Proyecto MARA, el plan minero que generará u$s1.200 millones anuales durante 27 años
Canadienses y suizos renovaron la sociedad con Catamarca para reutilizar instalaciones de Alumbrera en el nuevo yacimiento a cielo abierto Agua Rica. Cifras, detalles del plan y una entrevista con el gerente general del proyecto, Nicolás Bareta. «La idea es aprovechar zonas de sinergia entre distintas operaciones en el menor espacio posible».
El proyecto MARA surge de la integración de la actividad minera en Bajo de la Alumbrera y el nuevo yacimiento de cobre y oro Agua Rica, ubicado a unos 35 kilómetros de distancia, en pleno corazón de Catamarca, a unos 400 km de distancia de la capital provincial.
Agua Rica posee reservas minerales probadas y probables de 11.800 millones de libras de cobre y 7,4 millones de onzas de oro contenidas en 1.100 millones de toneladas de mineral. Según datos de la compañía los recursos minerales incluyen 259 millones de toneladas de material medido e indicado, que contienen más de 1.600 millones de libras de cobre y 954.000 onzas de oro. Además, los recursos minerales inferidos de 742 millones de toneladas representan un potencial alcista para definir y aumentar aún más las reservas minerales y la vida útil de la mina.
Nicolás Bareta se graduó de contador, pero obtuvo las más altas certificaciones internacionales en minería. Fue presidente de la cámara minera de Santa Cruz y es un alto ejecutivo de la firma canadiense Yamana desde hace casi 14 años. Bareta se crió en el sur del conurbano bonaerense y antes de Económicas, estudiaba derecho en la UBA. “Si no fuese por la oportunidad de estudiar en la universidad pública y de que un profesor me llevó a una plataforma de perforación al sur (Magallanes), hoy estaría levantando quiniela en la estación de Temperley, y no hay nada de malo con eso, solo que me no me interesaba”. Sin embargo, tras acumular muchísima experiencia en el país y el exterior Bareta hoy es el gerente general del proyecto MARA y uno de los hombres que más sabe de minería en la Argentina.
Durante la visita de Ámbito a Catamarca, Bareta abrió los números del proyecto, como parte de una nueva manera de hacer minería. “Tiene que ver con la búsqueda de la aceptación social, la licencia política y los permisos legales, sin generar sobre expectativas”, sostuvo. “De la cadena de valor casi 90% queda en la Argentina, se importa muy poco”, celebró durante una larga charla con periodistas especializados, remarcando que lo mejor del proyecto es la potenciación de la región donde se desarrolla.
A pesar de que MARA utilizará la infraestructura de Alumbrera, se prevé una inversión en construcción de u$s2.996 millones hasta el 2026 con más de 3.500 nuevos empleos y unos u$s1.098 millones más durante la explotación, con otras 1.000 personas fijas. El objetivo es que el 90% del personal sea local. En total, para el proyecto MARA se estiman desembolsos por u$s4.049 millones. Con este mega emprendimiento se modificará la matriz productiva minera, desplazando al oro al segundo lugar, detrás del cobre, fundamental para la vida humana.
Según los números a los que accedió este medio, MARA tiene un potencial para generar u$s1.200 millones en exportaciones de minerales durante los 27 años de vida de Agua Rica. Si el proyecto avanza a paso firme, en el corto plazo podría aumentar las exportaciones de Catamarca más del 700%. Las proyecciones indican que MARA puede exportar u$s2.080 millones a partir de 2026 y u$s2.493 al año siguiente. En promedio, desde 2031 al 2053 acumularía ventas al exterior por u$s1.616 millones cada año promedio. A nivel nacional llegaría a aportar el 23% del total exportado en 2027 y un 13% sostenido durante tres décadas.
Además, el proyecto MARA implicará ingresos fiscales para la Nación por $44.506 millones y unos $7.065 millones para Catamarca, entre cargas impositivas y no tributarias. Hoy el plan se encuentra en preparación y para fin de año se esperan por las audiencias públicas y la aprobación del informe de impacto ambiental.
