¿Qué le falta a la biomasa para masificar su uso en el mundo?
Por el momento, en los países que más avanzaron en la material, el principal uso de la biomasa es industrial.
La biomasa es un tipo de energía renovable de gran expansión en todo el mundo. España, por ejemplo, es una de las potencias en la materia en el continente europeo. En Chile, por ejemplo, es la energía renovable más utilizada, incluso 13 veces superior en comparación con el uso de la energía solar y eólica, y por debajo del petróleo crudo, es la segunda más utilizada superando al carbón y el gas natural.
De hecho, en algunos países como el trasandino, es tan importante como fuente energética nacional, que muchos gobiernos sancionan leyes para privilegiar la producción, el transporte y la comercialización de biocombustibles sólidos o biomasa, principalmente leña, pellets y astillas. Como resultado, se busca elevar los niveles de eficiencia y disminuir los de emisión.
Por el momento, en los países que más avanzaron en la material, el principal uso de la biomasa es industrial, donde el 80 por ciento son empresas, pero a su vez, en cuanto a calefacción por esta vía, hay ciudades donde el 90 por ciento de los hogares se abastecen de biomasa. La climatización hogareña indebida produce miles de muertes al año, independientemente del país en que se indague el tema. Gracias a la biomasa, se reducen los casos fatales por mala combustión.
Cruzando el Atlántico
Así como el desarrollo de cocinas de biogás seguras en Tanzania es clave para evitar más muertes, lo mismo ocurre en otras regiones del continente. Ahora, es el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés) el que presentó un trabajo con un objetivo similar llevado a cabo por el MIT D-Lab, estudiantes que junto a la empresa de Uganda Tecnologías Apropiadas para el Ahorro de Energía, dieron a conocer nuevas soluciones.
La Organización Mundial de la Salud estima que 3,8 millones de personas al año (datos de 2012) mueren como consecuencia del hollín y el humo generado en las estufas de leña tradicionales para cocinar. De ese número, las mujeres y los niños en particular son quienes más riesgo corren de padecer neumonías, enfermedades cerebrovasculares, cáncer de pulmón o bajo peso al nacer.
Pero una excelente solución está al alcance de la mano: en las briquetas de biomasa que han surgido de la labor conjunta entre el MIT D-Lab y la empresa ugandesa, cita el portal especializado Energías Renovables. Los ingredientes de este biocombustible son el polvo de carbón vegetal a partir de desechos agrícolas, como cáscaras de maní y hojas de maíz, y una papilla de yuca que actúa como aglutinante.
Fuente: El Intransigente.