Proyecto de Ley de Eficiencia Energética en Argentina: los pro y los contra que observan expertos
En una entrevista para Energía Estratégica, el ingeniero especialista en la materia, Hernán Astesiano, analiza la propuesta presentada en noviembre por el gobierno de Cambiemos. Además, comenta cómo se encuentra el mercado y sus sensaciones del congelamiento tarifario que se prolongará por 6 meses.
El 21 de noviembre pasado, senadores de Cambiemos presentaron un proyecto de Ley de Eficiencia Energética (expediente 3290/19) que deberá tratarse en las Comisiones de “Minería, Energía y Combustibles”, “Ambiente y Desarrollo Sustentable” y “Presupuesto y Hacienda” durante el año entrante.
En una entrevista para este medio, Hernán Astesiano, ingeniero con más de 30 años de experiencia en la industria del petróleo y la energía en el país y el exterior, especialista en Eficiencia Energética, Energías Renovables y es Auditor Líder certificado IRCA en ISO 50.001:2018 y consultor externo en FIXIT Group, analiza el proyecto de Ley.
¿Cuáles son los puntos que le parecen más destacables de la propuesta?
Que exista un proyecto de Ley de Eficiencia Energética es muy bueno porque demuestra un apoyo político para lograr el compromiso asumido por la Argentina en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, y permitir en el futuro la disociación en la Intensidad Energética Primaria del país, como tienen los países desarrollados y que se necesite menos energía para producir una unidad de PBI.
Los puntos más destacables son la creación de un Plan Nacional de Eficiencia Energética de la Argentina y la definición de las metas de ahorro de energía y obligaciones sectoriales, incluidas las distribuidoras de energía y de gas de redes.
El etiquetado energético y los estándares mínimos de productos y bienes y para edificaciones residenciales es otro de los elementos positivos de este proyecto.
Es promisorio, para el desarrollo de la Eficiencia Energética, que se establezcan obligaciones para los Usuarios de Alto Consumo de Energía (UACEn), que es la ejecución de Auditorías Energéticas cada cuatro años y para los Usuarios de Muy Alto Consumo de Energía (UMACEn), la certificación acreditada de un Sistema de Gestión de la Energía. También abre la posibilidad de la digitalización de la eficiencia energética con la instalación de sistemas de medición inteligentes.
¿Es perfectible?
Uno de los puntos que a mi parecer debiera analizarse cuidadosamente es la necesidad de crear demasiadas entidades gubernamentales que terminen siendo centros burocráticos para el manejo de los programas sectoriales y de los instrumentos de promoción y financiamiento, que sean limitantes del objetivo principal que se espera de una Ley de Eficiencia Energética.
Los entes definidos en el proyecto son: Consejo Nacional de Eficiencia Energética (CoNaEE), Centro Nacional de Energías Renovables y Eficiencia Energética (CeNEREE).
En este sentido debemos mirar el excelente trabajo desarrollado en Chile y el impulso que ha tenido la Eficiencia Energética en este país.
Todos los trabajos desarrollados por la Agencia de Sostenibilidad Energética (ASE), una fundación de derecho privado sin fines de lucro, son publicados abiertamente con el fin de desarrollar las capacidades nacionales de los gestores energéticos quienes acompañan a las empresas a implementar medidas de eficiencia energética y hasta la certificación de sus sistemas de gestión de la energía.
¿Por qué es importante para Argentina contar con este tipo de normativas?
En el viaje que realicé a Alemania sobre Eficiencia Energética en la industria con la AHK y auspiciado por el Ministerio Federal de Energía Alemán, quedó en evidencia que el impulso y las motivaciones para el desarrollo de la Eficiencia Energética tiene tres factores de éxito.
El primero tiene que ver con los costos de la energía; el segundo, con la responsabilidad social de las empresas (contribución a la protección ambiental y los objetivos corporativos internos); y el tercero, con la importancia política, que se evidencia a través de cambios en la legislación, estableciendo objetivos climáticos para el país y los incentivos impositivos y de crédito que acompañan a estas iniciativas.
Este proyecto de Ley de Eficiencia Energética cumple con este tercer factor de éxito. Habrá que ver como se manejan y destinan los recursos para incentivos impositivos y de crédito.
¿Cómo se ha comportado el año 2019 en materia de consultas y trabajos efectivos de eficiencia energética?
A pesar del crecimiento de los costos de la energía en la estructura de costos de producción, que en algunos casos llegaron hasta el 30%, principalmente en industrias PyMES, hubo menor actividad que el año anterior debido a los vaivenes de la macroeconomía, el año electoral y a la falta de financiamiento que incentive la ejecución de los proyectos de inversión que resultan de las oportunidades de mejora encontradas en las Revisiones Energéticas.
¿Cómo cree que impactará el congelamiento de tarifas por 180 días en iniciativas de eficiencia energética para el 2020?
Aquellas empresas que tienen claro cuáles son los beneficios al implementar Eficiencia Energética van a continuar con sus objetivos.
El costo de la energía es el principal driver, pero no es el único. Además de la presión por la reducción de costos, también está la imagen corporativa, la competitividad, la innovación y sustentabilidad del negocio, demostrando que existe un compromiso de la empresa para reducir las emisiones de GEI y con la protección ambiental al implementar y certificar un Sistema de Gestión de la Energía bajo la norma ISO 50.001:2018.
Fuente: Energía Estratégica.