Martín Guzmán propone tributo global de hasta 25% para empresas multinacionales
El titular de Hacienda planteó que el impuesto del 15% que debatirá el G20 la semana próxima es muy bajo. El Gobierno llevará su postura ante la OCDE esta semana. El Gobierno propondrá ante la OCDE y el G20 que el nuevo impuesto global que debaten los países desarrollados debería ser ampliado hasta 21% o hasta 25% para que la recaudación extra sea considerable para las economías de ingreso medio como la Argentina.
El ministro de Economía Guzmán participó este lunes en un seminario organizado por el G24, un foro de naciones emergentes del que forman parte países como China, Brasil, Colombia, México, India, Sudáfrica y Nigeria, entre otros, y la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (Icrict). El evento tuvo como marco el debate por el nuevo impuesto global en el que avanzó recientemente el G7.
Los ministros de Finanzas del G7, que agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, alcanzaron a principios de junio un acuerdo preliminar para fijar las bases de la nueva fiscalidad internacional mediante la instauración de un impuesto mínimo universal del 15% para las grandes corporaciones. Un cambio de esta naturaleza podría implicar ingresos fiscales extra por USD 150.000 millones para países de todo el mundo.
El eje de la discusión es cómo cobrar impuestos a empresas multinacionales que ofrecen sus servicios en distintos países del mundo sin tener domicilio fiscal en esas naciones, como Google o Facebook. La Argentina participa por dos vías en esta discusión global: a través de las comisiones creadas por la OCDE y como miembro del G20. El primer grupo tendrá una sesión en los últimos días des esta semana, mientras que el foro de los países desarrollados se reunirá la semana que viene en Venecia, Italia, para continuar las conversaciones.
“Es un buen momento para este debate. La tasa es muy baja. Se queda corta con lo que el mundo necesita para resolver sus problemas de deterioro de las condiciones de desarrollo humano y ambientales. Con un impuesto a las corporaciones internacionales es un deber, es uno de los aspectos más tóxicos de la globalización. Tenemos un largo camino para establecer las reglas necesarias para los desafíos que enfrentamos. La posición de Argentina en el G20 va a ser que vemos problemas. Hay un riesgo de que la tasa mínima sea en realidad la tasa máxima, o la tasa máxima que sea factible. En segundo lugar, una distribución de beneficios del impuesto. Estamos afrontando un crecimiento de la desigualdad por la forma en que los beneficios se están distribuyendo. Planteamos una aproximación en base a principios y acorde a ciertas variables”, dijo Guzmán.
Luego agregó que la alícuota tiene que ser más alta, de no menos de 21% y sería mejor un 25 por ciento. Esperamos mantener este debate porque es el momento indicado. Estamos en medio de una pandemia y hay cambios importantes que podrían suceder pronto. El diablo está en los detalles. Hay un riesgo sustancial de que los países en desarrollo no obtengan nada en términos de ingresos fiscales extra. Esto requiere de compromiso político para pelear contra los lobbies como en cada ocasión en que se intenta una reforma grande. El trabajo necesita hacerse más rápido con principios más fuertes para conseguir algo mejor que el 15%” de impuesto, agregó.
Según estimaciones que hizo durante la conferencia Jayati Ghosh, economista india y presidenta del Centro de Estudios y Planificación Económicos de la Universidad Jawaharlal Nehru (Nueva Delhi), una tasa del 15% representaría ingresos fiscales extra de 900 millones de dólares para una economía como Brasil, mientras que al subir esa alícuota al 21% podría extenderse a 3.400 millones de dólares.
“Vemos problemas en el funcionamiento global de las reglas de la economía internacional. Estos problemas llevaron al crecimiento de la inequidad, problemas para encontrar resoluciones de crisis de deuda, un sistema de patentes y derechos de propiedad intelectual que no está funcionando bien para aprovechar el uso de adelantos tecnológicos, y problemas de sostenibilidad ambiental. Necesitamos pasar a tener reglas que resuelvan esas asimetrías. Hay dos maneras: una es con mayores ingresos por impuestos y por otro lado mejores condiciones de crédito. Seguramente veamos avances en ambos frentes (en la reunión del G20). Hay conocimiento suficiente para tener un debate apropiado”, cerró el ministro de Economía.