Petróleo: Un gigante estadounidense quiere participar del Oleoducto Vaca Muerta Sur
Energy Transfer opera más de 200.000 kilómetros de ductos en Estados Unidos, donde cuenta con una sólida cartera diversificada que incluye la exportación de crudo y GNL.
El proyecto de YPF está en etapa de licitación para la adjudicación de las obras del transporte, almacenamiento y terminal de exportación de crudo. Implica una inversión de u$s 2500 millones.
El ambicioso proyecto de exportación de crudo que lleva adelante YPF está en plena etapa de licitación en sus obras fundamentales que le permitirá al país contar con la mayor plataforma marítima de exportación de petróleo, anticipando el fin del cuello de botella de transporte para la producción de Vaca Muerta.
La magnitud de la obra llamó la atención de un gigante de los Estados Unidos, la empresa Energy Transfer que meses atrás inició los primeros contactos con la conducción de la petrolera nacional interesada en participar del desarrollo de la obra, un negocio en el que tiene larga experiencia en su país.
El presidente de YPF, Horacio Marín, comentó que el primer contacto se produjo en ocasión de su visita a Houston, a fines de marzo, donde expuso los lineamientos del Plan 4×4 en el marco de los encuentros que organiza el Instituto Argentino del Petróleo y el gas (IAPG) en aquella ciudad de los Estados Unidos.
Allí, en ocasión de dar los detalles de su ya conocido plan de trabajo para transformar a la compañía en un jugador del shale de clase mundial y transformarla en una gran exportadora de hidrocarburos para el año 2030, se produjeron los primeros contactos con los directivos de Energy Transfer.
La importancia de la eventual participación de esta empresa en el proyecto del Vaca Muerta Sur, un oleoducto que se extenderá desde la emblemática área de Loma Campana hasta Punta Colorada en la costa atlántica de la provincia de Río Negro, es que se trata de una compañía que posee y opera una de las carteras de activos energéticos más grandes y diversificadas de los Estados Unidos, con más de 200.000 kilómetros de tuberías e infraestructura asociada.
Con el Oleoducto Vaca Muerta Sur, que tendrá cabecera en Loma Campana, YPF pretende convertirse en un exportador líder de petróleo no convencional.
La red estratégica de Energy Transfer abarca 44 estados con activos en todas las principales cuencas de producción de Estados Unidos. La compañía es una sociedad que cotiza en bolsa con operaciones principales que incluyen activos complementarios de almacenamiento y transporte interestatal de gas natural, terminales y transporte de petróleo crudo, líquidos de gas natural y productos refinados; y fraccionamiento de GNL.
Energy Transfer también es propietaria de Lake Charles Company –una terminal exportadora de GNL en Luisiana-, así como del 21 % de las acciones comunes en circulación de Sunoco LP -una histórica refinadora con su red de comercialización de combustibles- y el 39 % de las unidades comunes destacadas de USA Compression Partners –un proveedor de equipos para yacimientos en Texas-.
Pero más allá de su participación en el mercado del gas y de GNL en un portfolio diversificado que también abarca generación eléctrica y renovables, la compañía estadounidense se destaca por operar más de 23.000 kilómetros de ductos troncales y de recolección de petróleo, conecta directamente 6,8 MMb/d de capacidad de refinación nacional, y una capacidad de exportación de 1,9 MMb/d y de almacenamiento de 18 MMb/d en la terminal de Houston.
Desde el punto de vista financiero la compañía muestra una solidez que la convierte en un socio ideal: en el primer trimestre del año declaró un Ebitda ajustado de US$ 3.900 millones y para todo el año proyecta un Ebitda de entre US$ 15.000 u US$ 15.300 millones.
Desde que asumió como presidente y CEO de YPF, Horacio Marín impulsó el plan para cuadriplicar la producción y el valor de la compañía, ideas que expuso en Houston a la búsqueda de nuevos socios.
La obra en el sur de la Argentina por la que mostró interés Energy Transfer está en etapa de licitación para la adjudicación de las obras del transporte, almacenamiento y terminal de exportación de crudo que demandará una inversión global de aproximadamente u$s 2500 millones.
La construcción de la primera fase del proyecto ya está en marcha con un tramo de 130 kilómetros entre Loma Campana y Allen, por lo que el tramo competitivo es el que se extiende desde ese nodo hasta la costa del Golfo San Matías.
El vicepresidente de Infraestructura de YPF, Gustavo Gallino, en un reciente evento en el Centro Argentino de Ingenieros precisó que el paquete licitatorio contempla la construcción de dos tramos de oleoducto. El primero de unos 100 kilómetros entre Allen y Chelforó y un segundo que se prolonga hasta Punta Colorada. Además, se sumarán dos estaciones de bombeo, una terminal de almacenamiento en y dos monoboyas offshore ubicadas siete kilómetros de la costa.
Con el análisis de las ofertas en marcha, la compañía espera firmar los contratos en octubre, para poder dar lugar a la ejecución de las obras antes de fin de año y tener toda la estructura operativa para mediados de julio de 2026. Lo que resta dar a conocer formalmente es la fórmula de financiamiento que contará con otros actores de la industria que se podrán sumar como socios de YPF y otros como dadores de carga, que podrán sumar liquidez anticipando el canon por la reserva de capacidad futura de transporte, tal como está ocurriendo con la ampliación del Oleoductos del Valle (Oldelval).
Fuente: Mejor Energía