Petrobras planea gasto de US$ 100 mil millones para sobrevivir hasta el «desvanecimiento del petróleo»
Petrobras pretende ser uno de los últimos productores de petróleo del planeta, según ha declarado el director general de la compañía energética brasileña, que ha presentado un plan de inversión de más de US$ 100 mil millones enfocado en la exploración y producción de petróleo en alta mar.
Jean Paul Prates le dijo al Financial Times (FT) que la mayor compañía de petróleo y gas de América Latina está estudiando una nueva oleada de expansión internacional en Europa, África Occidental y América como parte de una reforma de su estrategia.
El grupo estatal también tratará de colocar a Brasil como líder de la energía eólica marina, como parte de la diversificación que prepara la transición mundial hacia la eliminación del uso de los combustibles fósiles.
«Queremos estar en una posición fuerte al final del desvanecimiento del petróleo. Y para eso necesitamos tener nuevas fronteras abiertas o al menos accesibles», dijo Prates la semana pasada en Nueva York, donde se reunió con inversionistas para debatir un nuevo plan estratégico quinquenal. «Tenemos que mantener la actividad principal muy segura. No vamos a hacer una transición a lo loco».
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Nuevo impulso
Tras varios años vendiendo activos auxiliares para enfocarse en su principal actividad, la producción de petróleo y gas en aguas profundas, Petrobras pretende volver a ser un grupo energético diversificado, acorde a los deseos del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde el regreso al poder de Lula, que previamente gobernó entre 2003 y 2010, la compañía ha aumentado su presupuesto quinquenal de gastos de capital en un 31%, de lo cual casi tres cuartas partes se dedican a la exploración y la producción.
También planea volver a áreas de las que intentó salir, como la petroquímica, la energía renovable y los fertilizantes, junto con mayores inversiones en la refinación y los biocombustibles.
Petrobras, que tiene una capitalización bursátil de unos US$ 110 mil millones, está buscando oportunidades de petróleo, gas natural y energías renovables en el extranjero de nuevo junto con algunos de sus socios internacionales en Brasil, entre ellos Shell y Equinor, dijo Prates.
Según Prates, tras haber abandonado la mayoría de sus operaciones fuera de su país en la última década, entre los posibles lugares para nuevas inversiones se encuentran Noruega, Reino Unido, Países Bajos, África Occidental y Guyana.
El mes pasado, Petrobras empezó a cumplir su estrategia de expansión al adquirir derechos de exploración en tres bloques petrolíferos operados por Shell en Santo Tomé y Príncipe, país de la costa occidental de África.
También se asoció con Shell y China National Offshore Oil Corporation para obtener bloques de exploración en Brasil en diciembre. En total, Petrobras tiene previsto invertir US$ 7.500 millones en exploraciones durante los próximos cinco años, perforando 50 pozos, la mayoría en aguas brasileñas.
«Queremos utilizar estas asociaciones como un colchón para intercambios estratégicos y de experiencias, pero también como una inversión en conjunto», dijo Prates, quien criticó la anterior gestión de Petrobras bajo el gobierno de Jair Bolsonaro por «retirarse de todo».
Dijo que la anterior directiva de Petrobras priorizó los «superbeneficios» y los «dividendos excepcionales» haciendo que todo pareciera bonito y vendiéndolo.
Con el cambio de directiva, que se produjo tras el regreso al poder el año pasado del izquierdista Lula, la compañía volvería a reponer las reservas de petróleo y a aumentar la producción, dijo Prates, exsenador y aliado político del mandatario que también tiene experiencia en la industria energética.
Sin embargo, los opositores del Partido de los Trabajadores de Lula han dado la voz de alarma. Petrobras fue el foco de un enorme escándalo de corrupción durante la anterior etapa de gobierno de izquierda en Brasil, en el cual se pagaron comisiones ilegales a cambio de contratos de construcción sobrefacturados.
Los críticos también alegaron mala gestión e injerencias políticas que costaron a la empresa miles de millones de dólares, ya fuera a través de subsidios al combustible o de proyectos de construcción de refinerías que superaron el presupuesto.
Prates dijo que abordar la preocupación de los inversionistas por esta historia es la «mayor misión» que enfrenta. Se han establecido estándares más estrictos de gobernanza corporativa, dijo, y añadió que su experiencia como político y ejecutivo petrolero puede ayudarlo a resistir la flagrante influencia política. «Ésta no es una entidad de administración directa. El presidente Lula, por ejemplo, nunca me dijo nada de hacer esto o lo otro».
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Desafíos
Los inversionistas han respaldado la gestión de Prates. Las acciones de Petrobras han subido un 60% en los últimos 12 meses y alcanzaron su máximo histórico la semana pasada, superando el rendimiento de ExxonMobil y Chevron.
Schreiner Parker, analista de la consultora Rystad Energy, dijo: «Existe la idea en la comunidad de inversionistas de que los problemas del pasado se han disipado y que hay mucha más regulación y supervisión en Petrobras».
Según los analistas, el aumento de la producción de las vastas reservas marinas conocidas como yacimientos «presalinos», situadas frente a la costa sudoriental del país, llevará a Brasil a colocarse entre los cinco mayores productores de petróleo a finales de la década.
Pero la búsqueda de nuevos yacimientos viables para mantener la producción a mediano y largo plazo ha decepcionado últimamente y la producción alcanzará su punto máximo en 2029, según Marcelo de Assis, de la consultora Wood Mackenzie.
«Petrobras enfrenta desafíos en las áreas de exploración y extracción y en la necesidad de mantener el flujo de dinero en el futuro del negocio más rentable que tienen», dijo.
En la búsqueda de nuevos yacimientos, Petrobras ha identificado un trecho marino de 2.200 km a lo largo de la costa norte de Brasil denominado Margen Ecuatorial.
Sin embargo, está apelando una decisión de los reguladores medioambientales de denegar una licencia de perforación para explorar una sección considerada el principal trofeo de la región. Los activistas dicen que la zona, situada a 500 km de la desembocadura del río Amazonas, es ecológicamente sensible.
Prates dijo que Petrobras tiene el deber con el pueblo de Brasil de reponer sus reservas de petróleo. «Si no exploramos ahí, ¿qué vamos a pedir si nos quedamos sin petróleo? De repente vamos a importar de Nigeria, de Angola. Es mejor pagar los impuestos en tu propio país si tienes los recursos ahí», dijo.
Fuente: Dfsud