalismo un acto político y concreto, que toma cuerpo con la creación de las capitales alternativas que en breve tendrán al Gabinete Nacional, y al propio presidente reunidos en la ciudad de El Gorosito.
Pero la política está llena de buenas voluntades, por eso en el Gobierno saben que “nadie pisa Santa Cruz con las manos vacías”.
La visita de Cabandié trajo los equipos para el consorcio conformado por Pico Truncado y Caleta Olivia, que gestionarán sus residuos, una problemática visible e incómoda para cualquier administración, por una inversión total involucra $ 74 millones.
Nicolás Trotta no trajo inversiones nuevas, sino que recorrió obras que la nación acompaña. Sin embargo, podría decirse que se llevó- luego de su recorrida por los tres jardines del programa de 3000 jardines que impulsó el macrismo, una idea que este viernes materializó en anuncio.
Trotta denunció ante la Oficina Anticorrupción, que la ejecución de ese plan fue, palabras más, palabras menos, una estafa electoral. En Santa Cruz se lo dijeron: a los tres jardines que no se hicieron, los está construyendo la provincia.
La más reciente de las visitas fue la de Sabina Frederic, que inauguró una sede de Prefectura Naval en El Chaltén y más tarde firmó con la provincia una serie de convenios para el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad.
Así las cosas, en el arranque de un 2021 que se avizora post pandémico, a juzgar por los discursos inaugurales de la gobernadora y el presidente, todo parece indicar que persistente como sus vientos, la Patagonia, y muy especialmente Santa Cruz, seguirán con el objetivo trazado: su desarrollo.