Petróleo, naftas y exportaciones: cómo impactará en Argentina la crisis en Medio Oriente
El precio del petróleo escaló en la previa a los ataques de Irán, y se moderó este lunes. Las exportaciones de crudo serán récord este año en Argentina por Vaca Muerta, pero la escalada podría presionar en los combustibles y la inflación.
Los precios del petróleo arrancaron a la baja este lunes, tras la fuerte alza de la semana pasada, en la previa del ataque de Irán a Israel. Según Reuters, la baja se debe una expectativa del mercado a que no escale el conflicto a nivel regional.
Los futuros del Brent para entrega en junio caían 70 centavos, o cerca de un 0,8%, a u$s 89,75 dólares el barril, mientras que los del West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo cedían 74 centavos, o cerca de un 0,9%, a u$s 84,92.
El barril está en máximos desde el ataque de Hamás a Israel en octubre pasado y medios internacionales hablan de que podría superar los u$s 100 el barril. Hacia adelante, el analista energético Javier Blas escribió en Bloomberg que lo que suceda con los precios dependerá sobre «la respuesta de Israel» y la «escalada del conflicto». Además, de qué decida Irán hacer en el Estrecho de Ormuz, el punto logístico donde circula un quinto del petróleo mundial. Sin embargo, también incidirá qué decida hacer con la producción Estados Unidos por un lado y la OPEP por el otro.
En Argentina, todo el sector mira de cerca el tema: este año, el petróleo será la estrella a nivel exportaciones del mercado energético. Pero un aumento en el precio del crudo pone al Ministerio de Economía en la disyuntiva entre alejarse del objetivo de alcanzar el export parity, o aumentar el precio del litro y presionar sobre la inflación.
Impacto en Argentina
A nivel producción, el último dato da cuenta de que la actividad petrolera creció 6,5% interanual en febrero, pero si solo se mide el no convencional, trepa al 20,4%, por el buen desempeño de Vaca Muerta, según Economía y Energía. De hecho, todas las consultoras marcan que, pese a que el 2024 será un año recesivo, el sector hidrocarburífero crecerá.
Con respecto a las exportaciones, en la consultora de Nicolás Arceo desde antes del conflicto que ya anticipaban un récord. Para el 2024 estimaban que promediarían los 175 kbbl/d, casi un 30% más que el año pasado, lo que superaría los u$s 5.000 millones. En 2023, las ventas al exterior de crudo fueron por u$s 3887 millones.
Qué pasará con las naftas
Juan José Carbajales, de la consultora Paspartú, explicó que si el barril de petróleo se dispara, el Gobierno tiene dos caminos con respecto al mercado local de combustibles.
«Una opción sería permitir, como pretende vía la desregulación incorporada a la ley ómnibus, que se acoplen precios internos con internacionales, la llamada import parity, y que YPF traslade ese alza al surtidor (+15/20%)», afirmó Carbajales.
«La otra opción sería privilegiar el control de la inflación con el reciente argumento de ´se les fue la mano con los aumentos a la clase media´, pero aquí aplicado a las refinadoras como YPF, Axion y Shell», agregó el experto energético.
Según una fuente del sector, el barril criollo sigue existiendo «en la práctica», dado que las refinadoras no acceden al barril de petróleo a casi u$s 90 como a nivel internacional, sino a menos de u$s 70.
El objetivo de la Secretaría de Energía es que el litro de nafta alcance un precio de paridad de importación, en alrededor de 1,20 dólares. Consideran que esto aumentará las inversiones externas. Sin embargo, una suba del barril de petróleo podría demorar este objetivo.
De hecho, en los últimos aumentos de los combustibles en febrero, marzo y abril, las petroleras trasladaron el impuesto a los combustibles que había estado congelado durante el Gobierno anterior, pero no hubo un alza para alcanzar la paridad de importación.
Sobre este punto, Carbajales analizó: «Un dato clave es que el Gobierno no permitió en febrero que los productores puedan vender más caro cuando el valor internacional del crudo pasó de 80 a 90 dólares, y solo varió el precio con la actualización del impuesto a los combustibles (que venía frizado desde el 2021). De hecho, hoy se sigue comercializando a valores de enero (67 dólares, el llamado barril «criollo»)».
En la búsqueda primordial del ministro de Economía, Luis Caputo, por bajar la inflación, la llegada del import parity podría demorarse. Solo en abril se espera que los regulados aportes casi 5 puntos a la inflación mensual, la mitad de lo que estiman las consultoras para todo el mes, e inclusive demorar la llegada de «un dígito».
Fuente: Cronista