Por el boom del shale gas, las arenas silíceas de Entre Ríos van a Vaca Muerta, con la Justicia como árbitro ambiental
Toneladas de arena silícea salen a diario de la provincia de Entre Ríos hacia Neuquén, como insumo esencial del proceso de fracking en Vaca Muerta. Esto generó preocupación en organizaciones ambientales, ya que una de las grandes amenazas para los humedales es la extracción de este mineral.
No muchos lo tienen presente, pero el desarrollo de Vaca Muerta en Neuquén está íntimamente vinculado con el Litoral. No sólo por la cantidad de industrias proveedoras de servicios, equipos e infraestructura a las petroleras, sino por un recurso natural que es imprescindible para la extracción de petróleo y gas: millones de toneladas de arena silícea salen de la provincia de Entre Ríos y, después de cruzar el país a lo ancho, van a parar a Neuquén como insumo esencial del proceso de fracking, que es la técnica que permite la extracción del petróleo y gas no convencional.
Este boom de la actividad minera generó preocupación. Organizaciones ambientales y ciudadanos comenzaron a movilizarse y exigir información. La reticencia de los funcionarios a brindar datos, más los rumores de negocios políticos y económicos mezclados, obligaron recurrir a la Justicia para obtener documentos y estadísticas sobre producción, permisos otorgados y controles ambientales.
Es muy curiosa la historia de las arenas silíceas que salen de Entre Ríos hasta Neuquén. Contado así pareciera una historia unidireccional, pero quizás dentro de 3 o 4 años estemos hablando de una historia circular: de un recurso natural que desde Entre Ríos sale en forma de arena, recorre 1.300 kilómetros de ida por rutas o vías férreas y otros 1.300 kilómetros de vuelta en forma de gas natural por un caño cuya construcción está en etapa de licitación, que se llamará Gasoducto Néstor Kirchner y que tiene como finalidad conectar la cuenca neuquina con el sur de Brasil, pasando por el sur de Santa Fe y atravesando la provincia de Entre Ríos.
Vaca Muerta es un yacimiento de hidrocarburos no convencionales de dimensiones colosales del que hasta aquí el país desarrolló una pequeña fracción. No convencional implica que requiere el uso de una técnica de extracción más compleja, conocida como fracking. “Consiste en inyectar un fluido a presión -compuesto por agua en un 95%- y arena para apuntalar las microfisuras generadas y que no se vuelvan a cerrar” porque a través de ellas es que se puede liberar el gas atrapado en la roca, describe el Instituto de Petróleo y Gas Argentino. Esas microfisuras son anchas como un grano de arena.
Es la única cuenca hidrocarburífera del país que incrementó su producción de gas y mantuvo estable la de petróleo en la última década y donde las petroleras concentran las inversiones, por lo tanto, se convirtió en una inagotable demandante de arena y otros insumos. Inicialmente, fueron las canteras de Chubut las proveedoras para el fracking en los pozos neuquinos, pero a causa del costo de traslado, en poco tiempo Entre Ríos pasó al frente por grosor granular y dureza del mineral, cantidad y menores costos logísticos. Según el gobierno provincial, el primer registro anual de extracción de arena silícea para Vaca Muerta es de 2010 con 394.000 toneladas. En 2019 la extracción ya llegaba a 3.739.668 toneladas.
También se incrementa el número de empresas dedicadas a la explotación de canteras. Algunas llevan décadas en la actividad minera (producen para la industrias del vidrio, construcción, siderúrgica y cerámica) y otras se sumaron en los últimos años. Sus nombres: Cattorini (Aldea Brasilera), YPF (Ibicuy), La Chola II (Concordia) y Qsand que tienen canteras y planta de lavado y selección. Arenas Argentinas (Diamante) sólo planta de tratamiento. Y Cristamine (Ibicuy), NRG, Mepil, Aresil (Ibicuy), San Marcos Trading (cantera La Milagrosa, Colonia Elías), Yacimiento San Pedro (Ceibas) sólo canteras.
Operan en los departamentos Islas del Ibicuy, Victoria, Diamante y Concepción del Uruguay. Las mineras pagan un canon a la provincia. El último dato público del año pasado era 14,70 pesos por tonelada. El canon es una variable con la que las provincias productoras compiten entre sí e incide en el cálculo la distancia de los yacimientos hasta los pozos petroleros. La arena sale en camiones. Según la Fundación Cauce, salen entre 70 y 100 camiones diarios cargados con 28 toneladas cada uno sólo del departamento Ibicuy, en el sur de la provincia, para recorrer 1.300 kilómetros hasta la zona de Vaca Muerta.