Nicolás Bareta: Agua Rica se quiso hacer cinco veces antes. La primera vez que se perforó fue en 1972, que fue una empresa estadounidense. Las cinco integraciones anteriores consideraban al proyecto como una entidad independiente de Alumbrera, y nunca se consiguió que se desarrollaran juntos. O sea, que toda la infraestructura estaría repetida, por cuestiones administrativas y ambientalistas. Con desarrollos independientes el área de cobertura impactada estaría por lo menos duplicado, con dos campamentos, dos mineroductos diferentes, dos plantas de filtrado, dos trituradoras y dos flotas de camiones trabajando en 30 kilómetros de distancia. En 2007 parecía una buena idea, pero hoy es una idea que no se soporta. Esa infraestructura cuesta 15 años en planearse, cuatro en construirse, dos décadas operando y 30 años para hacer el poscierre, son como 70 años.
P.: La Alumbrera está en pleno cierre…
N.B.: La Alumbrera debió cerrarse en 2014 o 2015, pero el pit Bajo El Durazno le estiró la vida. Alumbrera I (pit Farallón Negro) debió agotarse en 2013, pero como no hubo exploración no duró los 50 años que se esperaba. Y continuó hasta junio de 2018 por que Mauricio Macri quitó las retenciones en marzo de 2016. La producción más fuerte se dio entre 2005 y 2011, esos fueron los mejores años en términos de producción, apuntalado porque hubo un pico del precio del cobre que superó los 4 dólares por libra. Luego se mantuvo en un precio estable de u$s2,60 o u$s2,80. Cuando se hizo el proyecto de integración estaba en u$s2,60, hoy está en u$s4,77.
P.: ¿Ese fue el impulso para que las compañías extranjeras renueven el proyecto y se arme MARA en Agua Rica?
N.B.: Agua Rica tiene participación público-privada, con Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado (Camyen Sociedad del Estado), Yamana, Glencore y Newmont. Al terminar el período de memorando de entendimiento se firmó de acuerdo el proyecto, que va al control de Defensa de la Competencia que es la que aprueba cuando se fusionan dos negocios. MARA es el accionista de las dos compañías, que mantienen su unidad de negocios separadas desde el punto vista legal, porque tienen que cerrar Alumbrera, que hay que completar y cumplir, y después MARA va a cumplir el plan integral de Agua Rica.
P.: ¿En qué consiste el cierre?
N.B.: A diferencia de 1995 ahora tenemos una regulación de cierre, con líneas general esa nivel nacional, que se emitieron en el 2020. Son las guías más modernas de cierre del mundo, se trabajó con instituciones internacionales, y Catamarca muchos años antes que la Nación, en 2014, había empezado a trabajar una ley de cierres. La última ley de cierre provincial que se hizo fue en Santa Cruz, también con el mismo espíritu, preparada y asesorada por las mismas agencias de desarrollo de Canadá o la Unión Europea. La única industria que tiene regulados todos sus pasos, con un plan de cierre por la ley general de ambiente, es la minera, y está obligado actualizar cada dos años, como en Australia y Perú. En Chile es cada tres. Desde 2016 en Catamarca los fondos destinados al cierre están bajo una garantía ejecutable por la provincia, si la empresa no cumple con las leyes vigentes, separado de los seguros ambientales. Si se remedia la zona y reduce el riesgo ambiental, como se hace en las escombreras, ese fondo, esa caución, se devuelve.
P.: Recorrimos las instalaciones de Bajo de la Alumbrera y vimos que está parada. ¿Sirve en qué estado se encuentra toda esa infraestructura?
N.B.: La planta de Alumbrera está en cuidado y mantenimiento. Estamos terminando los estudios de ingeniería para ver qué mejoras hay que hacerle para tratar el mineral de Agua Rica y volverá tener un cierre. La primera mina más grande de la Argentina siempre tuvo participación estatal, a través de YMAV, con la Universidad de Tucumán y el Gobierno de Catamarca, tiene el derecho de que se revierta toda la infraestructura, porque puede ser posible que se recicle todo al final de la vida útil de MARA. Así se puede recrear un cluster, como en otras industrias. La idea es tratar de aprovechar zonas de sinergia entre distintas operaciones en el menor espacio posible.
