Portezuelo y Vaca Muerta, ejes de crecimiento con los que sueña Suarez
Son los pilares de la futura gestión no sólo frenar la caída del empleo, sino multiplicarlo en la nueva etapa que está a punto de arrancar.
Rodolfo Suarez, en medio de los preparativos para asumir la conducción de la provincia el 10 de diciembre, además de estar pergeñando por estas horas el equipo de funcionarios que van a ser parte de su gabinete, ha comenzado a delinear un plan particular y específico alrededor de la economía, con la mira puesta en la reactivación del empleo como uno de los objetivos centrales.
El equipo técnico que lo acompañó durante la campaña ha explorado dos vías de acción a desplegar desde el arranque de la nueva gestión: una de ellas se focalizará y dependerá de la política de hidrocarburos que se dará en la Nación por la nueva conducción de Alberto Fernández, para conocer qué futuro le espera a la actividad en cuanto a la política de subsidios que se va a implementar y ver de qué manera se hace explotar la lengua norte de Vaca Muerta, que es la que le pertenece y administra Mendoza, en Malargüe. La otra vía, y en la que descansan quizás las mayores expectativas por depender en buena medida de una acción propia de la provincia, tiene que ver con el inicio de la construcción del dique Portezuelo del Viento, cuyo inicio se prevé para el último trimestre del 2020.
Por el lado de la explotación masiva del petróleo y gas, más del primero que del segundo, porque es de lo que más predomina en el yacimiento de Vaca Muerta mendocino, y por la reactivación de la obra pública y de la metalmecánica a partir de la construcción de Portezuelo, discurrirá la suerte en gran parte del próximo gobierno, y para no sólo frenar la caída del empleo, sino multiplicarlo en la nueva etapa que está a punto de arrancar.
El futuro equipo económico de Suarez busca alternativas propias en caso de que Fernández disponga un cambio a la política de subsidios a la explotación del gas en Vaca Muerta; subsidios que implementó la administración de Cristina Fernández y que Macri continuó, aunque con algunas modificaciones que iban camino a una disminución del aporte estatal. El subsidio les otorga a las empresas un beneficio extra para estimularlas a la producción y extracción. Ese programa de incentivos tiene previsto terminar en el 2021: las petroleras comenzaron recibiendo 7,5 dólares por millón de BTU que es la unidad de medida del gas hasta reducirlo a 6 dólares. Las empresas venden a 4 dólares, que es el precio de mercado de cada millón de BTU, mientras que el Estado les paga la diferencia hasta llegar a los 6 dólares por cada millón de BTU. Si Fernández decide seguir una política de eliminación de los subsidios, las empresas dejan de producir en la medida en que lo hacen actualmente. La consecuencia es directa y clara: menos inversión, menos empleo, menos producción.
Como no hay precisiones hasta que asuma la nueva administración nacional sobre qué política implementará, Suarez busca idear un propio plan provincial para mantener las inversiones en caso de que se alteren. En eso está un grupo de técnicos, políticos y especialistas que ha venido liderando en el último tiempo Enrique Vaquié, el economista que, junto al especialista en finanzas Alejandro Gallego y el constitucionalista Víctor Ibáñez podrían ser parte del gabinete que está en la cabeza de Suarez y que tiene previsto anunciar en los primeros días de diciembre.
El otro pilar fundamental es la construcción de Portezuelo del Viento, el dique proyectado en el río Grande, en Malargüe. Sobre esta mega obra están focalizadas la mayoría de las expectativas de crecimiento y desarrollo de la provincia de los próximos años. A comienzo de semana se esperaba el depósito, en las cuentas oficiales del Estado provincial, de uno de los desembolsos que la nación garantizó enviar en cuotas trimestrales para financiar la obra. A fines del año próximo es probable que se hayan acumulado más de 200 millones de dólares para el inicio de los trabajos. Sobre esta obra girará, según la esperanza del nuevo gobernador, el plan para resucitar la metalmecánica en la provincia y el desarrollo del Sur mendocino.
Portezuelo equivale al doble de la inversión en obra pública que en un buen año de inversiones puede realizar la provincia. Por año, esta obra podría insumir entra 170 y 200 millones de dólares. La unidad de ejecución y seguimiento de semejante operativo equivaldrá a casi otra Subsecretaría de Obras Públicas, afirman en el entorno del gobernador electo. De allí la atención que se le presta a Portezuelo. Y como ya lo han hecho otras provincias, con la venta de la energía prevista que producirán sus centrales, la intención es alimentar un fondo especial que se usará para financiar cualquiera de los otros diques proyectados, como El Baqueano, Cordón del Plata y Uspallata.
En estos dos ejes, básicamente, el hidrocarburífero con la inversión que se espera realicen las petroleras, inversión que dependerá de los estímulos nacionales o bien de alguna que otra alternativa propia que surja del Estado provincial y en el de la construcción de Portezuelo, se asienta el plan de desarrollo a gran escala que imagina ejecutar Suarez para recuperar parte del empleo privado perdido en los últimos años.
Por estas horas, Suarez está viajando a China junto con Alfredo Cornejo. Además de los encuentros que tienen previsto para mantener viva la esperanza de que los chinos desembarquen en Mendoza para asociarse a la futura explotación del yacimiento de sales de potasio, también en el Sur, o se interesen en los programas de construcciones de las centrales de energía limpia que están en cartera, es un hecho que ambos comiencen a llenar los casilleros del gabinete del nuevo gobierno, al menos en las líneas intermedias y, quizás, de alguno de los de primera línea de fuego o cumpliendo un rol trascendente en lo que viene. Y aquí en Mendoza la expectativa y la ansiedad de los que se quedaron va en aumento.
Fuente: El Sol.