«Poner en valor Vaca Muerta implica destrabar obras fundamentales de infraestructura»
El directivo de la petrolera comparó la productividad y rentabilidad que hoy ofrecen el shale y los convencionales, a su entender dos modelos de negocios que deberían complementarse.
Aconcagua es un grupo energético integrado 100% por capitales argentinos. En menos de diez años la empresa se convirtió en la sexta compañía productora de petróleo convencional y la décima en el ranking global del país.
Su portfolio de negocios se basa en tres pilares clave: la producción convencional de hidrocarburos; los servicios integrados y la generación donde desde hace tiempo están subidos al proceso de transición energética y descarbonización. La estrategia de desarrollo de pozos en el mediano plazo apunta a producir 30% de gas y 70% de petróleo.
En un webinar organizado por el Mercado Electrónico de Gas (Megsa) sobre exploración, explotación y producción convencional de yacimientos desarrollados, Leonardo Deccechis, CEO de Aconcagua Energía y Servicios, habló sobre el desafío que implica Vaca Muerta para el país y «de la necesidad de poner en valor todos los recursos shale, lo cual va a significar un importante salvavidas para la economía argentina».
Y resaltó la importancia de resolver los cuellos de botella que hoy afectan a la industria del no convencional que giran en torno a la falta de obras de infraestructura para evacuar todo el petróleo y el gas de esa formación y proyectar grandes proyectos como la planta de GNL.
Sobre las restricciones a la importaciones, aseguró que en los últimos años la industria tuvo muchas dificultades para conseguir repuestos críticos, especialmente en equipamientos para torres, pero aclaró que la situación se ha destrabado bastante y que el sector empieza a ver una luz al final del túnel.
«El tema le ha pegado muy duro a la industria. Nos ha dejado sin stock crítico, esperemos que este año se termine de normalizar», comentó.
Deccechis consideró que la productividad y rentabilidad que hoy ofrece Vaca Muerta no se pueden comparar con los yacimientos convencionales. «De los 80 mil pesos perforados en toda la historia argentina el 52% ya son shaele y el 47% restante convencional. No obstante, estamos hablando de 3200 pozos contra 23 mil. La industria está evolucionando a dos modelos distintos de negocios», sostuvo.
Y afirmó que «la necesidad por explorar los yacimientos convencionales sigue vigente por la importante carga de mano obra contratada, y subrayó que la clave está en los costos de extracción, ya que los plazos de repago ronda entre 4 y 5 años, aproximadamente».
La empresa ya presentó formalmente al mercado su decisión de participar del proyecto en desarrollo para la venta de campos maduros, ubicados en las Provincias de Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, a cargo de YPF, como parte del denominado Proyecto Andes que acelera la petrolera nacional.
También dio a conocer que trabaja en forma conjunta con Vista en el proceso de solicitud de prórroga de cuatro áreas convencionales ubicadas en las provincias de Río Negro y Neuquén, así como de dos sistemas de transporte de crudo y gas.
Se busca, así, «incrementar la participación en el sector hidrocarburífero y continuar promoviendo y acompañando el desarrollo industrial dentro del país», expresó la compañía sin detallar las eventuales áreas de interés que negociará con YPF.
Su producción total promedio de hidrocarburos durante el año 2023 alcanzó los 11.404 barriles equivalentes por día, llegando al mes de diciembre 2023 a una producción de 12.898 barriles equivalentes por día.
Fuente: Mejor Energía