Petroleras apuestan al precio de 100 dólares por barril y venden activos presurosamente
Las compañías petroleras apuestan a que si ponen a la venta tierras los compradores vendrán, ya que los precios del crudo se han disparado más de un 50% este año, lo que ha resultado en la cartera de negocios más sólida en más de cuatro años.
Las grandes compañías petroleras se están deshaciendo de propiedades desde Texas hasta California, y algunas aprovechan el repunte del mercado del crudo para obtener dinero en efectivo para futuras inversiones en la transición mundial hacia una energía más limpia.
Otros vendedores están aprovechando la oportunidad para recoger ganancias de grandes propiedades que solo hace unos meses se vendían a pérdida, según entrevistas con 10 asesores y analistas.
Si bien el uso de combustibles renovables está aumentando, se espera que la demanda global por petróleo vuelva a las cotas previas a la pandemia el año que viene, lo que ofrece oportunidades a los productores que buscan cerrar negocios.
«Es la codicia contra el miedo, el año pasado el miedo fue el factor y ahora la codicia se está imponiendo», dijo Dan Pickering, director de inversiones de Pickering Energy Partners.
«Hay más optimismo en el mercado, hay un poco más de codicia desde la perspectiva del vendedor y hay un poco más de urgencia desde las perspectivas del comprador», agregó.
Aun así, algunos compradores pueden tener dificultades para conseguir financiación. Empresas de capital de riesgo que en su día fueron importantes en las transacciones de activos petrolíferos se han mantenido al margen debido a la presión de los inversores por el cambio climático, mientras que los bancos europeos también han dejado de conceder préstamos a las petroleras.
Los negocios más pequeños o los terrenos con más esquisto, considerados menos contaminantes que el petróleo de arenas bituminosas, pueden ser más fáciles de financiar, dijo Pickering.
Entre los mayores vendedores se encuentran las grandes petroleras, como Royal Dutch Shell, BP y Chevron . Este año, grandes empresas, como la estatal noruega Equinor, encontraron menos compradores. La firma tuvo que vender su posición en la región de esquisto de Bakken, en Dakota del Norte, por 900 millones de dólares, alrededor de una quinta parte del valor al que hace una década había comprado.
Ahora, las empresas ven un mejor panorama para las posibles ventas. Chevron confirmó el miércoles la noticia, adelantada por Reuters, de que planeaba desprenderse de una franja de activos convencionales en la cuenca Pérmica, que fuentes valoraron en más de 1.000 millones de dólares. Mientras que algunos vendedores están motivados por la oportunidad de deshacerse de activos poco rentables con un beneficio, otros, como Shell, están vendiendo en un esfuerzo por reducir las emisiones de carbono bajo la presión de los inversores y las regulaciones gubernamentales.
Las posibles operaciones se concentran en la mayor formación de esquisto de Estados Unidos, la cuenca Pérmica de Texas y Nuevo México.
Además de la venta prevista por Chevron, Shell está estudiando la posibilidad de desprenderse de todas sus superficies en la cuenca Pérmica y ha notificado a su socio en una empresa conjunta, Exxon Mobil, que también abandonará la producción en California.
También han surgido tratos más pequeños, ya que las empresas de capital riesgo intentan deshacerse de inversiones de largo plazo y firmas en dificultades quieren descartar activos no deseados.
Tres empresas que proponen la venta de activos en la cuenca Pérmica han fijado sus precios deseados en función de que el petróleo suba a 100 dólares el barril, según una persona familiarizada con las conversaciones.
Bank of America ha estimado que los futuros del referencial mundial Brent alcanzarán los 100 dólares por barril en 2022 y que el crudo estadounidense cotizará a 95 dólares por barril. Eso es más alto que el sondeo de Reuters del miércoles entre 44 analistas, que esperan un precio medio de 64,54 dólares este año y de 65,44 dólares el próximo.
«Aunque los precios de los activos están subiendo ayudando a los vendedores, todavía hay mucho espacio para que los compradores capturen el alza en estos niveles de precios de las materias primas», dijo Andrew Dittmar, un analista senior de fusiones y adquisiciones del proveedor de información de energía Enverus.
«Los compradores están pagando valoraciones por los activos que dejan margen para que los precios de las materias primas bajen un poco y sigan ganando dinero», agregó.
Las empresas privadas más pequeñas también ven un potencial para aprovechar los altos precios actuales. La compañía de perforación Recoil Resources está buscando un comprador y Mesquite está tratando de desprenderse de la superficie de Eagle Ford, mientras considera la venta de aún más activos a medida que sale de la quiebra.
Entre los posibles compradores de los paquetes más pequeños podría estar Validus, de Skye Callantine, que, según personas cercanas a la empresa, se encuentra entre los interesados activos por Eagle Ford.
Fuente: Reuters