Sólo en el tráfico y deterioro de rutas el impacto es enorme. Si bien la arena silícea entrerriana es de muy buena calidad, Río Negro se está posicionando como una fuerte competidora en el mercado, con un desarrollo vertiginoso en corto plazo y menores costos logísticos por la cercanía con los pozos. De todos modos la magnitud de Vaca Muerta es tal que, si sigue la expansión, habrá oportunidades para todos. “Las areneras históricas en Entre Ríos extraían para la industria del vidrio, pero desde que la arena de Chubut empezó a ser cara para transportarla hasta Vaca Muerta, descubrieron que Entre Ríos tenía arena de calidad sin mayor procesamiento”, explica Valeria Enderle, presidenta ejecutiva de Fundación Cauce. La entidad trabaja sobre distintos frentes ambientales y está formada por profesionales sub-40.
Conflictos ambientales
“Estamos muy enfocados en la defensa de los humedales y una de las grandes amenazas es la actividad minera de extracción de arenas silíceas”, afirma la abogada. La última información oficial que les entregó el gobierno de Entre Ríos data de 2021 y daba cuenta de sólo seis canteras habilitadas para extracción de arena silícea. Pero en Cauce desconfían de esos datos, o mejor dicho están seguros de que funcionan más canteras probablemente sin los permisos correspondientes. Organizaciones como Cauce recurrieron a la Justicia para acceder a información oficial ante el silencio o la negativa de las autoridades. “El primer amparo lo ganamos en 2018 cuando pedimos información sobre la planta de procesamiento de Arenas Argentinas en Diamante, cuya propietaria es la belga Jan de Nul, la principal socio de Hidrovía SA, ex concesionaria de la hidrovía del río Paraná”, cuenta Enderle.
“Esa empresa planeaba extraer arena del lecho del río entre los kilómetros 517 y 523 que es pleno sitio Ramsar que comparten Entre Ríos y Santa Fe. Aparentemente no obtuvo los permisos y hoy procesa arena de terceros”, precisa. Cauce junto con el sindicato de docentes Agmer presentaron un recurso de amparo el año pasado por la cantera El Mangrullo y planta de lavado y selección de arena que emplazó YPF y opera desde enero de 2021 a 12 kilómetros de la ciudad de Ibicuy. La Cámara de Apelaciones de Entre Ríos admitió parte del amparo dando un plazo a YPF para que reemplace el producto químico que usa como floculante, denominado Sanuroil 8040, que según Cauce puede tener efectos neurotóxicos, por un producto compatible a las indicaciones de la autoridad de aplicación.
El yacimiento del grupo QSand
El yacimiento del grupo QSand“Nos pareció que era necesario que se estudie más sus efectos en salud y ambiente”, explica la abogada, quien además destacó que la Justicia ordenó a las autoridades un estudio de impacto ambiental acumulativo en la zona de Ibicuy. Esa es la región de la provincia con canteras de arenas silíceas y mandó a la Municipalidad y la provincia a realizar monitoreos periódicos y divulgarlos de forma accesible para la población.
Un problema muy común es el esparcimiento a causa de la volatibilidad de la arena seca que es transportada en camiones. Hay otra instancia judicial iniciada, también vía amparo en la Justicia de Entre Ríos, promovida por Ricardo Luciano, un abogado vinculado a la Cooperativa de Aguas de Ibicuy y a la ONG Fundavida. El amparo está caratulado “Ricardo José Luciano C/ Sr. Gobernador Gustavo Eduardo Bordet -en su carácter de titular del poder ejecutivo de la Provincia de Entre Ríos- s/Acción de Amparo (Acción de Ejecución de Incidencia Colectiva)”. Y la novedad días atrás fue que el Colegio de Abogados de Entre Ríos se presentó en la causa como Amicus Curiae para ayudar al tribunal a “ampliar la perspectiva del debate y enriquecer los fundamentos y consideraciones de los derechos en juego en esta causa de relevancia institucional e interés público.
Para ello, se analizará concretamente el derecho-deber al ambiente sano y las obligaciones positivas del Estado referidas a conservación y preservación de los recursos naturales de su territorio, principalmente, en este caso, de arenas silíceas y de humedales”. El demandante pone el ojo en la afectación del ambiente y en especial en el “despilfarro” de agua subterránea comprendida en el acuífero Guarní. “Para tener noción de lo que estamos hablando, la ciudad de Ibicuy con 12.000 habitantes consume diariamente 2.000.000 de litros de agua, 60.000.000 de litros mensuales.
Mientras que sólo tres areneras consumen mensualmente la friolera de 289.575.000 litros de agua potable, lo que consumirían 57.915 personas, y hay más areneras que la consumen”. Su conclusión es que “los funcionarios de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos permiten que se siga extrayendo indiscriminadamente agua dulce del Acuífero Guaraní sin ningún control”.
En Santa Fe
En Santa Fe no hay canteras de arena. Todo lo que se extrae es de lecho fluvial, ya sea del río Paraná o afluentes como los ríos Colastiné o San Javier. Es una arena que no es apta para la técnica del fracking, que requiere material más duro y una alta proporción de cuarzo, entre otras características. Por lo tanto la provincia está fuera de ese negocio en particular.
Fuente: Aire de Santa Fé