Yamana, como propietario único de Agua Rica (donde participa la empresa provincial CAMYEN S.E.) y los socios de Alumbrera, crearon una nueva empresa conjunta en la cual Yamana tiene una participación del 56,25%, Glencore un 25% y Newmont Corp. un 18,75%.
Yamana, como propietario único de Agua Rica (donde participa la empresa provincial CAMYEN S.E.) y los socios de Alumbrera, crearon una nueva empresa conjunta en la cual Yamana tiene una participación del 56,25%, Glencore un 25% y Newmont Corp. un 18,75%.
P.: ¿Y para qué serviría ese cluster?
N.B.: Se utiliza la misma infraestructura y de rehabilitación ambiental. Es un beneficio para la exploración, porque la puede usar MARA u otras empresas que hagan descubrimientos en la zona o en Catamarca tengan ya un área impactada habilitada ambientalmente, con controles, para que puedan seguir procesando el mineral. Se buscó que se pueda sostener el desarrollo continuo de la exploración para aumentar los recursos y amortizarlos. La Argentina tiene todos los estándares para hacerlo.
P.: ¿Cuánto cuesta el plan de cierre de la mina?
N.B.: El valor nominal son u$s400 millones, cuando se retrotrae aplicando la tasa de cierre de la provincia. El costo total para cerrar la mina después de 30 años llega a u$s400 millones. Desde el momento en que se empieza la operación todas las mineras tiene registrado un pasivo y un activo ambiental. Esta es la infraestructura más representativa de un período de inversiones en la Argentina y es difícil que se vuelva a repetir. Hay proyectos que no la tienen, por eso MARA tiene menor riesgo desde el momento cero.
La molienda de la roca se realiza en los mega trituradores alemanes (chancadores) marca Siemens. En Alumbrera se procesaron hasta 120.000 toneladas de piedra por día, equivalente a 66.000 autos medianos diarios.
P.: ¿En qué estado está actualmente MARA?
N.B.: El proyecto está en una etapa de exploración avanzada, ya delineamos el cuerpo mineral, porque ya lo conocemos y tenemos mucha información. Lo que nos falta es la caracterización ambiental del nuevo proyecto, que incluye las causas de la judicialización anteriores y los rechazos anteriores, que tiene que ver con el plan de manejo de aguas y los riegos geomecánicos. Escuchando esas preocupaciones se invierte en elementos de trabajo de campo unos u$s13 millones más para hacer el análisis y la caracterización del área, sobre todas las cuencas de agua, aunque estén fuera del área de influencia, precisamente para no tener el miedo de que el agua puede viajar. Parte de los planteos o amparos son científicos y otros no, pero cuanto mejor información, más visitas y más explicaciones, es mejor.
Una vez que se obtuvo el concentrado de cobre en la planta de Alumbrera, los minerales viajan con agua por un mineraloducto de 317 km de largo hasta en Tucumán, donde desembocan en otra planta de filtros. Luego del secado, se carga en tren y se despacha a un puerto en Santa Fe, de donde parte la exportación.
Una vez que se obtuvo el concentrado de cobre en la planta de Alumbrera, los minerales viajan con agua por un mineraloducto de 317 km de largo hasta en Tucumán, donde desembocan en otra planta de filtros. Luego del secado, se carga en tren y se despacha a un puerto en Santa Fe, de donde parte la exportación.
P.: ¿Hay alguna presentación judicial actualmente?
N. B.: Lo peor que puede pasar al proyecto es que se vaya parando por amparos. A partir del cambio de paradigma de entregar información y de trabajar en conjunto con la autoridad de aplicación, hubo menos presentaciones. Aquellos grupos que tenían una posición totalmente extrema contra la minería o el extractivismo, que eran mucho más activos desde el punto de vista legal, también hicieron presentaciones pero se rechazan porque carecen totalmente de fundamentos.
P.: ¿Recuerda algún problema judicial que frenó el proyecto anterior?
N.B.: Sin entrar en conocimientos de riesgo geomecánicos, en 2013 se puso un amparo que decía que nuestra agua terminaba en el Valle de Calamuchita, a más de 730 km. Otra dice que una mujer contrajo Diabetes 2 por la tierra que levantaban las camionetas de la minera que pasaban la puerta de su casa y porque se sentía enferma cada vez que tomaba agua, incluso el CEO de la compañía en Canadá y los gerentes fueron imputados en ese caso. (N.del R. en ese caso la fiscal a cargo también argumentó que se sentía mal cuando toma agua y estuvo siete años para cerrar la causa, dilatando la tipificación del delito).
