Preocupado por la inflación, el Gobierno limita otra vez los aumentos en las boletas de luz y gas
Es el segundo mes que pone tope a las subas. La actualización se retomará en julio, con cambios.
Los cálculos serán sobre la base de las expectativas de inflación futura, no de la pasada. Los hogares podrían tener igualmente aumentos de tarifas para que el Estado tenga un ahorro fiscal en subsidios.
Como hizo en mayo para limitar el impacto sobre la inflación, el Gobierno volverá a cambiar en junio el esquema de aumentos de las tarifas previsto originalmente por la regulación. En esta ocasión, habría una pequeña suba para todos los usuarios a nivel nacional, que se sentirá más fuerte en los hogares de clase media y los que están en situación de pobreza.
En principio y según pudo confirmar Clarín, se mantendrá el congelamiento de las tarifas reguladas que reciben las distribuidoras y transportistas de luz y gas, entre ellas Edenor, Edesur, Metrogas, Camuzzi, Naturgy, Transener, Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS). Así se lo ordenó esta semana el ministro de Economía, Luis Caputo, al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
Sin embargo, los usuarios igualmente podrán ver incrementos en sus facturas finales por los consumos que tengan a partir del mes que viene, y que deberán empezar a pagar en agosto (ya que la lectura del medidor es bimestral).
Es que el Estado quiere continuar con la reducción de los subsidios energéticos, en el orden de US$ 2.750 a 3.000 millones o el equivalente al 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), según consta en los reportes técnicos de la última revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La progresiva disminución de las subvenciones había comenzado entre febrero y abril por los hogares de altos ingresos o patrimonios, así como los que no pidieron o renunciaron a la ayuda estatal (usuarios «Nivel 1» -N1- de la segmentación), los grandes comercios y las industrias.
Para seguir con el ahorro fiscal que sostenga el ajuste tendiente a equilibrar las cuentas públicas, el Gobierno necesita trasladar una mayor porción de los precios mayoristas de la energía eléctrica y del gas natural a los usuarios. Esa decisión se tomará por estas horas. Clarín consultó a distintas fuentes oficiales y privadas, que hasta mediados de esta semana contestaban que «aún» no se tenía una definición sobre este punto.
En el inicio del 2024, Caputo le dio prioridad a una recomposición de los ingresos de las empresas que prestan los servicios públicos regulados de transporte y distribución de gas natural, que habían tenido subas por última vez entre abril y junio de 2023 y que quedaron muy atrasados respecto a la inflación del último año.
Por eso les otorgó a las compañías una mejora en sus márgenes para que puedan operar las redes (pagar salarios, contratistas, mantenimientos y la energía). En un contexto de alta inflación durante el primer trimestre, el Gobierno se comprometió a ajustar mensualmente esos ingresos a partir de mayo, cosa que finalmente no sucedió.
Pero ahora, ante un nuevo contexto, cambiará la forma de la actualización, que ya no será por la inflación pasada, sino por la futura. La fórmula se retomará entre julio y diciembre, sobre la base de la evolución esperada de los precios hacia adelante. Los ingresos que no cobren las compañías en este período serán compensados a partir del 1 de enero de 2025, cuando esté «normalizado» el sector mediante una Revisión Quinquenal Tarifaria (RTI), que establecerá un plan de inversiones a cambio de tarifas constantes. Más simple: los usuarios igualmente pagarán lo previsto, pero dentro de un año.
La cláusula de indexación automática mensual, de esta manera, quedará suspendida por segunda vez, en la segunda ocasión que tendría que haberse aplicado. Pese a que se diseñó para mantener constante el valor real de los ingresos de las prestatarias de los servicios públicos, el ministro de Economía, Luis Caputo, tomó rápidamente nota de que la fórmula haría crecer la inflación y mermaría el apoyo social al presidente Javier Milei.
Cómo serán los aumentos de tarifas de junio
Por otro lado, el Gobierno está trabajando en reducir los subsidios a la energía que reciben los usuarios de ingresos medios y bajos, a quienes se les mantuvo la ayuda oficial desde que comenzó el Gobierno
Aunque aún no hay definiciones, en el sector energético esperan que haya subas en las boletas de los usuarios N2 (nivel bajo) y N3 (nivel medio) solo en el componente de los precios mayoristas de la electricidad -Precio Estacional (PEST)- y del gas -en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST)-
Sobre los precios mayoristas es que se calculan los subsidios. Mientras el Gobierno había avanzado entre febrero y abril en la quita completa de las subvenciones a los usuarios de ingresos o patrimonios altos (Nivel 1 -N1- de la segmentación) y a los comercios e industrias, dejó congelada la cobertura de los precios de la electricidad y del gas para la clase media y los hogares en situación de pobreza.
Tanto es así que el 65% de los hogares actualmente paga apenas el 3% a 4% del costo real de abastecimiento de la energía eléctrica y del 15% al 20% del gas. Esa situación buscará corregir el Gobierno en las próximas horas.
No habrá subas en colectivos pero sí de agua
Adicionalmente y sobre la base de la información disponible en el mercado, Clarín pudo saber también que no habrá aumentos de colectivos en junio (está pendiente una actualización del 65% en la Ciudad y el Gran Buenos Aires) y sí habrá incrementos del agua, en un 2,77%, en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde opera Agua y Saneamientos Argentinos (AySA).
En el caso del agua, donde el anterior incremento fue del 209% desde abril -se triplicaron las facturas-, un hogar con una boleta promedio sin impuestos de $ 16.000 pasaría en junio a pagar $ 16.443; un aumento menor a los $ 500 mensuales. Allí, por el momento, se mantiene la fórmula de indexación mensual.
Fuente: Clarín