P.: Una de las críticas es que utilizan agua de los glaciares…
N. B.: Los primeros que tenemos dudas somos nosotros. Todos los estudios hechos en la zona determinaron que no hay glaciares, y tampoco están en el Inventario Nacional de Glaciares, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA). La contradicción es no son grupos ambientalistas, porque si no siempre hubiésemos tenido amparos firmados por esos grupos y en realidad, siempre fueron vecinos, de los cuales la mitad vive en Palermo.
P.: ¿A qué lo atribuye?
N.B.: Hay intencionalidad política, nunca una ONG atrás. Hay una agenda internacional que lleva a una acusación o crítica al extractivismo, que puede tener su base y discusión válida, pero esto se involucra con otras partes y componentes, no de este negocio o de la minería o del Proyecto MARA. Los vecinos no hubieran hecho los amparos si no estaba movilizada por el mensaje contra la minera, puede haber motivos políticos, aunque en otras operaciones es más claro, donde hay intereses económicos más claros. Hay gente que tiene preocupación válida y a esa gente le vamos a seguir hablando.
P.: ¿Cree que Argentina podría convertir en una potencial minera a nivel mundial?
N.B.: La minería es un motor como el petróleo y la pesca para el paradigma de desarrollo social de cada provincia. Cuando lo tengo que explicar en el exterior tengo que decir que cada una tiene su ley de minería, de cierre, de regalías, protocolos de control ambiental. Somos 24 países y seis naciones mineras. Cuando el inversor compara una provincia con un país, como Chile, es muy difícil competir. Si me preguntan cuándo vamos a ser potencia en minería, digo que no estamos diseñados para eso, pero no es un problema de nadie, desde la reforma de la Constitución de 1994, que le dio el poder a las provincias.
El proyecto MARA impulsa un plan de revegetación de los botaderos de Alumbrera, donde se deposita el material esteril de la mina. El objetivo es cubrir unas 270 hectáreas en total con especies nativas, cultivadas en los invernaderos de la empresa. Ya se plantaron 13.700 y para 2026 serán más de 700.000.
El proyecto MARA impulsa un plan de revegetación de los botaderos de Alumbrera, donde se depositó el material estéril de la mina. El objetivo es cubrir unas 270 hectáreas en total con especies nativas, cultivadas en los invernaderos de la empresa. Ya se plantaron 13.700 y para 2026 serán más de 700.000.
P.: ¿Ayudaría una reducción o quita de impuestos a la actividad?
N.B.: La minería es la única actividad que no tiene exención de impuestos y paga todos. Desde el día uno se paga impuestos, y el Gobierno federal hoy se lleva 87,5% de toda la recaudación que genera la actividad, lo que no pasa con el campo y el petróleo. La carga tributaria en las provincias puede variar, pero está entre 12% y 15%. Y las retenciones a la minería no son coparticipables, va todo a la Nación.
P.: ¿Hay alguna ley que podría mejorar la actividad?
N.B.: En 1996 había una norma que aplicaba y fue mejorada cuando el presidente Alberto Fernández era jefe de Gabinete, en la época de los decretos de Néstor Kirchner que permitían libre disponibilidad y devolución del IVA. Eso pedimos como incentivo. Se llama ley 24.402. Todos los proyectos de minería que se hicieron después del 21 de diciembre de 2006 no tuvieron este beneficio. Y hubo ciertas minas que se construyeron por el precio del oro muy alto, pero no tuvieron la rentabilidad necesaria para durar lo suficiente. Esa ley puede ayudar a la minería, pero a cualquier inversión extranjera directa. Paraguay tiene esa ley y es por eso que muchos se fueron a invertir a ahí, y no cuevas financieras sino empresas reales, donde tenés cinco años que no te cobran el IVA.
P.: ¿En qué cambiaría la situación?
N.B.: Queremos que se pueda recuperar, que exista un mecanismos para que lo tengamos como crédito y no como pérdida. Eso quiere decir que la devaluación afecta a la pérdida y los que firman los balances te dicen que eso no lo cobras y va a pérdida, y eso te eroga el Ebitda de la compañía, clave para comparar empresas y decidir inversiones o comprar acciones. Desde 1995 hasta 2006 había una ley que te prometía que la devolución del IVA para las empresas que iban a exportar se pueda adelantar al período de construcción para que se compense y el 16%, que hay que pagar arriba del valor de inversión, sea mitigado y me devuelvan aunque sea el 13%. Eso hace que mejore el Beneficio Neto de todos los proyectos mineros y la Argentina se vuelve más competitiva que Chile y Perú, por permitir que la empresa se financie con ese IVA durante la construcción, y sin costo fiscal. El efecto que causaría es cobrar el 80% del 16% IVA que se genera en la construcción. Medido en un año, la tasa de retorno del proyecto aumenta automática entre 5 y 6 puntos. Eso sería una mejora sustentable.
(N. del R.: Según cálculos de la compañía, por cada $1.900 de precio de venta de la onza de oro se pagan 3% de regalías, 7,407% de derechos de exportación, 0,5% de Fondo Fiduciario y un 15% por Cargo de Tratamiento y Cargo de Refinación (TCRC) deja un Neto Fob de $1.677,80 millones. Luego se restan los costos totales de sostenimiento (AISC) por $ 1.280 millones, quedando un margen neto de $397 que menos los resultados financieros por la desvalorización de créditos a favor en pesos de $77,8 millones dan un Neto Sujeto a Impuestos de $320 millones. De ese monto se pagan Ganancias por $112 millones y deja un beneficio neto de la actividad de $208 millones, equivalente al 10,95%. Para el mismo monto de venta del oro en San Juan el beneficio es de 6,19% y para Santa Cruz de 7,71%. En promedio de toda la actividad da alrededor de 8% por cada onza).
P.: ¿Con esos números qué sentido tiene dedicarse a la minería?
N.B.: El sentido de tener que producir la cadena de producción de todo, de los celulares, los autos, las baterías de litio, de todo. Los números descontados cambian el negocio por la magnitud del volumen. Si una mina vende 1 millón de onzas por año va a generar una caja determinada. Por eso también las acciones de las mineras bajan y se mueven en una nube de inversión muy chiquita respecto del resto del mercado de capital.
Dentro del proyecto MARA se prevé la construcción de una cinta transportadora de minerales de 35 kilómetros de largo. Desde el punto de partida, en Agua Rica, atravesará 5 km por un túnel de 8 metros de diámetro, debajo de la montaña, hasta llegar a la planta de concentrados de Alumbrera.
Dentro del proyecto MARA se prevé la construcción de una cinta trasportadora de minerales de 35 kilómetros de largo. Desde el punto de partida, en Agua Rica, atravesará 5 km por un túnel de 8 metros de diámetro, debajo de la montaña, hasta llegar a la planta de concentrados de Alumbrera.
P.: ¿Cuál será el efecto derrame del proyecto MARA?
N.B.: Por ejemplo, durante la pandemia la minería mantuvo toda la hotelería de las provincias, no solo de Catamarca, y también atrae otras inversiones extranjeras para hotelería. También se necesitará más conectividad, combis y telecomunicaciones. En la mina van a trabajar unas 1.200 personas pero con el período de construcción, entre directos e indirectos, se llegará a 10.000. Hoy tenemos 450 proveedores, de los cuales 90% son locales. El compre local está en 50%. Si mantenemos esos números, quedarán unos u$s12.000 millones a lo largo de los 27 años de vida, equivalente a cinco o seis veces lo que se cobrará por regalías.
P.: ¿Qué dicen desde la gobernación cuando muestran estos números?
N.B.: Que la minería se tiene que hacer responsablemente y que si la gente quiere y la minería se hace bien, va a haber proyecto, sino, no. Hoy tenemos una línea de trabajo más transparente y práctica, porque hay que transparentar y controlar, y reducir las asimetrías en la información. Si hacemos las cosas bien vamos a tener permiso.
Fuente: Ambito